El Barcelona se reconcilia con el Camp Nou

El f¨²tbol se estudia, se disecciona y se sumerge en los campos de la filosof¨ªa y la matem¨¢tica cuando muchas veces parece una cuesti¨®n para la metaf¨ªsica. A quienes vieron s¨®lo el primer tiempo costar¨ªa explicarles el segundo y viceversa. Del peor Barcelona de la temporada al mejor, de un Valencia autoritario, casi sobrado, a uno apocado y desarbolado. Normalmente el descanso separa dos tiempos, esta vez separ¨® dos mundos. Para el Barcelona, de la UVI al para¨ªso. Para el Valencia de la exhibici¨®n a la nada.

Para el Barcelona el partido fue la ant¨ªtesis del ¨²ltimo en el Camp Nou ante el Mallorca. Entonces lo bord¨® sin punter¨ªa en el primer tiempo y desapareci¨® en el segundo. Esta vez regres¨® de la tumba para rebelarse contra el destino y sellar la v¨ªa de agua de un estadio del que parec¨ªan a punto de volar otros tres puntos. Todo gracias a un Valencia que iba, Emery avis¨®, de ¨®rdago y no de farol. Con una autoridad desconocida para los visitantes del Camp Nou, se hizo con el bal¨®n y el juego, maniat¨® al Barcelona, despleg¨® un plan quir¨²rgico, marc¨® y perdon¨® el segundo. Sinti¨¦ndose m¨¢s l¨ªder y m¨¢s equipo se march¨® al vestuario. De ¨¦l Sali¨® azotado por la realidad y por un torbellino azulgrana improbable apenas quince minutos antes.

Y lo peor para el Valencia, adem¨¢s del regusto a oportunidad perdida, fue que termin¨® sinti¨¦ndose muy lejos del Barcelona, tanto que el primer tiempo no parec¨ªa a minutos de distancia: parec¨ªa otra era. Emery coloc¨® a Mathieu por delante de Alba, a Banega por delante de Fernandes y Albelda y a Soldado en punta. Con presi¨®n arriba y descaro, el Valencia se qued¨® el bal¨®n, defendi¨® en campo contrario y aburri¨® a un rival desconectado. Preciso en defensa y efectivo en ataque de la primera l¨ªnea a las bandas y de ah¨ª al coraz¨®n del ¨¢rea. As¨ª marc¨® Pablo tras internada de Mathieu y as¨ª el propio Pablo perdon¨® el 0-2. A bocajarro, desde el punto de penalti, se encontr¨® con una parada descomunal de Vald¨¦s. Ese momento, cerca del descanso, result¨® instrumental para todo lo que vino despu¨¦s. El Barcelona se sinti¨® vivo, indultado, y cogi¨® carrerilla antes del descanso con sus mejores incursiones y un remate de Messi sacado bajo palos por Bruno. Fue, a posteriori es f¨¢cil afirmarlo, el aviso de lo que estaba por venir, las finas gotas que se convirtieron en tormenta.

Aparece Iniesta, aparece el Bar?a

El Barcelona del segundo tiempo fue la ant¨ªtesis del fantasma que hab¨ªa dejado el campo minutos antes con la cabeza baja. De espeso a sedoso, de plomizo a vertical, de in¨¢nime a salvaje. En el primer minuto Iniesta y Xavi tiraron una pared que el manchego emboc¨® ante C¨¦sar. Ya nada fue igual. El resto fue f¨²tbol y m¨¢s f¨²tbol en versi¨®n azulgrana, otra decena de ocasiones y otro gol, servido otra vez por Xavi para un remate de cabeza maravilloso de Puyol. Y quiz¨¢ no sea casual que marcaran Iniesta tras combinaci¨®n exquisita y Puyol en acci¨®n de raza. As¨ª fue la resurrecci¨®n del equipo de Guardiola, todo clase y todo fuerza.

Iniesta no s¨®lo marc¨® el primer gol, fue la espoleta de la refundaci¨®n espiritual del Bar?a. A su ritmo y mando se unieron Xavi, Alves, Maxwell, Villa y hasta Messi, que tambi¨¦n pas¨® de las sombras a la descarga el¨¦ctrica. El Valencia trat¨® de sostenerse en el partido durante unos minutos y despu¨¦s, superado y agotado f¨ªsica y mentalmente, prob¨® la entrada de Mata y Aduriz. Pero s¨®lo sigui¨® vivo por los reflejos de C¨¦sar y por una falta de punter¨ªa del Barcelona a la que puso rostro un Villa que lo intent¨®, sin suerte, todo. Literalmente. Tambi¨¦n Iniesta, Messi y Pedro pudieron marcar. Y lo que hab¨ªa podido ser tragedia pudo ser tambi¨¦n goleada. Y lo que pudo ser golpe de estado termin¨® con sonrisa de oreja a oreja de un Camp Nou que estreno c¨¦sped y redescubri¨® a tiempo a su equipo. La mejor medicina tras un d¨ªa muy largo en lo institucional.

La victoria supone mucho para el Barcelona. Mucho: la derrota ante el H¨¦rcules y el empate ante el Mallorca hab¨ªan puesto cables de alta tensi¨®n en torno a la visita de un Valencia en vena y crecido y del que algunos dir¨¢n, quiz¨¢ de forma no del todo justa, que sigue sin poder con los grandes toros que le pone delante el calendario. Pero que dej¨® un primer tiempo de un nivel y un estilo que que pocos se han podido permitir en el Camp Nou en los dos ¨²ltimos a?os. Lo otro, lo de la segunda parte, s¨ª lo han sufrido muchos, casi todos: la mejor versi¨®n del Barcelona, que apareci¨® de pronto, justo cuando los s¨ªntomas apuntaban a diagn¨®stico de m¨¢xima gravedad. As¨ª es el f¨²tbol sea cosa de la matem¨¢tica, la filosof¨ªa o la metaf¨ªsica.