Liga de campeones | Unirea 1 - Sevilla 0
Antih¨¦roe por accidente
Un autogol de Drago impide al Sevilla lograr el liderato
S¨ª, Petrescu respir¨® aliviado cuando el delegado de la UEFA le dio la hojita con las alineaciones y vio a Luis Fabiano, el "mejor delantero del mundo", en el banquillo. No es que Negredo y Kanout¨¦ le parezcan poca cosa, pero el recuerdo del Pizju¨¢n le atormentaba. Por eso volvi¨® a mirarle de reojo cuando Jim¨¦nez, a media hora del final, se acord¨® del brasile?o. Pero era un partido demasiado 'pestoso' para Luis Fabiano, que pas¨® de puntillas. Hizo lo mismo que el Sevilla, que tuvo una mala noche, cosech¨® su primera derrota en la Champions y no pudo atrapar el primer puesto. Tendr¨¢ que esperar a la ¨²ltima jornada ante el Rangers.
Nadie contaba con este imprevisto. Tampoco con el ardor guerrero, la capacidad de sufrimiento y el buen nivel defensivo del Unirea. Y menos con el accidente de Dragutinovic. Es dif¨ªcil que el serbio marque otra vez un gol tan extra?o en propia puerta aunque se lo proponga. No hab¨ªa nadie cerca, pero gir¨® tan mal el cuello que el bal¨®n termin¨® dentro de la porter¨ªa de Varas, que asisti¨® at¨®nito al gesto de su compa?ero. Los rumanos se alegraron por ellos y porque les queda cierto sentimiento de venganza: hace muy poquito tiempo Serbia celebr¨® su pase al Mundial con un 5-0 a Ruman¨ªa. Y escoc¨ªa.
El castigo para el Sevilla pareci¨® may¨²sculo. Hab¨ªa disparado dos veces a los palos en la primera parte (Kanout¨¦ y Negredo) y no cab¨ªa otra manera de que el Unirea hiciese un gol. Los soldaditos de Petrescu son h¨¦roes, pero sus recursos son limitad¨ªsimos. Como para no tirar a porter¨ªa la primera parte. Como para tener un 30 por ciento de posesi¨®n de bal¨®n. El 1-0 alent¨® la revoluci¨®n de los rumanos, que controlaron el principio de la segunda mitad. Tanto como para estar a punto de hacer por tres veces el 2-0. Tanto como para desesperar a Navas, que vio una amarilla de pura impotencia. Una rareza. Se vieron m¨¢s. Kanout¨¦, Luis Fabiano y Negredo no hab¨ªan coincidido juntos. Con margen para probar y con el resultado justo para hacerlo, Jim¨¦nez prob¨® con ese tridente aparentemente incompatible. El experimento fue circunstancial y s¨®lo dur¨® ocho minutos porque el ¨²ltimo recurso fue Perotti, habilidoso y desequilibrante. Aunque cuando de verdad se le cort¨® el cuerpo a Petrescu fue en el ¨²ltimo minuto. Luis Fabiano no marc¨® de milagro. Ayer no era el mejor delantero del mundo.