Oltra y Aguirre se eclipsan

Pensar¨¢n Lillo y Gay que esto ya lo sab¨ªan hacer ellos. Porque ni el Almer¨ªa ha ganado todav¨ªa en casa en esta Liga, ni el Zaragoza lo ha hecho lejos de La Romareda. No hay efecto Oltra, ni efecto Aguirre. Nada. Empatan los dos ¨²ltimos de la clase en un partido en el que un punto no sirve. Se neutralizan, se tiran piedras los unos a los otros. Andan intentando sacar la cabeza, pero siempre hay alguien que les agarra por el tobillo y les empuja hacia abajo. Eso es lo que hicieron ayer los dos equipos, ponerle zancadillas al otro. Porque estuvieron toda la tarde ladr¨¢ndose sin morderse. Y cuando al fin uno es capaz de adelantarse, el otro reacciona y le empata.

No andan tan mal en lo futbol¨ªstico y eso es lo m¨¢s sangrante. Al menos, extrayendo fases de ambos conjuntos en la tarde de ayer. Hay un buen grupo de equipos por encima que no juegan mucho mejor. Algunos se acordar¨¢n del tal Murphy y su dichosa ley.

El Zaragoza, que llegaba a Almer¨ªa con once nuevo, como de costumbre, encontr¨® pronto fugas en la liviana defensa rojiblanca. En el minuto dos ya hab¨ªa avisado Jarosik de cabeza tras un c¨®rner. Parec¨ªa el equipo de casa, mandando sobre un Almer¨ªa que comenz¨® con un punto de agresividad y sin ideas. Pero en esos guiones Kalu Uche se siente el bueno de la pel¨ªcula. Le gusta aparecer de repente, sin que nadie le invite. Se escap¨® de dos defensas en el extremo derecho en una jugada a mitad de camino entre la fortuna y la habilidad. Lleg¨® a l¨ªnea de fondo y sirvi¨® el gol m¨¢s claro de la temporada a Goitom. El sueco, nadie sabe por qu¨¦, envi¨® el bal¨®n a un at¨®nito y sorprendido Leo Franco. Este fallo le har¨¢ m¨¢s famoso que si hubieses marcado. Ya les pas¨® a Abreu y Palermo otrora.

Y la vida sigui¨® mientras el Mediterr¨¢neo se cebaba con su delantero. Ese desconcierto lo aprovecharon Jorge L¨®pez, Gabi y Bertolo para adue?arse del partido. El argentino oblig¨® a Alves a obrar un nuevo milagro. Aunque quiz¨¢ en esta ocasi¨®n, tambi¨¦n fue m¨¢s dem¨¦rito de Bertolo que otra cosa. El Almer¨ªa, que lucha con sus propios demonios, ofreci¨® poco m¨¢s antes del descanso. Apenas una jugada de Uche y un despiste de Edmilson que casi redime a Goitom.

Sali¨® m¨¢s espabilado de la caseta el Almer¨ªa, que comenz¨® a monopolizar el bal¨®n pero dispar¨® con balas de fogueo. El Zaragoza, menos Zaragoza desde la salida de Jorge L¨®pez, se arrincon¨® hasta encontrar el punto m¨¢s d¨¦bil de su crecido rival. Lafita se intern¨® en el ¨¢rea, vio delante a Rigo (debutante junto a Lillo) y le sac¨® un penalti de pardillo.

Diego Alves se acerc¨® a Gabi para descentrarle, pero el centrocampista acomod¨® tranquilamente el esf¨¦rico en la cal y le bati¨®. Casi es noticia que le marquen de penalti al brasile?o. Debi¨® afectarle, porque casi hace la jaimitada de la tarde en un mal control que Marco P¨¦rez no supo aprovechar con la puerta vac¨ªa. Habr¨ªa sido la sentencia.

Pero a estos dos perros flacos que son el Zaragoza y el Almer¨ªa le duran mucho las pulgas y poco las alegr¨ªas. Uche, que ven¨ªa avisando, volvi¨® a hacer una de sus desconcertantes jugadas. Se sac¨® un centro envenenado que cay¨® del cielo a la cabeza de ese pill¨ªn llamado Piatti. De poder verse con 0-2, a encontrarse con un gol de cabeza de un delantero de 1,63. El m¨¢s bajo de toda la Liga.

Desenlace. A esas alturas, el partido ya llevaba roto un buen rato, con muchos quiero y ning¨²n puedo. Lafita y Gabi lo intentaron de lejos sin suerte. La misma que le falt¨® a Piatti, que recorri¨® m¨¢s de medio campo a una velocidad endiablada y con la pelota cosida al pie. S¨®lo Ponzio pudo alcanzarle, ya en el ¨¢rea, y evitar males mayores. Consumieron ambos equipos el partido como quien apura un cigarro, hasta el filtro. Pero ni el tiro de Ponzio ni la falta final lanzada por Uche ven¨ªa con final feliz.

Les tocar¨¢ sufrir a Almer¨ªa y Zaragoza, que ven pasar otra jornada con pocos puntos en el bolsillo y una calculadora cruel que no entiende de sensaciones, de losas psicol¨®gicas, de justicias.