Liga BBVA | Zaragoza 2 - Real Sociedad 1
Braulio pega el 迆ltimo grito
Decidi車 en el 89' un partido abierto. Victoria y f迆tbol para la esperanza local. La Real igual車 tras su mal arranque. Gol y buen partido de Sinama

En el f迆tbol, el rebote nunca estuvo bien visto. La tradici車n le ha hecho objeciones de toda clase, porque (como explic車 el partido de ayer) el rebote tiene una naturaleza arbitraria, que amenaza a cualquiera. Marcar de rebote, y no digamos ganar de rebote, constituyen casi un pecado moral. Y, sin embargo uno debe darse el gusto de cuando en cuando. Lo supo bien el Zaragoza, que no est芍 en condiciones de mirarle los dientes a ning迆n caballo. Braulio alivi車 su agon赤a con uno de esos goles sobre el estribo que convierten la angustia en esperanza. Un golpe bajo a la Real, que jug車 un primer periodo muy escaso pero se levant車 para discutir el partido, primero con fortuna y luego con f迆tbol. En todo caso, en el hecho de la victoria local hubo una cierta justicia, fuera en poes赤a o en prosa. La Real Sociedad hab赤a empatado a partir de un rebote en Teixeira, que cort車 la salida del Zaragoza y posibilit車 una contra bien hilada por Llorente que termin車 Xabi Prieto. Y, ya en el 89', un bal車n desviado por Ansotegui a tiro de Lafita permiti車 un remate de Marco P谷rez que rechaz車 Bravo para el posterior latigazo decisorio de Braulio.
As赤 que los rebotes tuvieron mucho que ver en todo, igual que en el baloncesto... Un partido resuelto de este modo permite m迆ltiples interpretaciones. Por eso Lasarte fue incluso m芍s severo que Aguirre en su juicio: el uruguayo subray車 la deficiente puesta en escena de su equipo en el primer tiempo y su improductiva reacci車n del segundo. Aguirre dijo que el triunfo pudo inclinarse de cualquier lado. Estos dos entrenadores se caen bien y hasta se admiran un poco. Aunque en el juicio de los m谷ritos interviene siempre una preferencia, no ser芍 injusto decir que el Zaragoza fue m芍s que la Real, porque eso no anula los m谷ritos del equipo txuri urdin. Y los hubo...
A por todo. Porque el partido gener車 un f迆tbol suelto, como el buen arroz, con dos equipos vivaces que no se guardaron nada. Aunque hubo de exprimir el reloj para ganar, en el primer tramo el Zaragoza sali車 ganador de todas las disputas, la intenci車n y las ejecuciones. La Real Sociedad pas車 un buen rato de cuerpo presente, en el papel de visitante retra赤do. Enfrente su rival parec赤a deleitarse en el reencuentro con la pelota, urdido en la trama de conexiones de Ander, Jorge L車pez y Sinama. El partido del franc谷s culmin車 la impresi車n de que el Zaragoza a迆n puede ser otro. Cayendo a los lados o saliendo de entre las cortinas, condujo el choque hasta el primer gol: una maniobra de delantero importante que desair車 a Mikel Gonz芍lez y acab車 con un remate sin paliativos frente a Claudio Bravo.
El Zaragoza parec赤a tomado por una nueva energ赤a, en el 芍nimo y el f迆tbol. Pero la Real Sociedad encontrar赤a ese gol del empate (afortunado en el arranque, muy bien resuelto despu谷s por Xabi Prieto) y sac車 al equipo de Aguirre de la v赤a, haci谷ndose m芍s equipo con los minutos. Luego elev車 al fino Griezmann y a Zurutuza, sum車 el empuje de Elustondo y se afil車 con Tamudo. As赤 logr車 contar oportunidades. Leo Franco sac車 la mejor, un remate abajo de Zurutuza que prefiguraba la victoria donostiarra. Griezmann larg車 un tiro arriba y luego cruzar赤a un bal車n primoroso que Tamudo no alcanz車 por muy poco. El Zaragoza sobrevivi車 al susto y lo que perdi車 en fluidez de juego lo trat車 de compensar en arrojo. Aguirre levant車 esa bandera: adelgaz車 la retaguardia y llam車 a filas a todos sus delanteros. Lafita primero, Marco P谷rez despu谷s, y Braulio ya casi al final. Ser赤a Braulio, el eterno meritorio, el chico siempre olvidado, quien gritar赤a el gol.
La Real Sociedad cay車, as赤, al borde del final. Lamentando lo perdido, un gol anulado por falta de Elustondo y, sobre todo, el irresponsable penalti que Contini le hizo a Tamudo ya en el alargue. Esa 迆ltima jugada le daba para una r谷plica seria al arbitraje, al modo si quisiera llorar como Mourinho. Tambi谷n el Zaragoza podr赤a reunir un pliego de agravios. El problema de Teixeira es la contumacia. Sus arbitrajes est芍n hechos de pura lisergia: caleidosc車picas equivocaciones que explotan en mil colores.aguirrelasarte
Los deseos del zaragocismo
Una gran pancarta en la curva sur de La Romareda sirvi車 para escenificar los deseos de la afici車n zaragocista para el nuevo a?o. Al modo de una carta a los Reyes Magos, la hinchada le pidi車 al 2011 "un delantero que meta muchos goles". Por el momento, Sinama y Braulio hicieron uno por cabeza y el Zaragoza logr車 su segundo triunfo de la Liga.