Ag¨¹ero juega contra la historia y los fant¨¢sticos

La ¨²ltima vez que el Atl¨¦tico gan¨® al Madrid (1-3) Aznar presid¨ªa el Gobierno y Almunia lideraba la oposici¨®n. Todo sobre mi madre iba a por el Oscar. Pag¨¢bamos en pesetas y la pensi¨®n m¨ªnima rondaba las 27.000 mensuales (por los m¨ªnimos no pasa el tiempo). Florentino era socio de a pie. Cerezo produc¨ªa Extra?os. Etoo jugaba en el Madrid. Casillas era campe¨®n mundial juvenil. De Gea cursaba Primaria. Y la ciudad ya estaba en obras, aunque este hecho no ofrece una referencia temporal. Fue el 30 de octubre del 99. Hace un siglo.

Distancia.

Despu¨¦s se abri¨® un agujero en la vecindad. En la campa?a pasada, el Madrid le sac¨® 49 puntos en 38 jornadas al Atl¨¦tico, que se siente justificadamente pesimista y llora a sus ca¨ªdos (Perea, sancionado; God¨ªn, pupas en El Pupas, operado de apendicitis) y al ausente, Forl¨¢n, hace un rato superh¨¦roe de cuatro s¨ªlabas: u-ru-gua-yo. No marca desde el 11-S, pero se ambienta en los derbis: ha marcado en los tres ¨²ltimos. Pinta que jugar¨¢. Tambi¨¦n inquieta De Gea. Una sobrecarga le dificulta el juego con el pie, pero el derbi es causa de fuerza mayor y estar¨¢, aunque quiz¨¢ no le veamos sacar. A cambio, vuelve Reyes, sano y de punta en blanco. Tiago, con su gol en Noruega, puede romper una pareja feliz, Assun?ao-Ra¨²l Garc¨ªa. El navarro ser¨¢ soltero y suplente. Y comparece en plenitud Ag¨¹ero, al que Florentino mira como a un pastel. Es la baza atl¨¦tica, junto a su gusto por el deporte extremo y las situaciones l¨ªmite: preg¨²ntenle al Inter.

Todo es m¨¢s sencillo en el Madrid. Jugar¨¢n los once titular¨ªsimos hasta que el cuerpo aguante. Y cuando no lo haga, Mourinho espera que el equipo vuele ya con el piloto autom¨¢tico.

Respeto.

Se recuperaron Pepe e Higua¨ªn, y Carvalho, Khedira, ?zil y Di Mar¨ªa est¨¢n al corriente del manual de un derbi. Jugar¨¢n los de siempre, muestra de respeto al Atl¨¦tico. Y los de siempre son temibles: invictos, con Cristiano al galope (13 goles en octubre), l¨ªderes en la tabla, en pegada y en aguante. En definitiva, en perfecto estado de revista para un partido de lleno, sin ultras atl¨¦ticos y con m¨¢s pasi¨®n que igualdad. Pero, ojo, es un derbi...