Casillas no puede con todo

Sevilla y Real Madrid respondieron al reto. El partido m¨¢s esperado en lo poco que a¨²n se ha consumido de la temporada fue un duelo muy intenso, interpretado a un ritmo alt¨ªsimo, con momentos de buen juego colectivo y acciones individuales de gran m¨¦rito. Dos estilos de f¨²tbol frente a frente, dos filosof¨ªas, versiones opuestas de entender este negocio y este juego. Primera derrota oficial del Madrid desde que lo entrena Manuel Pellegrini y que llega en la primera ausencia de Cristiano Ronaldo. Quiz¨¢ sea casualidad, o quiz¨¢ no. El Sevilla presenta su candidatura oficial a ser considerado una alternativa seria a Barcelona y Madrid. Duelo emocionante, de los que se disfrutan y se saborean de principio a fin.

Cuando se discuti¨® con f¨²tbol el encuentro estuvo equilibrado. Cuando se afilaron los tacos y se discuti¨® con otros argumentos el Sevilla dom¨® al Madrid, que tuvo un inicio prometedor, con mucho toque, control del bal¨®n y del juego, algo que apenas hab¨ªa logrado mostrar en lo que llevamos de curso. Ofreci¨® combinaciones al primer toque y ejecutadas a gran velocidad nunca vistas bajo el mando de Manuel Pellegrini. Ilusion¨® con el bal¨®n y sufri¨® en el combate.

Y donde m¨¢s sufri¨® fue en las bandas, que elevaron al Sevilla y pusieron al borde del precipicio al Madrid, incapaz de controlar los avances de Navas y de Perotti por el exterior. Dos balas que fueron directas al coraz¨®n del Madrid y que a nadie hicieron m¨¢s da?o que a Marcelo, cuyas miserias defensivas quedaron al aire. Como pusieron en evidencia m¨¢s de lo esperado Luis Fabiano y Negredo a Pepe y a Albiol, a quienes ganaron la espalda excesivas veces y con demasiada facilidad.

Navas y Luis Fabiano fueron los primeros en avisar a Casillas, que no tard¨® en comprender que se enfrentaba a una de esas noches complicadas que tan bien conoce. El portero volvi¨® a ser el mejor de su equipo y cuando eso sucede es que las ocasiones del rival fueron muchas y claras. No es que Casillas haya vuelto, es que nunca se fue. El problema es que la defensa no estuvo a la altura del portero, que volvi¨® a regalarnos otra actuaci¨®n inconmensurable.

El Madrid presionaba la salida del bal¨®n para tratar de ahogar al centro del campo del Sevilla y tuvieron que ser los defensas quienes asumieron la responsabilidad de iniciar el juego en el inicio del choque. As¨ª fue hasta que Zokora y Renato fueron ganando espacio en la media y el juego del Sevilla fue creciendo al mismo ritmo que aumentaba la inquietud en el Madrid.

La lesi¨®n de Squillaci oblig¨® a Jim¨¦nez a recomponer la defensa, pero el equipo ni se inmut¨®. Adriano dej¨® el lateral izquierdo y pas¨® al derecho, que abandon¨® Konko para acompa?ar a Dragutinovic en el centro del zaga, que complet¨® Fernando Navarro en la izquierda.

El Madrid tocaba y el Sevilla aguardaba paciente su ocasi¨®n, que le lleg¨® a los 33 minutos. Navas cabece¨® entrando desde atr¨¢s un buen centro de Navarro. Marcelo esper¨® el bal¨®n, en vez de atacarlo, y Navas le gan¨® la espalda con la facilidad que se enga?a a un ni?o. Partido muy deficiente del lateral brasile?o. Ese gol lo cambi¨® todo. Si el Madrid quer¨ªa el bal¨®n, el Sevilla no tuvo ning¨²n problema en d¨¢rselo y hacer del contragolpe su forma de vida hasta el cierre del choque. Con la velocidad que tienen sus futbolistas de ataque, jugarse as¨ª un partido con el Sevilla es un error. El Madrid no supo cerrar espacios, algo que s¨ª logr¨® el Sevilla, que se estira y se encoge con una rapidez, una coordinaci¨®n y una precisi¨®n magn¨ªficas.

