Laudrup se venga de Oltra

Las alegr¨ªas en el f¨²tbol son promiscuas. Hoy est¨¢n contigo y ma?ana se abrazan al de enfrente. Por eso hay que saber saborearlas en el momento y tener claro que lo mejor es olvidarlas cuanto antes. Y pensar que llegar¨¢ la siguiente. Porque en este deporte, el que se queda en el pasado (por reciente que sea), acaba con cara de p¨®ker. Que se lo digan a Laudrup o a Oltra. Despu¨¦s de dos mazazos del Almer¨ªa en la Copa (sendos 4-3), el Mallorca se venga con un 4-1. No negar¨¢n los aficionados de ambas escuadras, ganadores al margen, que han sido una gozada para la vista. 19 goles en total. Por momentos, transportan a aquellos famosos Atl¨¦tico-Bar?a -y viceversa- de los goles. Pero la moneda, dec¨ªamos, cay¨® de cara para Laudrup esta vez. Sin rotaciones, su Mallorca es superior a un Almer¨ªa que se hunde en la tabla y que grita que necesita fichajes a los cuatro vientos.

Esta vez ni Piatti pudo con el Mallorca. La tuvo en el minuto uno. Astuto como siempre, super¨® a Aouate con un toque sutil. Pero el bal¨®n, al contrario que el jueves, se march¨® fuera por poco. El argentino, brazos en cruz, parec¨ªa intuir la que se le ven¨ªa encima al equipo rojiblanco. Porque este Mallorca, el de la Liga, no suele conceder segundas oportunidades en el Iberostar.

Mart¨ª se march¨® lesionado en el minuto 11. Lejos de descontrolar la zona de creaci¨®n bermellona. sirvi¨® para que De Guzm¨¢n se adue?ara del todo. Cuaj¨® un partido absoluto. Futbolistas as¨ª, de ida y vuelta, hacen bueno cualquier sistema, a cualquier entrenador. Ex¨®tico en su origen (nacido en Canad¨¢, con ADN jamaicano y filipino y con pasaporte holand¨¦s), dio la nota en el tercer 'derbi' entre Mallorca y Almer¨ªa. Se march¨® sin el premio del gol, que mereci¨® m¨¢s que nadie. Una veces por Alves y otras por su propio ¨ªmpetu. No obstante, no empa?a su relevancia.

Complic¨® a Alves en la falta del primer gol. El brasile?o rechaz¨® como pudo y Ramis aprovech¨® para marcar de cabeza, ayudado por un toque final de Acasiete sobre la l¨ªnea. Acasiete, ay, Acasiete. Y Jakobsen, ay, Jakobsen. Demuestran que para ser futbolista no siempre hay que valer. A veces hay gente que llega, sin m¨¢s.

El festival del humor lo comenz¨® el lateral zurdo dan¨¦s. Con el bal¨®n absolutamente controlado en sus pies, se ech¨® una siesta. Joao Victor se lo rob¨® y centr¨® al coraz¨®n del ¨¢rea, donde un avispado V¨ªctor fue el m¨¢s listo y lleg¨® a remacharla antes que nadie.

Tras el descanso, Web¨® oblig¨® a Alves a esforzarse y De Guzm¨¢n no atin¨® en el rechace. Contest¨® el Almer¨ªa, que sac¨® casta y tambi¨¦n a Ulloa. El Cicl¨®n casi cantaba un gol de cabeza cuando el esf¨¦rico se top¨® con Piatti, que fue el mejor defensa posible para el Mallorca. La fortuna, como las alegr¨ªas, va de esquina en esquina. Porque un minuto despu¨¦s ayud¨® a Crusat a poner el 2-1, con un buen tiro desde el borde del ¨¢rea que roz¨® en Web¨® antes de entrar e hizo in¨²til la estirada de Aouate. Pero en pleno ¨¦xtasis, el viento volvi¨® a llevarse la suerte a otro rinc¨®n.

Acasiete, envidioso de Jakobsen, perdi¨® la pelota ante Web¨® en circunstancias similares a las de su compa?ero. El camerun¨¦s, gigante en un sentido muy amplio, la sirvi¨® en el ¨¢rea. V¨ªctor, con el retrovisor bien ajustado, se abri¨® de piernas y dej¨® que llegara franco para Nsue. El canterano chut¨® con el alma y puso el 3-1 segundos despu¨¦s del ara?azo de Crusat.

Desenlace. Dice Laudrup que este gol fue clave en el partido. Y pueda que tenga raz¨®n. Su peso psicol¨®gico fue devastador. Pero olvida adem¨¢s que Kevin sac¨® con el brazo un bal¨®n a Piatti en la misma l¨ªnea de gol. Mateu Lahoz mir¨® para otro lado. El Almer¨ªa se volc¨® con m¨¢s fe que precisi¨®n. El Mallorca, desatado, sigui¨® como un martillo pil¨®n. Alves sac¨® dos a De Guzm¨¢n, pero el brasile?o no pudo con Pereira, que marc¨® un golazo tras varios amagos a una zaga rojiblanca que es de mantequilla.

El Mallorca disfruta su revancha expr¨¦s. El Almer¨ªa ya sabe que la Copa no se juega los domingos. Tras tres partidos, han aprendido mucho los unos de los otros.