Liga BBVA | Valencia
"El Valencia es un grande, la guinda a mi carrera"
Bruno SaLtor pasa revista pertenece a una clase de jugadores alejados del glamour y que saben que, para llegar a lo m¨¢s alto, han de trabajar duro. El catal¨¢n repasa su carrera con AS, Radio Valencia-SER y Cuatro.
Llegar a Primera y consolidarse no es f¨¢cil para ning¨²n futbolista. Pero existen casos que demuestran que para unos es mucho m¨¢s costoso que para otros. Bruno Saltor (El Masnou, 1980) es un ejemplo de esos jugadores a los que, por una raz¨®n o por otra, el camino hacia la ¨¦lite se les hizo m¨¢s largo y pedregoso en comparaci¨®n con otros que se hicieron un hueco en la m¨¢xima categor¨ªa muy j¨®venes: Xavi, Lopo, Yeste Pero no es el ¨²nico caso en su generaci¨®n. De ah¨ª que sus mejores amigos en el f¨²tbol sean Gerard Autet, Juvenal y Catal¨¢, tres productos de la cantera perica que, como ¨¦l, han tenido que trabajar m¨¢s de la cuenta para llegar arriba. "Esto es un sue?o hecho realidad. Valoro much¨ªsimo jugar en Primera y, adem¨¢s, est¨¢ la guinda: jugar en un grande como el Valencia. Lo estoy disfrutando un mont¨®n, porque ha habido momentos muy duros y, pese a que la gente se quede con que ahora estoy entre los grandes, hay que acordarse de que sal¨ª de casa con 13 a?os y la cantidad de partidos que he jugado en Segunda y Segunda B, algo que no suele valorarse pero que, para m¨ª, tiene un m¨¦rito incre¨ªble".
Tan sincero como feliz, Bruno no tiene ning¨²n problema en reconocer que en el f¨²tbol, como en la vida, no se puede obviar una distinci¨®n que sigue latente: "Con todo el orgullo del mundo, me considero un obrero del f¨²tbol. Me gustar¨ªa ponerme de ejemplo para que la gente sepa que las cosas dif¨ªciles se pueden conseguir a base de trabajo y esfuerzo. Las generaciones que vienen por detr¨¢s, teniendo en cuenta que a mucha gente les regalan las cosas, tienen la oportunidad de ver jugadores que pueden alcanzar su meta con un trabajo duro y muy costoso, lo que ha pasado conmigo".
No s¨®lo los futbolistas, los seres humanos en general guardamos una relaci¨®n muy especial con el destino. Una decisi¨®n tomada puede traer unas consecuencias distintas a las que deparar¨ªa plantearse elegir en otro momento. Es el caso de Bruno, cuya carrera est¨¢ repleta de puntos de inflexi¨®n que le han llevado a uno de los grandes. El primer arre¨®n en su vida lo dio muy joven: "Jugaba mucho al f¨²tbol y, con 13 a?os, me fui a una escuela de Lleida, el Atl¨¦tico Segre, lo que sorprendi¨® a muchos porque este juvenil estaba en la misma categor¨ªa que el de mi pueblo, Mora de Ebro. Tuve suerte de subir pronto al Divisi¨®n de Honor y de all¨ª me fui al Lleida, jugar mucho y me vio el Espanyol, que me fich¨® para su juvenil y filial".
En el club perico, dio el salto a los 'mayores', debutando en Primera en un Espanyol-Rayo en 01-02. El t¨¦cnico que le dio la alternativa acab¨® marcando su carrera con unas palabras que, m¨¢s de ocho a?os despu¨¦s, Bruno tiene grabadas en su memoria: "Aunque sorprenda, yo jugaba de mediapunta y extremo derecho. Me fueron echando para atr¨¢s, hasta que hubo un entrenador, Paco Flores, que me dijo que s¨®lo podr¨ªa jugar en Primera como lateral derecho, porque como mediapunta no pasar¨ªa de Segunda B". Y, efectivamente, el catal¨¢n acabar¨ªa en el lateral derecho pero no en el Espanyol, porque en 2003 se march¨® a Lleida, donde le aguardaba otra cita con el destino: "Pese a tener alguna oferta de Segunda, decid¨ª irme a Segunda B con el Lleida, ten¨ªan un proyecto muy bonito. Las cosas no fueron bien y ese d¨ªa perdimos 5-0 y destituyeron al entrenador, lo que al final nos vino bien porque ficharon a Rubio y el equipo fue para arriba y ascendimos. Y fue curioso porque en ese partido, con 1-0, marqu¨¦ un gol y me lo anularon. Muchas veces he pensado qu¨¦ habr¨ªa pasado si me lo hubieran dado por bueno: puede que empat¨¢ramos y que no cambiaran al t¨¦cnico por otro que nos fue bien y que, adem¨¢s, es el que me dej¨® fijo en el lateral derecho".
