Liga BBVA | Sexta jornada
Multif¨²tbol
La Liga parec¨ªa abocada al bipartidismo, pero el Sevilla se interpuso con su mejor argumento: derrotar al Real Madrid. El resultado deja al Barcelona como l¨ªder, aunque los cul¨¦s sufrieron de lo lindo para superar al Almer¨ªa. Tambi¨¦n lo pasaba mal el Atl¨¦tico, pero por fin gan¨® y Abel se da una pr¨®rroga en el cargo.
Navas, el crack
Cristiano, Messi... Y Navas. La Trinidad de esta Liga menos bipolar. Subido en la moto del extremo de Los Palacios se ha metido el Sevilla en las quinielas para ganar el campeonato. Anoche, Jesusito convirti¨® la banda derecha del Pizju¨¢n en una autopista hacia la victoria, con el brasile?o Marcelo como protagonista o, mejor decirlo as¨ª, como espectador desafortunado. Poco a poco, el sevillista equilibra su mente y su car¨¢cter, que era lo que le faltaba para alcanzar la categor¨ªa de crack, futbolista capaz de inclinar de su lado cualquier partido. Ya no se adivinan en los ojos de Navas los miedos del adolescente y supongo que Del Bosque, a quien tanto gustan los futbolistas que lo bordan en las alas, sue?a con el d¨ªa en que el sevillano le d¨¦ el s¨ª a las convocatorias de la Selecci¨®n.
El Coliseum disfruta de sus dos Beckhams
M¨ªchel era un guapo elegante y un diestro exquisito, sex symbol para mujeres de aquellas y estas generaciones. En muchos sentidos fue un prototipo de Beckham: pena para el madrile?o que en sus tiempos no existiera a¨²n internet. Ahora, ya desde el banquillo, M¨ªchel se mira reencarnado en la estrella de su Getafe, Pedro Le¨®n. Al murciano le apodan el Beckham de Mula, m¨¢s que por atractivo (que lo es) porque golpea el bal¨®n con la misma mec¨¢nica que el ingl¨¦s: barbilla inclinada, brazo estirado, pierna derecha en 90 grados, pierna zurda a la altura del bal¨®n y cuerpo hacia atr¨¢s. M¨ªchel, Beckham, Pedro: chuts imparables, c¨®rners perfectos y quincea?eras suspirando.
Nivaldo: salvajada de cabezazo
Cristiano, Messi... Y Navas. La Trinidad de esta Liga menos bipolar. Subido en la moto del extremo de Los Palacios se ha metido el Sevilla en las quinielas para ganar el campeonato. Anoche, Jesusito convirti¨® la banda derecha del Pizju¨¢n en una autopista hacia la victoria, con el brasile?o Marcelo como protagonista o, mejor decirlo as¨ª, como espectador desafortunado. Poco a poco, el sevillista equilibra su mente y su car¨¢cter, que era lo que le faltaba para alcanzar la categor¨ªa de crack, futbolista capaz de inclinar de su lado cualquier partido. Ya no se adivinan en los ojos de Navas los miedos del adolescente y supongo que Del Bosque, a quien tanto gustan los futbolistas que lo bordan en las alas, sue?a con el d¨ªa en que el sevillano le d¨¦ el s¨ª a las convocatorias de la Selecci¨®n.
Lleg¨® el primer gol y con ¨¦l, toda la esperanza
Puede que Armenteros se ayudara de los brazos; puede que no haya nada de est¨¦tico en meterla as¨ª, entre la espinilla y la puntera; y puede que el M¨¢laga, tras empatar, mereciera ganar el partido. Da lo mismo. 496 minutos despu¨¦s, la afici¨®n xerecista cant¨® su primer gol en Primera. Liber¨® tensiones, espant¨® fantasmas y, seguro, se acost¨® repleta de esperanzas, ansiosa por cantar muchos m¨¢s goles este a?o.
El personaje: Chico
Hugo ordden¨® marcajes individuales de Juanma sobre Iniesta y Chico sobre Xavi. Con ellos, el mexicano dio a entender que el Bar?a le asusta, pero tambi¨¦n que existe un ant¨ªdoto, por muy cavern¨ªcola que nos parezca. La clave estrib¨®, sobre todo, en vigilar al de Terrassa, que dio s¨®lo 33 pases, un tercio de los que suele aportar. Hugo se congratulaba de perder 1-0, de haber podido incluso empatar. Xavi se excus¨® mientras se repon¨ªa del shock de sentirse acosado durante 90 minutos: "Chico me segu¨ªa hasta en los c¨®rners". Cuando son¨® el pitido final, Chico le pidi¨® su camiseta. El almeriense se la puso y alguien que le vio salir del campo con el Xavi a la espalda escribi¨® esta met¨¢fora: "Tanto persigui¨® a su v¨ªctima que acab¨® convirti¨¦ndose en ella".