supercopa de europa | barcelona 1 - shakhtar 0
Una copa entre bostezos
El Barcelona necesit車 115 minutos para derribar la muralla de un Shakhtar que vivi車 encerrado para morir en la orilla, a segundos de la tanda de penaltis. Pedro, que hab赤a entrado por un desdibujado Ibrahimovic, dinamiz車 el juego de los Guardiola en la pr車rroga y decidi車 la Supercopa tras una gran combinaci車n con Messi en el 迆ltimo suspiro. El Bar?a sigue sumando t赤tulos y ganando batallas y guerras en un 2009 m芍gico. Chygrynskiy, adem芍s, dej車 una buena impresi車n en su 迆ltimo partido antes de unirse al triunfal proyecto de Guardiola.

Se pensaba en los penaltis, en una suerte de maldici車n de M車naco con el varapalo de 2006 ante el Sevilla en mente. Se vislumbraba el regreso a la tierra del proyecto Guardiola al final de una tanda de penaltis que nunca fue porque en el minuto 115 la final de la Supercopa qued車 decidida por uno de las pocas instant芍neas que el Barcelona dej車 de s赤 mismo en el infame c谷sped del Luis II. La muralla sider迆rgica del Shakhtar se resquebraj車 en una combinaci車n entre Pedro y Messi. El canterano estren車 contrato profesional con una diagonal el谷ctrica por banda izquierda y una combinaci車n m芍gica con Messi, que abri車 la chistera para habilitar al canario en zona franca dentro del 芍rea, donde bast車 un toque sutil id谷ntico al que tantas veces hemos visto al propio Leo. La cantera sigue creciendo.
Antes, durante 115 minutos insufribles, el Barcelona dej車 su peor imagen en mucho tiempo y cuesta no pensar que mucha culpa es del ladino Lucescu, al que Guardiola seguramente no quiera encontrarse ya ni en el supermercado de su barrio. El Shakhtar hizo sufrir mucho al Bar?a en la liguilla de la 迆ltima Champions y repiti車 pel赤cula en M車naco a base de un entramado defensivo que deber赤an mirar con lupa quienes quieran, como el Chelsea hace unos meses, aburrir hasta desconectar a un equipo que s車lo as赤 parece hacerse terrenal, plomizo, previsible. ?Y Chygrynskiy? Bien, firme y seguro en todas las acciones, muy concentrado y dejando buenas pinceladas muy arropado en una defensa que era un avispero. Dej車 maneras y detalles de su buen trato al bal車n, queda verle en campo abierto y en el entramado de una m芍quina obsesiva de atacar como este Barcelona.
Parte de culpa tendr芍 tambi谷n el calendario, el calor, la mayor fuerza f赤sica de un rival m芍s metido en competici車n y sobre todo el lamentable estado del c谷sped. El bal車n botaba en vez de rodar, se frenaba en vez de avanzar: un castigo para cualquier equipo, el enemigo p迆blico n迆mero 1 para una propuesta como la del Barcelona.
Colapso absoluto del Barcelona
Todos esos factores animaron a un Shakhtar que es de hierro pero que tiene un fresco toque brasile?o de centro del campo en adelante, aunque en M車naco Lucescu apost車 por la defensa total, por el trabajo de aniquilaci車n del cerebro de Xavi y la velocidad de Messi, por los apoyos y la basculaci車n hasta crear un muro m車vil que dinamit車 la m芍quina de calderas azulgrana. S車lo le falt車 recordar que en f迆tbol hay que marcar al menos un gol, porque los ucranianos apenas buscaron puerta ni explotaron la velocidad a la contra. Tuvieron sus llegadas, sobre todo en la pr車rroga cuando el factor f赤sico nivel車 un campo inclinado de forma escandalosa hasta entonces hacia la porter赤a de un Pyatov que resolvi車 bien el poco trabajo que tuvo hasta el gol. William, uno de los m芍s incisivos, se vio obligado a correr poco hacia delante y mucho hacia atr芍s en busca de las escapadas de Alves y Srna, un buen futbolista, encontraba pocas formas de armar juego desde la banda derecha. El Shakhtar defendi車 obstinado y sin errores y permiti車 un muestrario de buen hacer de Chygrynskiy, que pas車 el examen con buena nota.