En 2006, los ilerdenses volvieron a Segunda B y Bruno estuvo cerca de aterrizar en Valencia, pero no en el club ch¨¦, sino en el eterno rival: "El secretario t¨¦cnico del Levante me dijo en el ¨²ltimo partido, en el que ellos subieron, que me quer¨ªan. Pero prefirieron a Manolo, que tiene el mismo representante que yo, porque el Almer¨ªa hab¨ªa hecho una buena campa?a y era l¨®gico que le ficharan a ¨¦l para jugar en Primera antes que a m¨ª, que hab¨ªa bajado a Segunda B. Y, mira, me fui a Almer¨ªa y ese a?o, con Unai, subimos y despu¨¦s pude jugar en Primera, consolidarme y ahora fichar por un grande".
Despu¨¦s de tres temporadas brillantes en el cuadro almeriense, a Bruno se le terminaba el contrato y eligi¨® destino: "El Betis ya apost¨® por m¨ª un a?o antes ofreciendo casi cuatro millones. Y lleg¨® el momento en el que s¨ª pude firmar con Lopera porque cre¨ªa que era un buen equipo y no me arrepiento de haberlo hecho porque en ese momento cre¨ªa que era lo mejor".
Pero la mala suerte se ali¨® con el Betis y le condujo a Segunda ("los ¨²ltimos diez minutos del Betis-Valladolid los viv¨ª hablando por el m¨®vil con mi agente, pregunt¨¢ndonos qu¨¦ ser¨ªa de mi futuro"), algo que, seg¨²n el contrato que Bruno firm¨® con una empresa de Lopera, le volv¨ªa a dejar libre en el mercado. Novias no le faltaron, incluso el Bar?a le tent¨® ("Guardiola me habl¨®, tras un Almer¨ªa-Bar?a, del inter¨¦s en un lateral que permitiera descansar a Alves"), pero fue el Valencia el que le fich¨®: "Estando Unai ya se hab¨ªa hablado, pero cuando baj¨® el Betis apretaron mucho por m¨ª".
Valencia. Un a?o despu¨¦s, el destino volv¨ªa a juntar a Emery y Bruno. Y una decisi¨®n t¨¢ctica del vasco genera un primer punto de confusi¨®n en la opini¨®n p¨²blica. Ante la gran competencia entre Miguel y Bruno, que matiza que es "san¨ªsima y con una relaci¨®n personal muy buena", y la falta de integraci¨®n de Mathieu, Emery le coloca en el lateral izquierdo. Y, en AS, Bruno reconoce su incomodidad: "No hay que sacarlo de contexto pero me sorprende. Es una posici¨®n en la que yo nunca he jugado, por eso me resulta extra?o. Es como si colocas a Villa de pivote, seguro que se siente raro. Pero, al final, estamos a disposici¨®n del entrenador, que es el que decide. Si ¨¦l quiere que juegue por la izquierda, me encontrar¨¢ con la m¨¢xima ilusi¨®n y predisposici¨®n. ?Faltar¨ªa m¨¢s!".
Lo que tiene claro es que su objetivo es ser un fijo tras dar el salto a un grande. Una categor¨ªa, la del Valencia, que no deja de admirar en ning¨²n momento; "Hab¨ªa visitado varias veces Mestalla y pensaba que ser¨ªa una gozada hacerlo de local. Ante el Sevilla me qued¨¦ alucinado. Y, sin decir que soy del Valencia de toda la vida, pens¨¦ que jugar en el campo de un grande con la camiseta de casa era un sue?o hecho realidad".
Un jugador que ha protagonizado una evoluci¨®n tan marcada, tras fichar por el Valencia, a¨²n le queda un sue?o por cumplir: la Selecci¨®n: "Es un premio que te puede llegar y nunca te puedes obsesionar. El a?o pasado varios periodistas me llamaron en v¨ªsperas de algunas listas diciendo que ten¨ªa muchas opciones. Me habr¨ªa encantado, no pudo ser y ya veremos".
De Bruno, lo que menos se conoce es su faceta m¨¢s humana, su car¨¢cter solidario. "Mi padre es m¨¦dico y siempre ha organizado viajes solidarios. Un d¨ªa se nos ocurri¨® jugar un partido ben¨¦fico en mi pueblo, reuniendo a amigos y ex compa?eros, para recaudar dinero para un grupo de mujeres de Ecuador para una m¨¢quina de bordar. Lo conseguimos y fue muy gratificante. Tambi¨¦n ayud¨® el sorteo que, a modo de subasta, hicimos de las camisetas que yo hab¨ªa cambiado a lo largo de la temporada. La m¨¢s solicitada, y por eso se la pido siempre, fue la de Xavi".