Lillo, el esp¨ªa txuri-urdin

Llevaba tiempo la Real Sociedad esperando esto. Ya volvi¨® a sentirse de Primera con su estreno en casa, ahora toca la segunda parte. Toca salida, quiz¨¢ la m¨¢s larga que tendr¨¢ este curso, cruzando el pa¨ªs de una punta a otra. Su anfitri¨®n es Juanma Lillo, que estuvo a punto de lograr el ascenso que finalmente firm¨® Lasarte. Al tolosarra se le llena la boca hablando de la Real. Conoce la idiosincracia del club y, sobre todo, la de la plantilla. Coincidi¨® con 16 jugadores. Eso le da cierta ventaja.

En estos d¨ªas de par¨®n, Lillo ha desempolvado sus recuerdos realistas, viejos secretos. Alecciona a su tropa y les dice lo que quiere. Insistente, tambi¨¦n pule su 3-4-3, un sistema en desuso y que parece que hoy tendr¨¢ matices mucho m¨¢s ofensivos. Porque estudia quitar m¨²sculo del centro del campo y dar entrada a un nueve. De eso tambi¨¦n tiene la Real, que quiere que Tamudo agarre con fuerza la bandera de su proyecto. Despu¨¦s de una vida en el Espanyol, quiere ponerle un broche de oro a su carrera. La Real es su Schalke. Y su trabajo es doble hoy, en este lunes raro. S¨ª, raro, porque hay f¨²tbol. Pero habl¨¢bamos de Tamudo, que se queda sin su pareja Llorente por culpa de una lumbalgia. El veterano punta tiene por detr¨¢s un grupo con hambre y mucha juventud, con un aire a Zubieta m¨¢s que interesante.

El Almer¨ªa es otra cosa. No es cantera pero s¨ª una f¨¢brica. Ficha a gente joven y casi desconocida para que se encumbre de rojiblanco. La senda de los Negredo y los Felipe Melo la deben seguir Valeri, Piatti, Bernardello, Alves... Son maneras distintas de entender el f¨²tbol y con Lillo como nexo com¨²n...