Pablo Alfaro
"Cuando veo estos defensas pienso que el f迆tbol cambi車 para bien"
El doctor Pablo Alfaro (Zaragoza, 1969) es el entrenador del hist車rico Pontevedra CF, club del Grupo I de nuestra Segunda Divisi車n B. Vive su estreno en los banquillos.
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?C車mo juega un equipo dirigido por usted?
Fui defensa durante 18 a?os y me lo pas谷 mejor cuando mi equipo atacaba que cuando me tocaba achicar balones. Por tanto, si hay que pasarse, que sea atacando.
Describa su partido ideal.
Discrepo de quienes dicen que es el que acaba 5-4. ?Mejor es ganar por 5-0! Supone que bordaste el equilibrio defensa-ataque, meter todos los goles posibles sin encajar ninguno. Pero eso lo consiguen pocos equipos en el mundo.
?Est芍 usted disfrutando?
Incluso de lo inestable, ese vivir en el alambre que acompa?a la vida del entrenador. El f迆tbol es una de mis pasiones y cuando por la edad me fue imposible jugarlo, que es el goce m芍ximo, me inclin谷 primero por la corbata, dos a?os en el Sevilla como coordinador del primer equipo, y despu谷s aceptando la oferta del Pontevedra. Hablamos en verano, no concretamos y pocos meses despu谷s estaba en su banquillo. Bien, contento...
?Qu谷 faceta de su nueva vida le recuerda la anterior?
Que este es un juego de futbolistas, que ellos son lo importante. El mismo Guardiola dice que quiz芍 no le saldr赤an las cosas tan bien en otro equipo. La gente va a ver a los futbolistas, no a los entrenadores ni a los presidentes.
Cuando ve a los defensas de ahora, ?qu谷 piensa?
Que el f迆tbol cambi車 y evolucion車 para bien.
Messi y Cristiano en su 谷poca, ?uff?
Y 20 a?os antes de mi 谷poca, ?m芍s uff! Ahora ves un partido de juveniles y los defensas tratan de sacar bien la pelota, ser veloces... Antes se apostaba por la fortaleza, el juego a谷reo, el 'tacle', era otra cosa.
En ese cambio tienen mucho que ver las nuevas generaciones de entrenadores.
S赤, pero no porque seamos mejores ni peores que nuestros mayores sino porque el juego ha evolucionado. No s車lo en lo t芍ctico y lo f赤sico sino tambi谷n en un apartado important赤simo como es el sicol車gico y mental. Se van incorporando a los banquillos ex futbolistas j車venes y bien preparados que entienden su trabajo como un compendio de conocimientos, una suma de profesionales cuyo trabajo ayuda a que el juego sea mejor. En mi 谷poca, el discurso era ?ech芍dle huevos y a por ese! 'Ese' era el mejor del equipo contrario. Ahora cualquier jugador te pregunta: ?y la transici車n c車mo la hacemos? Es otra historia, el mismo Pontevedra es un ejemplo. Conmigo est芍 Mart赤n Ragg, que fue portero del club, y tengo la fortuna de contar con un grupo de investigadores de la Universidad de Vigo, HI-20 se llama, enamorados del deporte que me ayudan hasta el punto que en Segunda B tengo incluso recuperador.
?Qu谷 entrenador de los que tuvo le influy車 m芍s?
?Tuve tantos...! Trat谷 de fijarme en todos: Antic, Cruyff, V赤ctor Fern芍ndez, Irureta, Yosu, Preciado, D'Alessandro, Caparr車s... Con 谷ste fue con quien m芍s relaci車n tuve, pues pasamos juntos cinco a?os en el Sevilla y se estableci車 cierta complicidad. Es una persona que compite desde que se levanta hasta que se acuesta... Antic me dio la alternativa, eso nunca se olvida.
?Y Cruyff?
Todos los que estuvieron con 谷l hablan mejor o peor, pero a nadie dej車 indiferente. Todas las escuelas tienen cabida en el f迆tbol, todo lo que se haga con criterio, sentido com迆n y sin vender motos es v芍lido.
?Hay mucho vende motos?
Hay gente falta de coherencia, que se presenta con un discurso y lo cambia a mitad de camino. Busca tu mensaje y ve con 谷l, de otro modo el vestuario te pilla y es tu final. Cuando hablas a los ojos de un jugador sabes si te cree o ha descubierto tu incoherencia.