Poco despu¨¦s del gol lleg¨® el l¨ªo. Una entrada de Dragutinovic por detr¨¢s a Guti abri¨® la veda y el Sevilla se lanz¨® a por el 14. Primero fue Zokora quien se encar¨® con Guti, para recriminarle vaya usted a saber qu¨¦, porque a Guti s¨®lo se le pod¨ªa acusar de haber recibido una patada, y despu¨¦s fue Perotti, en una acci¨®n tan cobarde como infantil e innecesaria, quien golpe¨® por la espalda al madrile?o. Todos sabemos que hace falta muy poco para descentrar a Guti, que con esta discusi¨®n se sali¨® del partido y el Madrid perdi¨® mucho de su f¨²tbol hasta el descanso. Y es que Xabi Alonso contin¨²a sin ser esa pieza que haga encajar todo el juego del equipo.

Con el viento a favor en el marcador el Sevilla se creci¨® y si no aument¨® su ventaja antes de irse a los vestuarios no hubo m¨¢s raz¨®n que Casillas. Ya en el tiempo a?adido regal¨® el primer parad¨®n de la noche en un remate de Renato, que cabece¨® en el ¨¢rea peque?a un centro de Perotti. Y para empezar la segunda parte otra parada imposible de Casillas, quien mostr¨® una agilidad y unos reflejos inhumanos para desviar un tiro de Perotti, que remat¨® a apenas dos metros de la l¨ªnea de gol. Una de las mejores paradas de su carrera. En la siguiente jugada, Guti sac¨® con precisi¨®n y maestr¨ªa una falta y puso el bal¨®n en la cabeza de Pepe para que el central empatara. Lo que sin Casillas en la porter¨ªa hubiera supuesto un 3-0 a favor del Sevilla qued¨® convertido en un 1-1. El viejo Madrid.

Ahora, adem¨¢s de controlar el bal¨®n pareci¨® que el Madrid tambi¨¦n dominaba el partido, una imagen enga?osa porque como ya hemos apuntado no es el Sevilla un conjunto que se sienta a disgusto viendo atacar al rival para sorprenderle a la contra.

Pellegrini busc¨® otras variantes en ataque y dio entrada a Higua¨ªn por Benzema, que dej¨® detalles de buen delantero en el primer tiempo y desapareci¨® en el segundo. Su compa?ero Ra¨²l, que cumpl¨ªa su partido oficial 710 con el Madrid, apenas aport¨® en ataque y se dej¨® notar m¨¢s en las coberturas a Guti o Kak¨¢, cuyo peso en el juego del equipo disminuy¨® con el avance de los minutos.

Jim¨¦nez respondi¨® con la entrada de Capel por Perotti y Kanout¨¦ por Negredo. No perdi¨® en velocidad por banda y gan¨® en gol. Un gol que encontr¨® en el minuto 66 gracias a Renato. De ah¨ª al final el encuentro fue una lucha del Madrid contra el tiempo y contra un buen Sevilla, que nunca perdi¨® ni la calma ni el orden.

Busc¨® Pellegrini una variante hasta ahora desconocida con Van der Vaart, sustituto de un Diarra que volvi¨® a ser titular casi diez meses despu¨¦s y estuvo a la altura de lo que exig¨ªa el encuentro. No mejor¨® el Madrid con el holand¨¦s y tampoco encontr¨® lo que buscaba con la entrada de Granero por Guti.

Hay que elogiarle al Madrid que s¨®lo se rindiera cuando el ¨¢rbitro pit¨® el final, pero no fue ese suficiente argumento para arrebatarle la victoria a un Sevilla que se instala definitivamente, si no lo estaba ya, en la aristocracia de esta Liga.