A?o nuevo, vida nueva en el Calder¨®n

El Atl¨¦tico de Madrid empez¨® el a?o de la mejor forma posible. Llev¨¢ndose los tres puntos, que buena falta hac¨ªan, ante un rival con el que deb¨ªa estar luchando sobre el papel por los puestos Champions y encima lo hizo de la manera con la que perd¨ªa a finales de 2009, en el descuento. Y es que los de Quique S¨¢nchez Flores se llevaron los tres puntos ante un Sevilla que se fue deshinchando con el paso de los minutos y muri¨® en el 73 con la expulsi¨®n de Duscher.

Se esperaba un partido electrizante entre atl¨¦ticos y sevillistas. Encuentro de cuchillo en la boca, cargado de emoci¨®n, piques y goles. Pero las bajas trastocaron los primeros planes del a?o y la ansiada batalla qued¨® difuminada por la cantidad de bajas en ambos frentes. La ¨²ltima, y la m¨¢s impactante, la de Sergio S¨¢nchez que ayer tuvo que frenar la pr¨¢ctica deportiva por culpa de una dolencia cardiaca que le puede alejar de los terrenos de juego para siempre.

T¨¢cticamente, las bajas m¨¢s preocupantes para ambos t¨¦cnicos fueron la de sus estiletes. Ni Ag¨¹ero por parte del Atleti ni Luis Fabiano en el Sevilla pudieron llegar al primer partido de 2010. Adem¨¢s, hay que contar con el papel¨®n de la Copa de ?frica (Kanout¨¦ y Zokora) y sumar las sanciones en los rojiblancos (Ujfalusi y Juanito). Por ello, Quique tuvo que improvisar una zaga con Antonio L¨®pez y Valera en los carriles y Dom¨ªnguez y Perea de centrales. Pero sin duda la mayor novedad fue la inclusi¨®n del canterano Ibra en punta y ver a Maxi en la grada el d¨ªa de su cumplea?os.

Poco se pudo ver al senegal¨¦s en unos primeros minutos de dominio hispalense, aderezado con el nerviosismo propio de los zagueros rojiblancos. M¨¢s si tienen que lidiar con las cornadas de Navas y Perotti. De hecho el argentino pinch¨® al primer minuto por el costado de Valera. Y encima a los dos de juego, Perea se carg¨® con amarilla al llegar tarde y mal al corte contra un Negredo que hoy ten¨ªa una gran oportunidad para reivindicarse.

El ritmo avasallador del Sevilla no dur¨® m¨¢s de diez minutos y el Atl¨¦tico de Madrid aprovech¨® para hilvanar sus primeras jugadas y tambi¨¦n ver en acci¨®n a Ibra. Por ¨¦l pasaron las primeras circulaciones coherentes de pelota. Tocaba con cabeza, abriendo a las bandas y no se complicaba la vida ante unos perros de presa como son Drago y Squillaci, dos buenas piedras de toque para su debut.

Los de Quique S¨¢nchez Flores no llevaban la batuta. Tampoco se mostraban inc¨®modos con el t¨ªmido control de un Sevilla insistente por las bandas y bien replegado atr¨¢s casi siempre. En el primer descuido, un viejo conocido del Sevilla a punto estuvo de sorprender. De hecho fue en una buena jugada hispalense pero Dom¨ªnguez despej¨® dentro del ¨¢rea, Reyes atrajo el esf¨¦rico y el utrerano se recorri¨® todo el campo para ceder a Forl¨¢n pero el uruguayo cruz¨® en exceso ante Palop. El Sevilla mandaba pero la ocasi¨®n m¨¢s clara se la apuntaba el Atl¨¦tico.

Ese parec¨ªa el plan de ambos conjuntos. Aprovechar los pu?ales para pinchar al bando rojiblanco y esquivarlos para soltar la otra mano al sevillista. Cuando los dos equipos ya se miraban a la cara sin titubear, sin complejos, entonces apareci¨® ese aroma que se desprende en este tipo de cruces. Un partido duro, trabado y con piques. De hecho tras un calent¨®n entre Valera y Negredo vino el primer tanto del partido. Todo lo que se creci¨® el defensor ante el de Vallecas, se encogi¨® en el siguiente saque de esquina al dejar a Renato, siete cent¨ªmetros m¨¢s bajo que ¨¦l, cabecear a placer en el segundo palo y dejar al Sevilla por delante con un tanto psicol¨®gico.

El Atl¨¦tico paga con la misma moneda

Los pa?uelos ya asomaban en algunos aficionados y la mejor forma de dejarlos en el bolsillo era contrarrestar con otro golpe de ¨¢nimo nada m¨¢s saltar del t¨²nel. Y no pudo ser de otra forma que con un contragolpe. Simao recorri¨® la banda derecha y mand¨® el bal¨®n a Forl¨¢n. El uruguayo hizo un control extra?o que sirvi¨® para volver loco al central sevillista y el siete atl¨¦tico dispar¨® con la buena suerte que la pelota golpe¨® en Drago para hacer el empate.

El azote rojiblanco dej¨® atontado a un Sevilla impreciso y el Atleti deb¨ªa aprovecharse de ese momento de noqueo para matar a su rival. La tuvo Forl¨¢n tras un fallo defensivo pero el esf¨¦rico sali¨® rozando el poste. Entonces, Quique vio a Jurado como la baza para romper las l¨ªneas del Sevilla. S¨®lo que el jugador saliente fue Reyes y a una afici¨®n que este a?o vive con continuos cambios de car¨¢cter, ahora quer¨ªa ver al utrerano en cancha. Y normal porque el ex del Sevilla jug¨® con una velocidad superior y trasmit¨ªa peligro en sus acciones.

Los silbidos se difuminaron r¨¢pidamente gracias a la expulsi¨®n de Duscher que enfil¨® los vestuarios por doble amarilla en el 73. La ¨²ltima fue injusta pero estaba apercibido e hizo un gesto que Undiano entendi¨® como plantillazo. Con uno menos, el Sevilla puso el limitador de velocidad y no arriesg¨® lo m¨¢s m¨ªnimo dando por bueno el punto. Jim¨¦nez quit¨® a Negredo y meti¨® a Kon¨¦ para buscar los pelotazos largos. Pero lo que estuvo a punto de encontrar el marfile?o fue la roja directa por una patada a Antonio L¨®pez.

Entonces, apareci¨® la magia del Vicente Calder¨®n. Lo que pasa en ese estadio es casi imposible que pase en ning¨²n otro lugar. Con el tiempo rebasado cuatro minutos, Simao bot¨® una falta lateral y el capit¨¢n, Antonio L¨®pez, cabece¨® para dar un triunfo que valen m¨¢s de tres puntos. El 2010 ya ha dado el primer regalo al Atl¨¦tico. Veremos si el d¨ªa de Reyes contin¨²a la ofrenda.