Hablando de eso: ?la Segunda B de ahora es coherente?
No, para m赤 es una categor赤a inflada. Demasiados grupos, jugadores, entrenadores... Lo ideal ser赤a reducirla a la mitad, pasar de cuatro grupos a dos. Conseguir赤amos subir su nivel y fortalecer la Tercera. Y con la que est芍 cayendo econ車micamente... Hay clubes en Segunda B cuya estructura no se corresponde a lo que deber赤a ser esta categor赤a. Y en Primera y Segunda, lo mismo. La Ley Concursal es una puerta abierta a la mala gesti車n. Hemos estado a un paso de la huelga, es evidente que el modelo est芍 muy en cuesti車n.
En la elite tambi谷n habr赤a que meter la tijera, creo.
Probablemente. Pero ser赤a m芍s dif赤cil, pues a ver qui谷n votar赤a s赤 a una reducci車n de equipos en Primera y Segunda m芍s all芍 de los tres o cuatro grandes. Aqu赤, el descenso es un drama, a medida que se acerca el final de temporada los servicios de Cardiolog赤a se llenan de directivos afectad赤simos por la que se les viene encima si su equipo baja. Urge un cambio y es bueno fijarse en lo que pasa por ah赤. En la Premier, los descendidos conservan la mayor parte de su contrato de televisi車n, tienen una red que les protege. ?Son tantas cosas...!
Se empieza a plantear una vuelta a la negociaci車n conjunta de los derechos de televisi車n y no como ahora, con Madrid y Bar?a mil codos por encima en cuanto a ingresos.
Son los que m芍s inter谷s despiertan y m芍s dinero deben recibir por tanto. Pero que los dem芍s no reciban migajas. Sin los peque?os no hay competici車n, no vamos a vivir 38 partidos Madrid-Bar?a... Deber赤an hacerse valer, pero con una idea clara: si reciben m芍s dinero no es para gastarlo y endeudarse m芍s. Es como todo: viva usted seg迆n lo que ingresa. El problema de nuestro f迆tbol es que la mayor赤a de dirigentes vive al d赤a, va a la suya y el que venga detr芍s, que arre谷.
?Y su Pontevedra, c車mo est芍?
Ilusionado por llegar al playoff de ascenso.
?Y de cobro?
Al d赤a. Somos uno m芍s en Segunda B, pero con la fortuna de que el club puede ir haciendo frente a sus compromisos, que no es poco.
La ciudad est芍 ilusionada.
S赤, el Nuevo Pasar車n tiene capacidad para 14.000 personas y Villar prometi車 que vendr赤a la Selecci車n a inaugurarlo, imagino que tras el Mundial.
No se me olvide: ?c車mo ve el arbitraje en Segunda B?
El nivel es bueno, gente joven, dialogante, con ilusi車n por mejorar y prosperar.
Tampoco hay que olvidarse de su Sevilla. ?C車mo explica sus 迆ltimas movidas?
Pues con la reflexi車n que dej車 un articulista sevillano: si para cumplir con las expectativas un club como el Sevilla debe ser finalista de Copa, jugar cuartos de la Champions y acabar de los cuatro primeros en la Liga, nueve de cada diez temporadas ser芍n un fracaso. La exigencia te hace crecer, pero con un sentido de la mesura que no debe perder...
?Y su bata blanca?
Estoy a punto de acabar la especialidad de Medicina Deportiva. La 迆nica pega es que la cursaba en C芍diz y me pilla un poco lejos. Es mi otra pasi車n y esa rama, vital en la vida de un entrenador pues te permite entender al m谷dico y comprender, por ejemplo, que las lesiones tienen su tiempo y que no se puede precipitar la vuelta de un futbolista... Aqu赤 se juega mucho.
Demasiado, seguramente.
Y con la m芍xima exigencia. Antes hab赤a equipos que ganaban reserv芍ndose, con el 60 por ciento de esfuerzo les val赤a; ahora no. Y cada jugador es un mundo. Un club compra sus derechos federativos, no la persona.
Y cada uno es de su padre y su madre, dice Di St谷fano.
Ah赤 est芍 el reto del entrenador: 25 t赤os de su padre y de su madre en 20 metros cuadrados y 谷l, en el centro de todo. Persuasi車n, liderazgo, coherencia, buena conducci車n del grupo... O el caos.
Le veo enchufad赤simo.
La pasi車n, amigo...