mundial 2010 grupo h | chile 1 - espa?a 2
Hubo que sufrir para llegar hasta Cristiano
Chile fue mejor durante la primera parte, pero la perdi車 su dureza y la contundencia de Villa e Iniesta. El equipo de Bielsa jug車 casi una hora con diez. Espa?a mejor車 cuando jug車 con cinco centrocampistas. Portugal la espera en octavos.
Disfrazados de optimistas, si la preocupaci車n nos lo permite, habr赤a que celebrar que hemos alcanzado ese estado de inexplicable grandeza que ha permitido a Alemania, Italia, Argentina o Brasil ganar tantos partidos en los fue peor. Espa?a gan車 la Eurocopa y en el lote ven赤a el 芍ngel de la guarda que protege a los campeones incluso cuando no lo merecen. Ahora, pasada la frontera de lo inadmisible (marcharse a casa en la fase de grupos ), cabe esperar el golpe de tim車n, porque en Pretoria Chile fue mejor medio partido y nos apret車 como hace tiempo no lo hac赤a nadie. S車lo cuando la selecci車n de Bielsa se vio con diez y le abandonaron las fuerzas se abri車 Espa?a paso en el partido. Portugal y Cristiano , en octavos, exigir芍n m芍s .
Chile es una selecci車n de autor, un equipo cuya suma final est芍 muy por encima de sus activos. Sus futbolistas no aguantar赤an un mano a mano con los de Del Bosque, pero agrupados en un di芍metro reducido, adiestrados y exprimidos t芍cticamente hasta el l赤mite, est芍n a la altura de cualquiera. P車nganle esa medalla a Bielsa por esta interpretaci車n sinf車nica del f迆tbol. Porque de salida Chile nos quit車 el bal車n, y sin bal車n somos un oso polar en el tr車pico. Y despu谷s nos presion車, nos hizo el partido antip芍tico, despert車 nuestros miedos y nos meti車 en un l赤o. Ese equipo solidario, esforzado, en el que nadie se escaquea, se merend車 a Xavi e Iniesta (el eje del bien, como record車 antes del partido el propio Zapatero en la SER), nos amarg車 la salida y nos cre車 tres oportunidades clar赤simas de gol.
El error de Bravo
La permanente rotaci車n de Alexis, Isla, Beausejour y Mark Gonz芍lez, que robaban muy cerca de Casillas, sembr車 un profundo desoncierto en la Selecci車n, donde s車lo sus mediocentros y sus centrales sosten赤an al equipo. Sufr赤amos y sufr赤amos, caminando sobre el alambre, hasta que un golpe de fortuna y otro de habilidad nos sacaron del apuro. Xavi mand車 un bal車n a Torres, muy escorado a la izquierda. Bravo lo cort車 muy fuera de su marco, pero sin la precauci車n de enviarlo fuera, y se lo sirvi車 a Villa. Y ah赤 asom車 el imparable goleador que lleva dentro: de primera, con la izquierda, casi sin mirar, hizo volar la pelota 40 metros para ponerla en la red.
Fue el primer gran problema de Chile. El segundo es inherente a su juego. Su presi車n es inmisericorde. Y cuando no alcanza, asoma el tornillazo destemplado. Cuando se juega tan cerca del l赤mite de la ley lo normal es salt芍rselo. La motivaci車n acaba por convertirse en sobreexcitaci車n. As赤, 'Chiquidr芍cula' perdon車 un penalti de Vidal a Torres, pero un minuto despu谷s, en una de las contadas combinaciones de Espa?a que recordaron a su pasado m芍s brillante, Iniesta ajust車 al palo una cesi車n de Villa mientras Estrada derribaba a Torres en la otra punta del 芍rea y ve赤a la segunda amarilla (quiz芍 no mereciera la segunda amarilla en este lance, pero s赤 en uno anterior). 0-2 inexplicable pero real. Y contra diez. Una situaci車n de ensue?o con un f迆tbol para olvidar.
Final tranquilo
El descanso trajo una mala noticia, el afortunado gol de Millar, en un disparo lejano que desvi車 fat赤dicamente Piqu谷, y otroa buena, la mejor赤a de Espa?a, especialmente con el traje que mejor nos sienta: el de los cinco centrocampistas. Torres anda lejos de s赤 mismo y cuando Del Bosque meti車 a Cesc por 谷l, la pelota, al fin, fue de Espa?a, que domin車 sin presumir, que dir赤a Luis Aragon谷s, y se ahorr車 los ahogos de la primera mitad. Iniesta, Xavi y el propio Cesc tomaron la escena y relevaron a Busquets y Xabi Alonso, durante muchos minutos los 迆nicos garantes de nuestra ventaja. Tambi谷n ayud車 el empate entre Honduras y Suiza en el Free State , que clasificaba a Chile, merecidamente, y no le obligaba al arre車n final. Y con cierta placidez Espa?a desemboc車 en la primera plaza del grupo jugando peor cada partido que el anterior. El brindis debe ser discreto.