Copa del Rey - Final | Athletic - Barcelona
Mestalla re¨²ne hoy a los dos Reyes de Copas
Yeste saldr¨¢ por la derecha. Keita jugar¨¢ por el lesionado Iniesta.
Lo que hoy se dirime naci¨® hace 107 a?os, cuando muchos consideraban al f¨²tbol el "extravagante sport". Fue entonces, un d¨ªa de San Isidro, cuando el Vizcaya, fusi¨®n del Athletic y del Bilbao FC, se enfrent¨® en la final al opulento F¨²tbol Club Barcelona de Hans Gamper, que contaba, dicen, con 37 suplentes. El torneo, llamado "concurso de Madrid", se enmarcaba en los festejos por la coronaci¨®n de Alfonso XIII y pon¨ªa en juego una copa elegante, m¨¢s una joya que un trofeo. Gan¨® el Athletic por 2-1 y la cr¨®nica del Heraldo del Sport atendi¨® m¨¢s a los alrededores que a las t¨¢cticas: "El p¨²blico fue tan numeroso que era poco menos que imposible transitar por los aleda?os del campo, por la afluencia de coches, autom¨®viles y caballos. Excusado es decir que el bello sexo dominaba en todos los sentidos de la palabra".
Quien piense que estas son historias de bisabuelos, se equivoca: el perfil de aquella copa estar¨¢ cosido esta noche en las camisetas del Athletic, que todav¨ªa reclama que ese t¨ªtulo 'protomon¨¢rquico' se sume a las 23 Copas que le reconoce el palmar¨¦s oficial. La reivindicaci¨®n adquiere una importancia trascendental, pues de admitirse el galard¨®n, Bar?a y Athletic empatar¨ªan a 24 t¨ªtulos y se disputar¨ªan, a partir de las 22:00 horas, el honor¨ªfico t¨ªtulo de Rey de Copas.
El partido es un monumento y que el Athletic, reivindicaci¨®n incluida, lo ha planteado como un cita con la historia, 25 a?os despu¨¦s de su ¨²ltimo t¨ªtulo. Y el entusiasmo ha sido contagioso. En torno a este desaf¨ªo deportivo se ha desatado una feliz conjura social, que ha movilizado a los seguidores de toda Espa?a. Agotadas las autocaravanas en Vizcaya, se esperan 35.000 aficionados en Valencia, diez mil sin entrada.
Para el Bar?a es distinto. El partido pone a prueba una hegemon¨ªa futbol¨ªstica y casi moral. La Copa viene despu¨¦s y es la primera pieza de un tridente mitol¨®gico. Ni siquiera la ausencia de Iniesta afecta a su favoritismo. Nadie cree relevante el golpe del Villarreal y poco importa, parece, la fatiga, la acumulaci¨®n de batallas. Se valoran m¨¢s hechos. El Athletic de Caparr¨®s s¨®lo le ha arrancado al Bar?a un empate en dos temporadas. Y las apuestas ya forman parte de la estad¨ªstica: la victoria del Bar?a s¨®lo se paga 1,49 a 1, mientras el triunfo rojiblanco ofrece 5,5 euros por cada uno jugado.
Visto que el Athletic s¨®lo parte con ventaja en la pasi¨®n, su partido debe ser un remedo del que jug¨® contra el Sevilla en semifinales. Tras caer en el Pizju¨¢n (2-1), los rojiblancos barrieron a un enemigo (3-0) con m¨¢s argumentos t¨¦cnicos. Esta vez no estar¨¢ San Mam¨¦s, pero permanecen Caparr¨®s y Llorente, el esp¨ªritu y la espada. Con ellos, un equipo que tiene, y esa es la paradoja, m¨¢s f¨²tbol que furia.
Caparr¨®s apostar¨¢ por su once de gala, con una variante: Yeste podr¨ªa moverse por la derecha para evitar a Alves y favorecer su disparo con la zurda. Por la izquierda jugar¨ªa Susaeta y m¨¢s al centro Toquero tiene la misi¨®n de impedir la creaci¨®n de Xavi. Lo dem¨¢s ser¨¢ un rugido. En el Bar?a, Guardiola apostar¨¢ por los 'hombres' de la Copa, Pinto y Bojan. Sylvinho relevar¨¢ a Abidal y en el centro del campo Keita suplir¨¢ a Iniesta. Se ganar¨¢ m¨²sculo a cambio de una p¨¦rdida insustituible de f¨²tbol.
Hay antecedentes cercanos de v¨ªctimas que resultaron verdugos. En 2002, el Depor protagoniz¨® el Centenariazo y en 2004 el Zaragoza gan¨® al Madrid en condiciones similares. En ambas citas, la concentraci¨®n y el inter¨¦s fueron m¨¢s determinantes que el talento.
El partido es eterno. Hace 107 a?os La Vanguardia public¨® una breve nota sobre aquella primera final: "Los bandos Vizcaya y Barcelona se disputaron la copa de plata luchando todos con verdadero entusiasmo. El hip¨®dromo se vio muy concurrido y entre el p¨²blico not¨¢base la presencia de distinguidas damas". Nada ha cambiado en un siglo.