almer¨ªa-real madrid
Hay Liga a pesar de Alves
Soberbia actuaci¨®n del meta del Almer¨ªa, que con sus trece paradas retras¨® el triunfo del Madrid. Gol de museo de Cristiano Ronaldo y magistral direcci¨®n de Guti mientras le aguantaron las fuerzas.
El Madrid a¨²n tiene mand¨ªbula y pretende llevar al Bar?a, mientras le dure la fe, hasta el ¨²ltimo asalto. Buena noticia para la Liga, porque se presum¨ªa una moral blanca devastada por el se¨ªsmo del s¨¢bado. Pero el Madrid a¨²n no ha salido del campeonato con las manos en la nuca y ¨¦se fue su mensaje en el Mediterr¨¢neo desde el primer minuto. El club exige los 98 puntos que quiz¨¢ no le den la Liga, pero s¨ª el derecho a desmonterarse, y el vestuario, aun consciente de su desventaja, parece entenderlo. Tuvo m¨¦rito el bombardeo al Almer¨ªa, tanto como la soberbia actuaci¨®n de Diego Alves (trece paradas), que oblig¨® al Madrid a gastar demasiada munici¨®n.
Esta vez jug¨® Guti, al que la estrecha desembocadura del equipo le ha convertido en m¨¢s imprescindible que nunca. La desocupaci¨®n de las bandas obliga a meter todo el f¨²tbol por el ojo de una aguja y en ese microf¨²tbol no hay nadie mejor que el 14 del Madrid. Enganchado a su precisi¨®n se ech¨® el equipo de Pellegrini sobre el Almer¨ªa durante diez minutos y estuvo tres veces al borde del gol, en dos disparos de Van der Vaart, uno a quemarropa y otro desde lejos, y en un 'tomahawk' de Cristiano, todos adivinados por Diego Alves, que siempre deja aire de milagroso.
S¨®lo exist¨ªa el Madrid, firmemente aferrado al clavo ardiendo, hasta que Piatti le meti¨® un bal¨®n en profundidad a Kalu Uche, que arranc¨® al l¨ªmite de la ley (o por detr¨¢s de ¨¦l) y puso la pelota en el segundo palo para que Crusat ametrallase a Casillas. Un 1-0 equ¨ªvoco pero real, otra pu?alada al ¨¢nimo del condenado a la persecuci¨®n.
El Madrid, en cualquier caso, lo tom¨® bien, como un accidente, como un par¨¦ntesis en su indiscutible dominio. Volvi¨® a engancharse a Xabi, Guti y Van der Vaart y sopl¨® otra vez como un vendaval sobre Diego Alves, el portero de la Liga al que mejor le sienta el disfraz de superh¨¦roe.
El brasile?o sostuvo al Almer¨ªa hasta la irrupci¨®n de Cristiano Ronaldo en su versi¨®n imparable. Lo intent¨® en el f¨²tbol coral del comienzo, pero acab¨® encumbr¨¢ndose como solista para alcanzar el empate. Fue una arrancada en la calle del diez. La velocidad le ayud¨® a limpiarse a los dos primeros adversarios. Al tercero lo elimin¨® con una bicicleta y al gran Alves, de disparo cruzado. Por fin un gol de su tama?o.
Taconazo frustrado
El 1-1 abri¨® el partido al intercambio de golpes. Peg¨® m¨¢s el Madrid, sobre todo con un remate al palo de Guti, pero tambi¨¦n se abri¨® a ratos el cielo para el Almer¨ªa. Uche perdi¨® un gol hecho en boca de gol por enredarse en un taconazo cuando la jugada exig¨ªa una culminaci¨®n menos l¨ªrica.
Del vestuario volvieron los dos con la misma cara. El Madrid, con Diarra en lugar de Gago, volcado sobre Alves por donde le indicaba Guti y con Cristiano Ronaldo abriendo pista desde la izquierda. El Almer¨ªa, concediendo campo y ocasiones, fi¨¢ndolo todo a los superpoderes de Alves y a una contra de Piatti o Crusat. El partido se desat¨® definitivamente sin que el Madrid fuese capaz de matarlo, aunque lo tuvo Higua¨ªn en dos clamorosas ocasiones (al argentino se le ha ido el ¨¢ngel) y en una tercera de Marcelo que trunc¨® Alves, tambi¨¦n certero en el mano a mano.
El partido se hab¨ªa convertido en un 'remake' de aquel en San Mam¨¦s en que se amurall¨® Iraizoz y cay¨® el Madrid hasta que, con Guti ya al borde la extenuaci¨®n, Van der Vaart encontr¨® el blanco para castigar la estrategia suicida del Almer¨ªa. A¨²n tendr¨ªa una opci¨®n de igualada de Uche y algunos vuelos m¨¢s Diego Alves, el ¨²nico e insuficiente argumento de Lillo para hacer desistir de la Liga al Madrid.