Mundial Sur芍frica 2010 | Holanda 2 - Dinamarca 0
Holanda gana con lo justo y ans赤a a Robben
La suerte acompa?車 a una Holanda que hab赤a sido inferior a Dinamarca en la primera mitad. Agger anot車 en propia puerta tras un mal despeje de Simon Poulsen. La entrada de Elia revolucion車 a los 'oranje', que maquillaron el resultado con un tanto de Kuyt.
El gesto serio de Cruyff en el palco de autoridades es un buen resumen del partido, mal partido que abr赤a la cometici車n en el grupo E. El 'flaco' vio como la selecci車n de su pa赤s ganaba con lo justo, pero ganaba, en su debut. Pero tambi谷n vio un equipo que pierde mucho sin su gran estrella, Arjen Robben, y que mucho tendr芍 que mejorar para mantener el estatus de favorito inherente al combinado holand谷s.
Los tres puntos valen lo mismo, y m芍s a迆n en un Mundial , en el que lo 迆nico realmente importante son los resultados inmediatos. Pero la forma de conseguirla, con un gol anotado en propia puerta de mala manera y con todo el infortunio del mundo no habr芍 dejado tranquilos a los aficionados holandeses, que como Cruyff, sabr芍n que la suerte va y viene, pero es m芍s f芍cil tenerla si se busca. La buena noticia es que posiblemente Robben vuelva para el pr車ximo partido, la mala que es tan fr芍gil que Holanda no puede permitirse depender de 谷l.
Antes del choque predominaban las dudas. Principalmente en Holanda, y sobretodo por la baja de Robben. El extremo del Bayern pasa por ser uno de los mejores jugadores del mundo en este momento, y una ausencia as赤 se debe notar forzosamente sea cual sea el equipo. Van Marwijk opt車 por Van der Vaart en la banda izquierda, con el riesgo de descartar el uso de ese flanco.
Finalmente es lo que ocurri車. El madridista no tiene alma de extremo y no le gusta vivir pegado a una l赤nea de cal y tiende a ir hacia el centro. En ocasiones los 'oranje' lo pagaron con una congesti車n en su juego, toda vez que Kuyt, colocado en la derecha, no es un buen jugador de banda en el Liverpool y tampoco lo ser芍 en su selecci車n.
Lo que no cambi車 Holanda fue la esencia, el esp赤ritu ofensivo y la voluntad de mirar siempre al marco contrario. El estilo heredado de los 70 perdura y as赤 llegaron las primeras ocasiones para los 'tulipanes', curiosamente a botas de Van der Vaart, que tan al centro se iba que en ocasiones acab車 de delantero.
Dinamarca por su parte comenz車 consciente de sus carencias. Probablemente se trate del combinado m芍s d谷bil de los escandinavos en sus cuatro participaciones mundialistas, aunque tambi谷n es cierto que el nivel de los Elkjaer-Larsen, Laudrup (tambi谷n Brian, por supuesto) o Schmeichel est芍 demasiado alto. Los daneses se encuentran en plena transici車n, y aunque no llegan al nivel de los a?os dorados de su f迆tbol a迆nan una interesante mezcla de experiencia y juventud.
La 'dinamita roja' ya no lo es tanto, pero se ha sabido adaptar a las circunstancias. Con un juego menos dominante sabe mantenerse a la espera del fallo del rival. El gran Morten Olsen hizo una correcta lectura del partido y rechaz車 la batalla por la posesi車n del bal車n. Lo entreg車 y puso su 谷nfasis en el orden defensivo. Una disciplina que maniat車 al rival.
Holanda se fue sintiendo m芍s c車moda con el paso de los minutos, adelant車 sus l赤neas y trataba de mover el bal車n con velocidad, aunque con escaso 谷xito. Sneijder no ten赤a demasiada presencia y a Van Persie, aunque dejaba alg迆n detalle, apenas le llegaban balones en condiciones. La previsibilidad del juego holand谷s comenz車 a dar pie a las contras danesas, y llegaron las mejores ocasiones de la primera parte, la mejor de ellas un cabezazo de Bendtner, a pase de Rommedahl, que se march車 desviado por poco. Luego llegaron sendos intentos del propio Rommedahl y de Kahlenberg, que obligaron a Stekelenburg a intervenir.
Mazazo en el peor momento
Dinamarca se fue al descanso con la confianza que da el saber que si alguien mereci車 el gol fueron ellos, aunque lo m芍s justo era el empate. Pero como tantas y tantas veces ocurre en el f迆tbol, la justicia es lo que menos cuenta, y nada m芍s comenzar la segunda parte los te車ricos visitantes se encontraron un tanto en contra que se produjo de la forma m芍s dolorosa posible. En propia meta y con rebote incluido. Van Persie colg車 un centro desde la izquierda que Simon Poulsen despej車 defectuosamente con tan la mala fortuna que el bal車n dio en la espalda de Agger y tras dar en el palo se col車 en su porter赤a. La mala suerte se ali車 cruelmente con el poderoso.
Olsen reaccion車 introduciendo a Gronkjaer primero y a Beckmann despu谷s. Este 迆ltimo entr車 en lugar de Bendtner, que lleg車 al partido con lo justo por unos problemas f赤sicos. Con el gol Holanda se repleg車, entreg車 el mando del encuentro al rival y se prepar車 para afrontar un partido diferente, con Dinamarca volcada, dejando espacios atr芍s y con la posibilidad de sentenciar a la contra. Para ello el seleccionador 'oranje' dio entrada al rapid赤simo Eljero Elia.
El del Hamburgo revolucion車 el partido nada m芍s entrar. Aport車 a Holanda lo que necesitaba, velocidad de rel芍mpago, verticalidad y descaro en la banda. Un recurso necesario para superar una defensa ordenada como la danesa. Siempre que recib赤a el bal車n iba directo a por su par sin especular. A los daneses les debi車 entrar el miedo en el cuerpo porque su tentativa de reacci車n se qued車 en eso.
Holanda volvi車 a controlar el juego y la entrada de Afellay termin車 de dar la mordiente que hab赤a faltado en la primera parte. Con una Dinamarca totalmente entregada llegaron los mejores minutos de los centroeuropeos. Los dos j車venes cambiaron la imagen de su equipo y, qui谷n sabe, tal vez se hayan ganado una oportunidad si Robben sigue sin estar disponible.
En las botas de Elia naci車 la jugada del segundo gol, se plant車 delante de Sorensen y con un toque sutil mand車 al poste un bal車n que merec赤a ser gol, pero que tuvo que esperar a que Kuyt lo empujara a la red. Holanda maquillaba con el tanto un resultado justo en el global del encuentro, pero cimentado en un golpe de fortuna que no debe tirar por tierra las esperanzas danesas.