Los de Drogba se aferran a un milagro ante Corea del Norte

A estas alturas del Mundial so?ar con un milagro est¨¢ muy bien. Da moral a quienes lo ans¨ªan y mantiene el suspense hasta el final. Pero si el milagro lleva impl¨ªcito que Costa de Marfil golee a Corea del Norte, que a¨²n se est¨¢ lamiendo las heridas del 7-0 encajado ante Portugal, el asunto se complica considerablemente. Los elefantes, encabezados por su l¨ªder, Didier Drogba, necesitan algo m¨¢s que un milagro para clasificarse para octavos porque, adem¨¢s, deber¨ªa darse la circunstancia de que Portugal cayera ante Brasil y perdiera su colch¨®n de nueve goles de diferencia sobre Costa de Marfil.

Los africanos se encontrar¨¢n delante a una selecci¨®n que ans¨ªa lavar su imagen, tras la humillaci¨®n de haber encajado ante el equipo de Cristiano Ronaldo una de las mayores goleadas de la historia de los Mundiales. Corea del Norte, adem¨¢s, soporta otra vejaci¨®n, ver c¨®mo Corea del Sur, su eterno enemigo y rival, s¨ª estar¨¢ en los octavos de final. Para Corea del Norte, que hoy se despide del Mundial, su partido ante Costa de Marfil se ha convertido en un asunto de honor, de Estado. M¨¢s a¨²n en una selecci¨®n donde nadie destaca especialmente y donde, como si de un ej¨¦rcito se tratase, todos trabajan de forma entregada y disciplinada.

Goleada al margen, el equipo asi¨¢tico tiene fama de equipo ultradefensivo. Prueba de ello, es que su ¨²nico gol lo marc¨® un defensa, Ji Yun-Nam y sus contadas ocasiones de cara a la porter¨ªa las concentra en los contragolpes. Su fallo m¨¢s terrible es que abren muchos huecos. La tripleta marfile?a compuesta por Kalou, Drogba y Dindane rezan para encontrar esos huecos. Para todo lo dem¨¢s, lo mejor es encomendarse a Santa Rita, patrona de los imposibles.