El coraz¨®n del Atl¨¦tico deja de latir en Europa

No pudo ser. El Atl¨¦tico de Madrid no pas¨® del empate en su visita al Bayer Leverkusen y qued¨® eliminado mucho antes de lo esperado en el torneo que le encumbr¨® en Europa la temporada pasada tras varios a?os desaparecidos del mapa continental. Los hombres de Quique completaron una buena primera mitad en la que gozaron de ocasiones para marcharse con ventaja al descanso, pero la mala fortuna y la mala punter¨ªa mantuvo la igualada. Tras el intermedio, fue el equipo alem¨¢n el que tom¨® la iniciativa y logr¨® adelantarse a media hora del final. Tan s¨®lo tres minutos despu¨¦s, Fran M¨¦rida convirti¨® su primer bal¨®n del partido en el gol del empate. El tanto logrado por el Aris ante el Rosenborg justo antes del descanso se not¨® en exceso en el ¨¢nimo de los jugadores rojiblancos. El equipo griego acab¨® ganando 2-0, resultado que hubiese dejado sin efecto alguno una victoria atl¨¦tica.

El Atl¨¦tico lleg¨® al helado BayArena con pie y medio fuera de la Europa League y con la obligaci¨®n de ganar al Bayer Leverkusen para obtener una opci¨®n remota de estar en la siguiente fase del torneo. Adem¨¢s de derrotar al conjunto m¨¢s fuerte del torneo defensivamente hablando (un gol encajadao en cinco partidos), los de Quique necesitaban un empate o una victoria del Rosenborg en Sal¨®nica ante el Aris. Esta era la ¨²nica combinaci¨®n que val¨ªa a los rojiblancos y que, en caso de no producirse, provocar¨ªa una estrepitosa eliminaci¨®n del vigente campe¨®n a las primeras de cambio. Los alemanes no se jugaban nada, pero no se esperaba que pusieran las cosas f¨¢ciles a los colchoneros. Quique aline¨® desde el comienzo a Simao pese a su m¨¢s que probable salida en enero camino a Turqu¨ªa y Assun?ao fue el acompa?ante del fijo Mario Su¨¢rez en la medular.

Decepcionante es la palabra que define a la perfecci¨®n el comienzo del partido por parte del Atl¨¦tico de Madrid. Los de Quique hicieron coincidir el inicio del partido con un c¨²mulo de imprecisiones en sus pases que otorg¨® el dominio por completo a su rival en los primeros minutos. As¨ª, Jorgensen dispar¨® con total comodidad desde dentro del ¨¢rea por encima del larguero de De Gea . Tuvo que ser, como siempre, Ag¨¹ero el encargado de responder a los locales con una excelente jugada individual que no acab¨® en gol por la falta de fe de Forl¨¢n en las posibilidades de su compa?ero en ataque. Avanzaron los minutos y empeor¨® el estado del c¨¦sped debido a la copiosa nevada, convirti¨¦ndose esto en un factor que ambos equipos tuvieron muy en cuenta a la hora de evitar malas jugadas del terreno. A los veinte minutos de juego la balanza se equilibr¨® y el gol pudo caer para cualquiera de los dos lados.

Los hombres de Quique ten¨ªan ante s¨ª una ocasi¨®n ¨²nica de ganar en el BayArena ante un rival formado por hombres no habituales en las alineaciones de Heynckes. Subir un par de marchas m¨¢s se antojaba el ant¨ªdoto perfecto para desequilibrar el partido por parte de los rojiblancos. A la media hora de juego y con un Atl¨¦tico superior, lleg¨® la mejor ocasi¨®n de la primera mitad favorable al equipo espa?ol. Una buena accci¨®n individual de Simao por banda izquierda sirvi¨® para habilitar a Forl¨¢n que, solo delante de Giefer, dispar¨® al mu?eco cuando ya se cantaba el primero desde el banquillo espa?ol. Kun Ag¨¹ero, hiperactivo, motivad¨ªsimo y muy incisivo, fue el jugador m¨¢s destacado de la primera mitad. Forl¨¢n, con un misil desde la frontal, estuvo cerca de lograr la m¨¢s que merecida ventaja para los del Manzanares al descanso, pero que no pudo alcanzar pese a tener contra las cuerdas al Bayer Leverkusen. Desde Grecia no llegaban buenas noticias, el Aris ganaba con gol de Cesarec. A¨²n as¨ª, quedaban cuarenta y cinco minutos para lograr que el coraz¨®n del Atl¨¦tico siguiera latiendo en Europa.

Pese al trabajo de los operarios durante los minutos de descanso, el comienzo del segundo acto estuvo marcado por el estado del terreno de juego. Los jugadores de ambos equipos perdieron cualquier referente a la hora de dar un pase, intentar marcharse de un rival o correr con el bal¨®n en los pies debido a la manta blanca que cubr¨ªa el c¨¦sped del BayArena. As¨ª, el envite se transform¨® en un carrusel de imprecisiones de jugadores de ambos conjuntos. Fue entonces cuando recuper¨® la iniciativa el equipo germano, quiz¨¢ por el golpe an¨ªmico que signific¨® el gol del Aris para el Atl¨¦tico y quiz¨¢ tambi¨¦n por la nula presi¨®n a la que estaban sometidos. A media hora del final los hombres de Quique se mostraron perdidos en el campo a la par que fueron vaciando el saco de ideas para complicar la vida a los de Heynckes. El entrenador del Atl¨¦tico retir¨® a Forl¨¢n para dar entrada a Diego Costa en un intento casi desesperado de romper la igualdad en el marcador.

A falta de veinte minutos para el final del partido, una jugada aislada del Bayer Leverkusen sirvi¨® al conjunto alem¨¢n para abrir el marcador con un gol de Helmes que parec¨ªa apagar definitivamente la luz para el campe¨®n de la Europa League. Pero cuando todo parec¨ªa perdido, Fran M¨¦rida, que ocup¨® el sitio de Simao tan s¨®lo un minuto antes, convirti¨® su primer toque de bal¨®n del encuentro en el tanto del empate y de la esperanza para los colchoneros. Vuelta a empezar, el Atl¨¦tico necesitaba otro tanto m¨¢s y esperar un capote del Rosenborg en Grecia ante el Aris. Los minutos fueron pasando sin pena ni gloria para los espa?oles. La no consecuci¨®n del segundo tanto atl¨¦tico rest¨® importancia alguna a lo que sucedi¨® en Sal¨®nica, donde el Aris acab¨® logrando la victoria por dos goles a cero. El equipo rojiblanco deja hu¨¦rfana a la competici¨®n que les encumbr¨® en Europa la temporada pasada tras muchos a?os desaparecidos del mapa continental. Varapalo de dimensiones considerables para los hombres de Quique, obligados ahora a centrarse en la Liga y en la Copa.