Junto al sistema de trincheras de su rival, el Barcelona contribuy車 a su propia deconstrucci車n y puso de su parte para que el partido fuera, hasta la segunda parte de la pr車rroga, insufrible. Costaba reconocer al Bar?a imbatible y deslumbrante en ese equipo plano, lento, impreciso, d谷bil en la presi車n y est芍tico en el juego sin bal車n. S車lo Alves pareci車 siempre metido en el partido y con las pilas puestas. Los dem芍s viajaron de las r芍fagas de Henry (de m芍s a menos) o Messi (de menos a m芍s) a la absoluta desaparici車n. Fue el caso de Keita, de un Xavi completamente desdibujado y de un Ibrahimovic que firm車 un partido para olvidar del que sali車 sustituido y con problemas f赤sicos. Mientras jug車, estuvo lento y torpe, eligi車 siempre la peor opci車n y no acert車 ni a crear juego ni a rematar lo poco que cay車 en su zona de acci車n.
As赤 que en el patatal del Luis II se impuso el m迆sculo y la organizaci車n burocr芍tica del Shakhtar y desapareci車 la imaginaci車n y el f迆tbol del Barcelona, que sobaba el bal車n hasta la desesperaci車n. Durante muchos minutos los ucranianos pudieron y debieron probar, estirarse, buscar a un Bar?a que, de puro inc車modo, no mostraba la seguridad habitual quiz芍 porque la sombra de una derrota perra en una acci車n aislada rondaba por la cabeza de sus jugadores. Pero Lucescu nunca busc車 el accidente y se mantuvo sin pudor en la caverna que conduc赤a a la pr車rroga.
La cantera responde otra vez
El Barcelona en la segunda parte desperdici車 demasiados minutos hasta que apret車 ligeramente las clavijas del rival. Fue ya sin Henry e Ibra, con Bojan y Pedrito en el campo y con Messi desplazado al centro, donde entr車 por fin en el partido y arm車 los pocos l赤os que cre車 un Bar?a que gastaba energ赤a, pases y c車rners sin encontrar inspiraci車n. Hasta que lleg車 la pr車rroga y el Shakthar tuvo algunos momentos de b迆squeda, con Jadson jugando y Aghahowa fallando ante un seguro Vald谷s.
Los minutos pasaban entre nervios, protestas en las dos 芍reas, gestos de desesperaci車n de Guardiola y un campo cada vez m芍s largo. El Barcelona empez車 a encontrar v赤as de agua gracias a la activaci車n de Messi y la habilidad y frescura de Bojan y sobre todo Pedro, encargado de materializar la victoria en una jugada en la que el Bar?a concentr車 sus virtudes y su genio. Dej車 un gol marca de la casa en el partido en el que menos se pareci車 a s赤 mismo; Y con eso le bast車.
As赤 que pasado el partido, absolutamente decepcionante en c車mputo global, queda el c谷sped maltrecho del Luis II, los fastos de M車naco, los premios del jueves y un nuevo t赤tulo, el quinto en una temporada en la que el Barcelona lo ha ganado absolutamente todo: Liga, Copa, Champions, Supercopa de Espa?a y Supercopa de Europa. Casi siempre jugando como los 芍ngeles, esta vez entre bostezos y nervios pero con otra melod赤a fresca, ya con la soga de los penaltis al cuello, compuesta y ensayada en La Mas赤a. Eso le queda al Barcelona. Eso, otro t赤tulo (por supuesto) y, para los m芍s voluntaristas, las buenas prestaciones de Chygrynskiy.