Real Madrid | La intrahistoria
El delantero se siente frustrado y enfadado
Esperaba jugar m¨¢s minutos de los que ha tenido.
A Benzema no le gusta que le cambien, como le pasa a Cristiano, como les pasa a casi todos. Pero m¨¢s a los delanteros que est¨¢n necesitados de confianza, porque la confianza se coge con goles, y los goles entran m¨¢s al final de los partidos, con el rival cansado. En el caso del Madrid, m¨¢s a¨²n, porque suele andar por delante en el marcador y en esos finales es f¨¢cil sorprender con contraataques que a Benzema le ir¨ªan de perlas. Donde a Benzema no se le ve bien es en el ataque a defensas cerradas, todos apretujados, con Ra¨²l como un torbellino por todas partes y ¨¦l sin encontrar el sitio. Alguna vez lo ha dicho.
Pero Pellegrini pensar¨¢ aquello de 'para las cuestas arriba quiero mi burro, que las cuestas abajo bien me las subo'. Para convertir una victoria en goleada f¨¢cil con contraataques a campo abierto se apuntar¨ªan muchos. Lo duro es abrir una defensa, y cuando la jugada no sale, presionar, ahogar la salida, no dejar que el rival inicie con facilidad. Y ah¨ª es donde est¨¢ fallando Benzema. A veces encuentra una rendija y arma la pierna a una velocidad desconocida y marca. Pero encuentra pocas, los partidos van pasando y empieza el run-r¨²n en programas de radio, en conversaciones en el club.
Es un jugador que merece la pena, no me cabe duda, pero tiene que poner m¨¢s de su parte. Lucha con Ra¨²l, un obseso de los records, y con Higua¨ªn, que ha hecho una mili dura y tiene un padre futbolista que le aconseja bien. Lucha con el fantasma de Negredo. El suyo es un caso raro, porque es mitad gal¨¢ctico y mitad meritorio, y mientras no meta los goles de un gal¨¢ctico (y aun cuando los meta) debe jugar con m¨¢s compromiso. El Bernab¨¦u rechaza, sobre todo, la frialdad. Llega el Mil¨¢n, ser¨¢ una gran noche. No puede haber nada m¨¢s motivante para un jugador que tiene perfil de futuro Bal¨®n de Oro.
Karim Benzema est¨¢ pasando por el momento m¨¢s complicado de su corta carrera madridista. Es un hecho. Pero no hay que alarmarse porque este chaval est¨¢ lleno de recursos. Eso s¨ª, me consta que en estos momentos Karim siente de cerca la frustraci¨®n. Una sensaci¨®n extra?a que puede tener, a veces, consecuencias positivas pero que suele molestar bastante. Por no decir preocupar.
Las cifras hablan por s¨ª mismas. S¨®lo ha completado tres partidos (dos de Liga, frente al Xerez y el Tenerife, y uno de Champions, frente al Olympique de Marsella). Cuando firm¨® este verano con el club blanco, Benzema sab¨ªa que la competencia ser¨ªa dura pero esperaba tener m¨¢s minutos de los que ha tenido para demostrar su talento y su eficacia de cara al gol. Contra el Valladolid ha sido el t¨ªpico ejemplo de lo que le duele a este delantero. Se fue del Bernab¨¦u sin querer hablar con la prensa y sus ¨ªntimos se dieron cuenta de que el joven nacido en Lyon se hab¨ªa "quedado a medias" en este partido. Le cont¨® a las personas de su m¨¢xima confianza que estaba seguro de poder marcarle por lo menos un gol al Valladolid y que el cambio hab¨ªa llegado en un mal momento. Quiz¨¢ el peor...
Recuerdo que Benzema me cont¨®, justo despu¨¦s del encuentro contra el Xerez, que Pellegrini le hab¨ªa hecho un gran favor dej¨¢ndole en el terreno de juego los 90 minutos. Y que le estaba muy agradecido. Porque ah¨ª justamente pudo marcar su primer gol oficial con el Madrid y ganar en confianza. Algo que le permiti¨® realizar un importante y decisivo doblete una semana despu¨¦s contra el Tenerife.
Miremos un poco m¨¢s las estad¨ªsticas. Estos tres encuentros en los que Benzema ha disputado los 90 minutos resultaron ser sus mejores partidos. A los goles marcados frente al Xerez y el Tenerife hay que a?adir su fant¨¢stica demostraci¨®n contra al Marsella (con asistencia a Cristiano Ronaldo incluida).
Dejar tiempo a Benzema es asegurar su rendimiento. Parece evidente. Sobre todo para el propio jugador, que estaba seguro de que acabar¨ªa el encuentro frente el Valladolid. ?l piensa que trabaj¨® mucho para los dem¨¢s (por ejemplo, realizando ese inteligente pase a Marcelo previo al segundo gol que logr¨® Ra¨²l) y siente haber participado en buena medida en el derribo del Valladolid. Pero cuando empezaron a abrirse los espacios, Benzema no pudo recoger los frutos de su labor porque ya estaba en el banquillo.
Reproches.
No quiere reprocharle nada a nadie y respeta siempre las decisiones de Pellegrini pero su f¨¦rrea voluntad de triunfar en este maravilloso club llamado Real Madrid le empuja a quererlo todo... ?ya! Karim no conoce la paciencia. De ah¨ª su actual frustraci¨®n. Algo que se puede entender f¨¢cilmente... ?No?