Espa?a se reinventa con estilo

"Hab¨ªa venido de tan lejos para realizar su sue?o, que no pod¨ªa fracasar en su intento de conseguirlo", escribi¨® Scott Fitzgerald en "El Gran Gatsby". La selecci¨®n espa?ola es como ese multimillonario Jay Gatsby, que abandon¨® su vida de lujo y regres¨® a sus or¨ªgenes para recuperar el amor de su novia de juventud. Espa?a nunca ha tenido amor en un Mundial, pero si alguna vez ha estado cerca de conquistar a la chica es ahora. La Selecci¨®n acudi¨® a Sud¨¢frica con un ¨²nico sue?o, con s¨®lo un objetivo: ganar el Mundial . Emprendi¨® el camino al t¨ªtulo en sentido contrario, pero supo recuperar la orientaci¨®n y encontr¨® la senda adecuada. Lo hizo venciendo a Honduras, un combinado menor, de acuerdo, pero tampoco est¨¢ en el grupo de los elegidos Suiza y el bofet¨®n que se llev¨® Espa?a contra ella fue enorme. Gast¨® ese d¨ªa la Selecci¨®n su ¨²nico comod¨ªn y acudi¨® a la cita contra los hondure?os con la obligaci¨®n de ganar. Pues venci¨® y lo hizo con una mezcla de estilos. A su estilo, a su idea, al toque, a esa forma de entender este juego que le ha llevado a ser una de las mejores selecciones del mundo, le a?adi¨® la verticalidad y determinaci¨®n que le falt¨® contra Suiza. Abri¨® m¨¢s el campo y result¨® una combinaci¨®n perfecta, que habla muy bien de la riqueza de la Selecci¨®n que dirige Vicente del Bosque. La Selecci¨®n supo reinventarse.

Fue la victoria de la reafirmaci¨®n. Era el partido una prueba de madurez y confianza y Espa?a la super¨® con soltura y personalidad. M¨¢s all¨¢ del juego, que fue bueno, el choque fue una demostraci¨®n de car¨¢cter y esta selecci¨®n tiene mucho. Es un grupo ganador, los rivales lo saben y por eso le temen. No se entiende de otra forma la enorme algarab¨ªa que se organiz¨® en la prensa de medio mundo con la derrota frente a Suiza, celebrada como un triunfo propio en pa¨ªses destinados a cruzarse con la Selecci¨®n en ese vest¨ªbulo de la gloria que son las rondas finales del Mundial. Los rivales saben que Espa?a nunca se rinde y para ganarla son ellos los que deben vencerla.

Evidentemente, todas estas conclusiones no se extraen de una simple victoria contra Honduras, por decisivo que haya sido este triunfo. M¨¢s importante que eso es que Espa?a demostr¨® que nada le har¨¢ apartarse de la senda que le ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª. Como era de esperar, aprovech¨® Vicente del Bosque la enorme riqueza de la Selecci¨®n, ese fondo de armario que nadie m¨¢s tiene, para introducir cambios en la alineaci¨®n. Salieron Silva y el 'tocado' Iniesta para que entraran Jes¨²s Navas y Fernando Torres.

Dibuj¨® Del Bosque un 4-3-3, con Busquets en el mediocentro y Xavi y Xabi Alonso por delante. Arriba, Navas a la derecha, Villa en la izquierda y Torres en el centro. El campo fue demasiado ancho para que pudieran defenderlo los hondure?os, superados una y mil veces por Villa, que los mare¨® desde la izquierda. A Navas le cost¨® alejar la timidez, pero cuando lo hizo fue un pu?al que atraves¨® la defensa rival. A la velocidad a la que se mueve, s¨®lo los elegidos, y ¨¦l lo es, pueden ser tan perfectos en la ejecuci¨®n de sus acciones. Todo lo contrario que Torres, el m¨¢s flojo de Espa?a y que fall¨® cuantas ocasiones tuvo. Demostr¨® que ahora est¨¢ a otro nivel, a un nivel que no le permite ser titular en la Selecci¨®n.

