LIGA BBVA | Real Madrid 3 - Sevilla 2
Remontada para ganar la Liga
Un gol de Van der Vaart en el tiempo a?adido culmin¨® la espectacular remontada del Real Madrid, que levant¨® un 0-2 en contra para convertirse en el nuevo l¨ªder de la Liga. El Sevilla tom¨® ventaja con los goles de Xabi Alonso, en propia puerta, y Dragutinovic, con la colaboraci¨®n de Casillas. Cristiano y Ramos equilibraron el resultado y Van der Vaart complet¨® el trabajo. El Madrid ha ganado sus 13 partidos en el Bernab¨¦u.
El Real Madrid huye de la sencillez, no se siente c¨®modo en la normalidad, disfruta resolviendo los problemas que antes gener¨®, se niega a vivir como los dem¨¢s. S¨®lo as¨ª se explica su gusto por las remontadas, su af¨¢n por generar ese sufrimiento en una afici¨®n que vive al borde del infarto y es capaz de pasar de la decepci¨®n y la depresi¨®n del 0-2 al ¨¦xtasis del 3-2 despu¨¦s del gol de Van der Vaart ya en el tiempo a?adido. No fue casualidad que la remontada del Madrid llegara cuando sobre el campo estaban sus mejores centrocampistas, con Guti al frente. Tan genial como inestable, cuando quiere jugar es ¨²nico y esta vez salt¨® al campo con ganas de jugar. Diseccion¨® la defensa del Sevilla con esos pases de delineante que hacen mejores a sus compa?eros y retratan a los rivales.
Mereci¨® el triunfo el Madrid y lo busc¨® superando todos los obst¨¢culos que se encontr¨® en el camino, que no fueron pocos. Esos dos goles en contra, la magn¨ªfica actuaci¨®n del gran Palop. Supo controlar la ansiedad de verse debajo en el marcador, nunca renunci¨® a la victoria, siempre crey¨® en ella, quiz¨¢ porque el Madrid es el ¨²nico equipo capaz de ver una victoria donde los dem¨¢s s¨®lo ve¨ªan un empate. Ese coraz¨®n indestructible fue el que llev¨® a doblegar a un buen Sevilla y a vestirse con el traje de l¨ªder. Como bien saben sus rivales, el Madrid nunca se rinde.
Los futbolistas del Madrid se abrazaron al final como si hubieran ganado la Liga. Deber¨¢n todav¨ªa trabajar mucho para hacer realidad ese objetivo, pero eran conscientes de que despu¨¦s del tropiezo del Barcelona en Almer¨ªa, un triunfo contra el Sevilla supon¨ªa mucho m¨¢s que tres puntos. En el partido se vieron dos conjuntos del Madrid y a Pellegrini deber¨ªa haberle quedado claro cu¨¢l es el mejor y por cu¨¢l debe apostar de aqu¨ª al final. Las victorias se consiguen con coraz¨®n y con ideas y cuando se mezclan los dos ingredientes se obtiene el Madrid que le gusta ver al Bernab¨¦u.
El comienzo no fue sencillo para el Madrid, que se encontr¨® con un Sevilla que sali¨® al Bernab¨¦u con aires de equipo grande, sin que le condicionara el rival o el escenario. Trat¨® de imponer su estilo y en los 20 minutos que lo consigui¨® fue mejor que el Madrid. Pero fueron s¨®lo 20 minutos, tiempo suficiente para adelantarse en el marcador, pero muy poco para ganar en la guarida del Madrid. El premio al descaro y el buen hacer del Sevilla lleg¨® a los diez minutos, cuando Xabi Alonso marc¨® en propia puerta. Fue un ataque magn¨ªfico del Sevilla, que lo inici¨® por la derecha y lo finaliz¨® desde la izquierda. Le acompa?¨® la fortuna en la definici¨®n, pero la ejecuci¨®n de la jugada fue extraordinaria.
