Luis Fabiano tambi¨¦n es h¨¦roe en Champions

Dos a?os despu¨¦s, el Sevilla adelanta filas y se pone al frente para disputar el m¨¢ximo cetro continental junto a los grandes de Europa. Y regresa por la puerta grande, en el bombo de los mejores y con un Luis Fabiano en un estado de forma impecable que no para de ver puerta. Aunque su juego no es el mismo que encandilaba en 2006 y 2007, los hispalenses han logrado algo propio de los equipos punteros. Ganar por inercia, aprovechando fases del juego para dar portazo al partido. Eso mismo ha hecho hoy ante un desconocido Unirea Urziceni, equipo de una peque?a ciudad rumana que toda su poblaci¨®n junta no llenar¨ªa ni medio Pizju¨¢n, que ha llegado a la capital andaluza con la ilusi¨®n propia de un debutante pero sin la fuerza necesaria como para tambalear un ¨¢rbol que lleva cultiv¨¢ndose ya varios a?os y que da muestras de robustez, fuerza y frescura.

Y es que Jim¨¦nez este a?o dispone de alternativas en el banquillo y por ello opt¨® por dar una vuelta al once titular del pasado s¨¢bado ante el Zaragoza y as¨ª dar entrada a jugadores como Fernando Navarro, Squillaci, Sergio S¨¢nchez, Capel y Kanout¨¦, sancionado en competici¨®n dom¨¦stica. El de Mali fue de hecho el primero en intimidar a Arlauskis a los seis minutos con un disparo lejano desde el perfil derecho pero el esf¨¦rico se perdi¨® por el lateral. La afici¨®n del S¨¢nchez Pizju¨¢n celebraba la vuelta a Champions y ellos pusieron el color y el calor en unos primeros minutos de tanteo. El Sevilla sobaba el bal¨®n y el Urinea perfeccionaba el repliegue esperando un despiste local o que la fortuna les viniera a visitar y a punto estuvieron los rumanos de cantar bingo a los doce minutos de partido con un disparo lejano de Apostol que puso en apuros a Palop.

Mientras se rezaba al gol desde la grada, el Sevilla imprim¨ªa un ritmo de juego alto y los de Urziceni, todo lo contrario, jugaban a c¨¢mara lenta y cualquier oportunidad era buena para perder tiempo o quedarse tendido sobre un terreno de juego deplorable por la cantidad de tierra. Que el Unirea hab¨ªa ido a la ciudad hispalense a plantar el autob¨²s se confirm¨® a la media hora de juego. El tiempo que necesit¨® Luis Fabiano para amedrentar la meta del joven internacional lituano con dos ocasiones claras.

La primera vino tras una falta que desvi¨® a c¨®rner el guardameta visitante y la otra lleg¨® por el costado de Capel, el m¨¢s activo en la primera mitad, pero el brasile?o no encontr¨® porter¨ªa tras controlar dentro del ¨¢rea. Con una posesi¨®n aplastante y sin sufrir lo m¨¢s m¨ªnimo, era cuesti¨®n de tiempo ver el primer tanto sevillista. ?nicamente hab¨ªa que subir un punto la velocidad de las transiciones pero la arena del terreno de juego no ayudaba nada en las pretensiones. Menos mal que el delantero titular de la canarinha est¨¢ en racha y apareci¨® en el mejor momento para su equipo. Fue en el 46 cuando Renato puso un centro raso al borde del ¨¢rea para que Luis Fabiano apareciera y soltara un latigazo de primeras para abrir la lata.

Duro palo para los rumanos que se ve¨ªan obligados a sacar el autob¨²s del terreno de juego y dejar los desfallecimientos porque si los andaluces segu¨ªan as¨ª se pod¨ªan volver con un buen saco de goles. Y eso intentaron los de Petrescu adelantando las l¨ªneas pero hoy los de Jim¨¦nez mostraron inconformismo en todo momento. El diez del Sevilla robaba y buscaba aliados y Capel era un cuchillo por la banda izquierda al que s¨®lo pod¨ªan detener con patadas y con las consecuentes tarjetas amarillas (en el minuto 54 el Urinea ten¨ªa cuatro amonestados, entre ellos los centrales).

Entra Negredo y Renato pone la puntilla

Una patada de Galamaz al almeriense encendi¨® la bombilla de Jim¨¦nez y decidi¨® sacarle del terreno de juego en detrimento del canterano Perotti. Despu¨¦s, lleg¨® un cambio deseado por toda la grada. No por el que se marchaba, que era Kanout¨¦, sino por el que entraba, ?lvaro Negredo. El fichaje m¨¢s caro de la historia del Sevilla est¨¢ ansioso por estrenarse y a punto estuvo de conseguirlo en el 65 con un disparo seco que despej¨® el portero visitante. La opresi¨®n del Sevilla no era asfixiante pero s¨ª molesta. La pelota no duraba m¨¢s de tres pases en el lado visitante y los andaluces tocaban a su antojo esperando encontrar la llave que abriera de nuevo el cerrojo rumano. Finalmente la encontraron tras un saque de esquina rematado, como no, por O Fabuloso y desviado en el ¨²ltimo momento por Renato para matar el encuentro y seguir con la buena racha en casa donde no ha perdido en los seis partidos de Champions League. Pero para racha la de Luis Fabiano que no para de marcar con Brasil, en Liga y no ha querido ser menos en Champions.