El cerebro de la Selecci¨®n s¨ª funcion¨®. Disfrut¨® de la lucidez que se requiere para saber leer el partido en cada zona del campo y en cada minuto de juego. Busquets, Xavi y Xabi Alonso se repartieron metros y funciones. Nunca se estorbaron y dieron una salida limpia y r¨¢pida al bal¨®n, jugando al primer toque. Ahora jugamos el bal¨®n por el centro, luego lo abrimos a las bandas. Mezclando con inteligencia el juego confundieron las ideas de los hondure?os.

Espa?a comenz¨® con enorme determinaci¨®n y convirti¨® la primera parte en una avalancha de ocasiones que la falta de punter¨ªa de Torres impidi¨® que se transformaran en una goleada antes de irse a los vestuarios. El risue?o ¨¢rbitro japon¨¦s Nishimura pas¨® por alto un claro de penalti de Izaguirre por mano a los tres minutos y poco despu¨¦s no observ¨® un empuj¨®n a Ramos dentro del ¨¢rea. Era dif¨ªcil de ver.

Fall¨® su primera gran ocasi¨®n Torres, avis¨® Villa con un disparo al larguero y cabece¨® fuera Ramos cuando lo sencillo parec¨ªa marcar. Todo ello en diez minutos. Espa?a presionaba y recuperaba r¨¢pido, construyendo transiciones r¨¢pidas para sorprender a Honduras. El gol fue una consecuencia del juego y no un accidente, como les pasa a otras selecciones de este Mundial. Sucedi¨® apenas superado el cuarto de hora. Fue un golazo, uno de los mejores del torneo. Villa sorte¨® con habilidad a Mendoza y Ch¨¢vez antes de poner el bal¨®n cerca de la escuadra de Valladares, que se estir¨® para la foto. As¨ª se alcanz¨® el descanso, con esa exigua ventaja que no reflej¨® la enorme distancia que hubo entre las dos selecciones.

Espa?a sali¨® adormilada de los vestuarios, pero la pereza se la quit¨® con un nuevo gol de Villa. Naci¨® de un robo y una contra muy bien llevada por Xavi, que abri¨® el bal¨®n a la banda para que Navas estirara a¨²n m¨¢s el campo y devolviera la pelota al centro. All¨ª encontr¨® a Villa, quien defini¨® con fortuna. El bal¨®n roz¨® en Ch¨¢vez para superar a Valladares y convertirse en el segundo tanto de Espa?a.

Para entonces Honduras ya hab¨ªa decidido nadar en mar abierto. Desnud¨® el centro del campo, del que retir¨® a Espinoza, y puso un delantero m¨¢s, Welcome. Nunca se escribi¨® nada de los cobardes, dicen. Se lanz¨® de forma inconsciente al ataque y Espa?a encontr¨® una autopista sin peaje hasta Valladares, sin que esta variante t¨¢ctica sirviera para inquietar a Casillas, que vivi¨® una noche pl¨¢cida.

La iniciativa siempre correspondi¨® a Espa?a, que aument¨® el toque para intentar dormir el partido. Mereci¨® m¨¢s goles la Selecci¨®n, pero los goles no se merecen, se marcan, y Espa?a malgast¨® todas las ocasiones que tuvo. La m¨¢s clara, un penalti que fall¨® Villa. Lo hab¨ªa cometido Izaguirre, el de la mano del inicio, que derrib¨® a Navas. Ya al final, Villa fall¨® otra clara ocasi¨®n, despu¨¦s de un gran pase tambi¨¦n de Navas. La precisi¨®n es lo primero que se pierde cuando se acaban las fuerzas y a Espa?a la fuerza le abandon¨® el ¨²ltimo cuarto de hora. Pero incluso en ese espacio, la Selecci¨®n tuvo ocasiones para marcar.

Con el trabajo ya hecho, aprovech¨® Del Bosque para dosificar esfuerzos y dar minutos a quienes no los tuvieron el primer d¨ªa. Cesc, Mata y Arbeloa entraron por Xavi, Torres y Ramos y los dos primeros participaron activamente, con el descaro que les permite su calidad.

Se cerr¨® el encuentro entre ocasiones de Espa?a y est¨¦riles amagos de Honduras. Jug¨® bien la Selecci¨®n, que mereci¨® m¨¢s goles. Pero pese a todo lo contado, Espa?a todav¨ªa no ha hecho nada, porque el tropiezo del primer d¨ªa contra Suiza le obliga a jugarse el pase a octavos contra la aut¨¦ntica Roja, la Roja de Chile.