COPA DEL REY | Alcorc車n 4 - Real Madrid 0
Un Madrid de verg邦enza hace el rid赤culo
El Alcorc車n se exhibi車 y gole車 por 4-0 a un Real Madrid que fue humillado y puesto en evidencia. Una de las actuaciones m芍s infames e indignas en la historia del club deja en muy mal lugar al entrenador, Manuel Pellegrini, y a los futbolistas, todos componentes de la primera plantilla. Esta vez no hubo experimentos con el filial y no hay lugar para las excusas. S車lo queda espacio para felicitar a un grand赤simo Alcorc車n, un equipo con sentimiento. Enhorabuena para ellos.
Da gusto ver jugar al Alcorc車n, un conjunto modesto en presupuesto pero grand赤simo en f迆tbol, actitud, car芍cter, coraz車n y sentimiento. Con unos jugadores orgullosos de serlo y de vestir con una dignidad admirable esa camiseta amarilla, solidarios con el compa?ero. Con esos argumentos, con un juego maravilloso y sin dar una mala patada gole車 con toda justicia a un indigno Real Madrid.
De entrada, era de justicia elogiar como se merece al Alcorc車n. Equipos y jugadores como estos dignifican el f迆tbol. Todo lo contrario que el Real Madrid, que fue una ruina, una aut谷ntica verg邦enza, una caricatura de equipo, ridiculizado por el sexto clasificado del grupo II de Segunda B. Un desastre total, que exige medidas que deben ir m芍s all芍 del banquillo, porque aun siendo el entrenador, Manuel Pellegrini, el m芍ximo responsable de lo ocurrido, 谷l no es el 迆nico culpable. La imagen que dio el Madrid fue indigna para este club. Dudek, Arbeloa, Albiol, Metzelder, Drenthe, Diarra, Guti, Granero, Van der Vaart, Ra迆l, Benzema, Gago, Marcelo y Van Nistelrooy protagonizaron una de las p芍ginas m芍s infames en la historia del mejor club del Siglo XX. Y entre ellos el mejor fue el portero polaco Dudek, que evit車 una goleada mayor. Todos, absolutamente, todos son miembros de la primera plantilla. Esta vez no hubo experimentos con el filial. Y lo peor es que no se adivin車 ninguna capacidad de reacci車n para detener la hemorragia abierta.
Es inadmisible que unos futbolistas que deber赤an estar orgullosos y agradecidos de haber sido elegidos para vestir la camiseta del Real Madrid la ensucien de esta manera. El Alcorc車n le dio un baile al Madrid, hizo un rondo con el multimillonario equipo blanco, le humill車 y pas車 por encima de 谷l sin piedad. Y lo logr車 a base de f迆tbol, actitud y aptitud. Ni m芍s ni menos.
El Alcorc車n sali車 enchufad赤simo, con una presi車n que ahog車 al Madrid, al que le cost車 una barbaridad sacar el bal車n jugado desde atr芍s. Cuando Guti recib赤a la pelota era rodeado inmediatamente por varios rivales. Si Guti no era capaz de dar una salida coherente al bal車n, nadie m芍s estaba capacitado para hacerlo. No lo hizo Guti y no lo hizo nadie. Todo el Madrid se fue por un sumidero de humillaci車n.
En el minuto 2 Mora ya hab赤a obligado a intervenir a Dudek, que sin tiempo para respirar tuvo que desviar a c車rner una vaselina de Rub谷n Sanz, que se invent車 la ocasi車n despu谷s de quitarle el bal車n a Guti como quien se lo arrebata a un ni?o. Guti mostr車 su imagen m芍s ap芍tica, su peor versi車n, y se calent車 con quien no ten赤a que hacerlo, con los rivales y el p迆blico.
En diez minutos el Alcorc車n tir車 cinco veces a porter赤a. Mora, magn赤fico en la creaci車n, organizaci車n y llegada, R. Sanz, Ernesto, B谷jar, Borja y Casc車n tuvieron m芍s facilidades para lucirse de las que encuentran en Segunda B. No desaprovecharon la autopista abierta hasta Dudek y masacraron al portero hasta el final de la primera parte, con un torrente de ocasiones que apenas pudo ser correspondido por el Madrid con un remate de Benzema y un tiro de Ra迆l, que en el minuto 37 malgast車 un mano a mano.
Lo que hubo antes y despu谷s de esa ocasi車n del capit芍n fue un festival amarillo. A los 18 minutos marc車 Borja a pase de Mora. Era el s谷ptimo tiro del Alcorc車n, que cinco minutos despu谷s celebr車 el segundo, logrado por Arbeloa en propia puerta. Mora entr車 por la banda izquierda del Madrid sin problemas, una constante que se repiti車 hasta el final del choque.
Mora fall車 despu谷s la d谷cima ocasi車n, B谷jar cabece車 al poste y m芍s tarde lleg車 la duod谷cima oportunidad local. As赤 hasta que en el minuto 40 Ernesto firm車 el tercero a pase de Casc車n. ?ste entr車 solo por la derecha, tranquilamente, levant車 la cabeza, vio a su compa?ero Ernesto en la izquierda, tambi谷n solo, y le dio el bal車n para que batiera a Dudek. El polaco salv車 despu谷s el cuarto, en un mano a mano y por fin pudo respirar cuando el 芍rbitro se?al車 el descanso.
El paso por los vestuarios no relaj車 al Alcorc車n, que sali車 con las mismas ganas y actitud, y tampoco despert車 al Madrid, que continu車 sufriendo en defensa y sin aparecer en ataque, salvo escarceos aislados, como un remate de Van der Vaart que neutraliz車 el portero Juanma.
La entrada de de Gago por Guti no mejor車 nada. Parece incre赤ble que contra el Alcorc車n el Madrid termine utilizando una pareja de mediocentros formada por dos futbolistas, Diarra y Gago, que no crean y 迆ltimamente tampoco destruyen. La culpa, ah赤, s赤 es totalmente de Pellegrini, quien no mostr車 m芍s variantes despu谷s que dar entrada a Marcelo por Granero y Van Nistelrooy por Ra迆l.
El festival del Alcorc車n lo complet車 a los siete minutos de la reanudaci車n Borja, al que lleg車 el bal車n cuando estaba solo dentro del 芍rea. Tanta generosidad no la desaprovech車. Era el sexto gol que consegu赤a contra el Madrid, despu谷s de los dos que le hizo con el Legan谷s y los otros dos que le marc車 con el Alicante. Todos en Copa del Rey.
Sin apenas tiempo para asimilar el 4-0 estuvo a punto de llegar el quinto. Daba igual, la exhibici車n del Alcorc車n y la humillaci車n y el rid赤culo del Real Madrid ya estaban hechas. Ahora ya s車lo queda comprobar si el Madrid tiene capacidad de reacci車n y es capaz de mostrar en la vuelta la dignidad que no tuvo esta noche.