Palermo, un ariete con pasta de h¨¦roe

"No pensaba que se pod¨ªa dar as¨ª. Pero el de arriba me toc¨®, lleg¨® el gol y el delirio". Palermo, desde anteanoche San Mart¨ªn para los argentinos, tiene la nariz rota y pendiente de unas radiograf¨ªas para saber si estar¨¢ en Montevideo. El estadio de River se rindi¨® a sus pies, los de Boca, bajo una lluvia torrencial de agua y l¨¢grimas. Es el f¨²tbol, es la selecci¨®n: ?Paleeeermo, Paleeeermo! gritaba el estadio. "Tengo mucha nariz, igual aprovecho y me la retoco", bromea y elige su tanto a Butr¨®n como el "m¨¢s incomparable" de su vida. De una vida que Cappa, t¨¦cnico de Hurac¨¢n, califica de "cine, pues este muchacho tiene algo especial; no es un jugador de f¨²tbol, ha nacido para ser h¨¦roe". Hay datos

El gol que le permite estar ya en la historia del f¨²tbol argentino hubiese sido uno m¨¢s de haberlo conseguido media hora antes. Pero es que apenas tocaba la pelota Tuvo que ser en el ¨²ltimo suspiro, con Argentina braceando en busca del golpe salvador, el cl¨¢sico boxeador tocado al que le entra la contra salvadora. No fue la primera vez que San Mart¨ªn protagonizaba un episodio semejante.

En cierta ocasi¨®n se rompi¨® los ligamentos de la rodilla y pidi¨® el cambio; mientras ¨¦ste se realizaba le lleg¨® la pelota y marc¨®. Una vez recuperado de esa lesi¨®n jug¨® un River-Boca. Fuera de forma, sin ritmo, la primera pelota que le lleg¨® la par¨®, se gir¨® y la mand¨® dentro. Hace cuatro d¨ªas marc¨® un gol de cabeza desde casi el centro del campo: el portero despej¨® y su cabeza se interpuso ante el jolgorio de la hinchada de Boca: ese es Palermo. El que un d¨ªa festej¨® un gol del Villarreal en el campo del Levante subi¨¦ndose a una valla de cemento de la general, cedi¨® y se rompi¨® tibia y peron¨¦. Ese es Palermo, que estaba ya en la historia (bufa) de la selecci¨®n argentina: ¨¦l y s¨®lo ¨¦l fue capaz de fallar tres penaltis en un mismo partido. Fue ante Colombia en la Copa Am¨¦rica del 99.