Abri¨® el campo todo lo que pudo el Sevilla con Navas y Capel y oblig¨® al Madrid a defender una extensi¨®n de campo demasiado ancha. Las dos flechas que puso Manolo Jim¨¦nez en las bandas desmontaron el sistema defensivo de Pellegrini. Lass nunca vio a Capel, que lleg¨® sobrado hasta Ramos, y Marcelo fue tan brillante en ataque como improductivo en defensa. La consecuencia es que Navas atorment¨® a Arbeloa mientras el Sevilla tuvo el mando del choque.
El Madrid necesit¨® 20 minutos para entonarse e inquietar a un Sevilla que se desorient¨® con la entrada en el lateral derecho del zurdo Adriano en lugar del lesionado Konko. Como si necesitara una excusa, el Madrid busc¨® con insistencia y cierta obstinaci¨®n la banda defendida por Adriano, tan explosivo en la izquierda como vulnerable en la derecha, donde sufre de forma exagerada. Esto origin¨® un desequilibrio evidente en los movimientos ofensivos del Madrid, que ignor¨® la banda derecha.
Hasta el descanso, el Madrid se lanz¨® a un asedio tan insistente como improductivo. Fueron ataques continuos, m¨¢s explosivos que elaborados, y todos ellos se encarg¨® de desactivarlos un enorme Palop, que vive un momento de forma dif¨ªcilmente mejorable. Sac¨® una mano a Marcelo y poco despu¨¦s detuvo sin problemas una volea de Higua¨ªn. El Madrid ya estaba volcado en busca del empate y si no lo consigui¨® antes del descanso fue m¨¦rito del portero. A las dos intervenciones anteriores sum¨® otra a los pies de Kak¨¢, en lo ¨²nico que hizo, y dos m¨¢s a tiros de Cristiano, inadvertido durante demasiados minutos del primer tiempo.
Hizo un movimiento t¨¢ctico en el descanso Jim¨¦nez, que dio entrada a Kanout¨¦ por Capel, cuyo puesto en la izquierda lo ocup¨® Perotti. No corrigi¨® nada Pellegrini, que esper¨® a ir perdiendo por 0-2 para dar entrada a Van der Vaart y Guti por Arbeloa y Lass. Fue un tanto inesperado que lleg¨® cuando el reloj ya se hab¨ªa comido diez minutos del segundo tiempo. Dragutinovic sac¨® una falta desde la zona de medios, en la que busc¨® el centro y encontr¨® el gol, ayudado por el fallo de Xabi Alonso, que dej¨® pasar el bal¨®n, y de Casillas, que se lo 'comi¨®'.
Con todo perdido, Pellegrini reorden¨® el equipo con los cambios antes mencionados y las ideas que tanto trabajo costaba encontrar comenzaron a fluir con naturalidad. Guti fue el jefe en las maniobras y el Madrid s¨®lo necesit¨® consumir diez minutos para empatar. Fue una continuaci¨®n del asedio vivido en el primer tiempo. Primero marc¨® Cristiano, tras un pase de Marcelo que le lleg¨® rebotado al portugu¨¦s, y despu¨¦s fue Ramos quien cabece¨® a gol un c¨®rner sacado por Van der Vaart. Antes y despu¨¦s se vio un disparo al larguero de Higua¨ªn, otro de Guti y un tiro del argentino al poste.
El Sevilla estaba roto y aguantaba como pod¨ªa el asedio. Busc¨® reforzar el centro del campo Jim¨¦nez con Duscher, que supli¨® a Negredo, pero el mando era del Madrid, que no descans¨® hasta que ya en el tiempo a?adido Van der Vaart culmin¨® la remontada. Ramos, que complet¨® una noche m¨¢s que notable, centr¨® desde la derecha, Higua¨ªn cabece¨® para obligar a Palop a otra intervenci¨®n sensacional, pero Van der Vaart fue m¨¢s listo que nadie y se anticip¨® a los defensas para firmar un gol que puede valer mucho m¨¢s que tres puntos. Aires de fiesta en el Bernab¨¦u, que hasta olvid¨® una nueva actuaci¨®n decepcionante de Kak¨¢, al que supli¨® Ra¨²l. Todo se olvida, todo se perdona, al menos hasta el pr¨®ximo partido.