Champions League | Auxerre 0 - Real Madrid 1
Di Mar赤a sale al rescate
Marc車 el gol de la victoria y reactiv車 al Madrid. Mourinho jug車 con un trivote en la primera parte. Despu谷s rectific車 con ?zil y el argentino

Cuando supimos que Mourinho jugar赤a con un trivote temimos que las tinieblas se apoderaran de nosotros y de nuestra descendencia. Suena mal lo del trivote, casi tr芍gico. Alude al peor calcio y a los mejores candados, a equipo grande que juega como si no lo fuera. Suerte que a nosotros tambi谷n nos adiestra Mourinho y nos estamos haciendo fuertes. Suerte que no hay mal que no cure una victoria, especialmente en Champions y fuera de casa.
Confirmado que jugar赤an juntos Khedira, Xabi y Lass, la siguiente impresi車n fue saber que por delante lo har赤an Cristiano, Higua赤n y Benzema. Nos encontr芍bamos, sobre el papel, con un equipo que acog赤a dos tensiones opuestas, cubrirse y desnudarse. Pod赤a tratarse una f車rmula magistral, pero no lo fue tanto. La concentraci車n de centrocampistas sin recorrido por banda provoc車 un atasco en la medular, donde tropezaban madridistas y franceses, con evidente beneficio para estos 迆ltimos.
Para definir el cambio de sistema del Madrid (ofensivo o defensivo) no hay como apuntar el nombre de los sacrificados: ?zil y Di Mar赤a, un pasador y un extremo. Por no hablar del finado Pedro Le車n. El equipo no tard車 en echarlos de menos; Mourinho, un poco m芍s. ?zil entr車 por Benzema en el 57' y Di Mar赤a por Lass en el 73'.
Sin m芍s banda que la que abr赤a Marcelo, la primera parte nos mostr車 la impotencia de un Madrid que se quedaba atrapado en su propio embudo. S車lo una rapid赤sima circulaci車n del bal車n, plagada de paredes y apoyos, pod赤a resolver el enredo, pero tampoco practica esa suerte el equipo. M芍s bien al contrario: la tendencia es conducir mucho y lento, anunciarse. En l赤neas generales, existe una alarmante falta de complicidad.
Ocasiones. El resultado es que la te車rica superioridad visitante no se reflej車 en el juego. De hecho, las dos primeras oportunidades fueron francesas, y bastante claras. Oliech estuvo cerca de beneficiarse de un mal despeje de Casillas y poco despu谷s no hubo rematador para un gran centro de Langil, que corri車 la banda como un ant赤lope.
La respuesta del Madrid fue individual y espor芍dica. Cristiano calent車 las manos del portero para lo que queda de invierno y Lass se agigant車 en ese bosque de piernas y encontronazos. S車lo le fall車 el 迆ltimo disparo para salir a hombros. Excepci車n hecha de Marcelo (incisivo y asombrosamente maduro), poco se puede destacar del resto del equipo: Benzema naufrag車 inclinado a la banda e Higua赤n repiti車 la obcecaci車n de los 迆ltimos partidos. De Khedira, poco o nada.
S車lo los cambios mencionados modificaron el panorama y el efecto fue casi inmediato en el caso de ?ngel di Mar赤a (tanta santidad en el nombre le hace jugar con ventaja). A los siete minutos de entrar, El Fideo marc車 el gol de la victoria, tras control con el pecho (pechito) y golpeo con el alma. El pase, por cierto, de ?zil.
Sigui車 sufriendo el Madrid, pese a todo, porque la solidez defensiva es una virtud por consolidar. Pepe cabece車 a su propio poste y el polaco Jelen sembr車 el p芍nico hasta el 迆ltimo momento. Sustos menores si se comparan con la irrupci車n inesperada del trivote.