Higua¨ªn y Casillas, especialistas en milagros

El Real Madrid no tiene f¨²tbol, no juega bien, pero siempre le quedar¨¢ la ¨¦pica, la fe y la suerte para luchar por la Liga. Son los argumentos con los que se maneja por el campeonato, nunca renuncia a la victoria, nunca se da por vencido. Esta vez aparecieron Casillas para detener un penalti a Casquero, que lo tir¨® a lo Panenka, con el partido casi cerrado, e Higua¨ªn, el especialista en milagros, para marcar en el tiempo a?adido y mantener vivo un campeonato que parec¨ªa muerto. No hay explicaci¨®n racional a la victoria del Madrid o a la derrota de un Getafe que tuvo el triunfo en la mano. La ¨²nica explicaci¨®n es que en el campo estaba el Madrid. Otro triunfo ¨¦pico, otra victoria de la fe madridista y la Liga que sigue viva. De locos.

Porque lo que se vivi¨® en el tramo final del encuentro fue de locos, con el Madrid desatado, con uno menos y lanzado a por un triunfo que su f¨²tbol le hab¨ªa negado. Sin t¨¢ctica, con el partido vuelto del rev¨¦s, con Gago jugando de central y con el Getafe aturdido, sin saber por d¨®nde le ven¨ªan los ataques, defendi¨¦ndose con dificultad y desperdiciando un penalti con el partido casi cerrado. Casquero lo tir¨® a lo Panenka y Casillas lo par¨®. En el tiempo a?adido Higua¨ªn marc¨® un golazo por la escuadra y los que todav¨ªa no se hab¨ªan ido del Bernab¨¦u disfrutaron de un nuevo milagro, de esos que hace dos temporadas permitieron al Madrid ganar la Liga. El madridismo en pleno ¨¦xtasis y Casquero llorando por su error. Nada mejor que eso resume lo que fue el choque.

En ese momento, Pepe estaba ya en el vestuario, bien expulsado por sus salvajadas sobre Casquero. Le derrib¨® para cometer penalti y con Casquero tendido en el suelo le pis¨® un tobillo y le pate¨® la espalda. Se podr¨¢ argumentar enajenaci¨®n mental transitoria o lo que se quiera, pero no quedan partidos suficientes en esta Liga para hacer justicia con la sanci¨®n que se merece.

Todo eso es lo que se vivi¨® al final, pero el encuentro no fue eso, fue otra cosa muy diferente. Fue una hora en la que el Bernab¨¦u sufri¨® con su equipo. Acostumbrado a saborear buen f¨²tbol y a disfrutar con algunos de los que han sido los mejores jugadores de la historia, soporta con dificultad la lamentable imagen que ofrece este equipo. Un conjunto limitad¨ªsimo, sin f¨²tbol, desequilibrado, pero con toda la fe del mundo, una pegada mort¨ªfera y mucha suerte. Con esos argumentos pretende contrarrestar el juego de seda del Barcelona, que si en vez de ser el Madrid el que le discute el t¨ªtulo de Liga fuera otro, ya llevar¨ªa tiempo con los actos de celebraci¨®n planificados.

La especialidad de este equipo es lograr triunfos de la nada, apoyado en los milagros, y as¨ª lleva viviendo toda la Liga. Sin nada m¨¢s que ofrecer, el Madrid se apoya en la contundencia de sus n¨²meros. Un valor nada despreciable, pero insuficiente cuando se habla del Madrid, que tiene la obligaci¨®n hist¨®rica de jugar bien y hacer disfrutar a su p¨²blico. Acumula victorias con la misma facilidad que desespera a su afici¨®n. Y cuando los triunfos no llegan no hay con lo que defenderse. No hay argumentos, no hay nada que justifique tan mal f¨²tbol, si es que tanta pobreza futbol¨ªstica tiene alguna justificaci¨®n posible en un club como el Madrid. No es necesaria la c¨¢mara superlenta en los encuentros del Madrid, porque ese es el ritmo al que se mueve este equipo.

Esta vez acudieron al rescate Higua¨ªn, Guti y Casillas, que compensaron los goles de Soldado y Alb¨ªn. Cont¨® el Madrid con la inesperada colaboraci¨®n del Getafe, que de forma inexplicable se vino abajo y se dej¨® remontar cuando hab¨ªa dominado con claridad durante todo el primer tiempo, en el que malgast¨® todas las ocasiones que tuvo, y fueron unas cuantas, menos una. Apenas se hab¨ªan consumido diez minutos de partido cuando Granero centr¨® desde la derecha y Soldado marc¨® de cabeza. Alguien deber¨ªa explicar por qu¨¦ Granero juega en el Getafe y no en el Madrid, cuando es uno de los mayores talentos que ha salido de la cantera blanca en los ¨²ltimos a?os. A los cuatro minutos ya hab¨ªa avisado el propio Soldado despu¨¦s de una jugada de Manu del Moral.

Ausente Lass por sanci¨®n, Guti volvi¨® a aparecer como titular y lejos de ganar en f¨²tbol, el conjunto perdi¨® equilibrio. El juego del Madrid no gan¨® en fluidez y fue m¨¢s d¨¦bil en defensa. Ramos se pas¨® el partido en el campo contrario y sin Lass, ni Gago ni Guti supieron tapar sus ausencias. Entre Manu y Gavil¨¢n dejaron en evidencia a Ramos y a todo el sistema defensivo blanco. Es la consecuencia de jugar con s¨®lo dos centrocampistas. Porque Van der Vaart no tiene nivel para jugar en el Madrid. Se mereci¨® la roja por una patada por detr¨¢s a Granero y en ese se qued¨® su actuaci¨®n. No merece llevar la camiseta blanca. No aporta nada.

El Madrid estaba roto, desequilibrado y era sorprendido con facilidad a la contra y no era capaz de tirar a porter¨ªa. Hasta que apareci¨® por primera vez Higua¨ªn, en el tiempo a?adido de la primera parte. Cata D¨ªaz, el peor del Getafe, se dej¨® comer la posici¨®n cuando ten¨ªa toda la ventaja y en lugar de despejar el bal¨®n intent¨® protegerlo de forma absurda con el cuerpo. Lo que consigui¨® fue que Higua¨ªn batiera a Stojkovic, que hasta ese momento no hab¨ªa tenido nada de trabajo. Primer tiro a puerta del Madrid y primer gol. Ese tanto evit¨® la pitada de un irritado p¨²blico y puso los cimientos para otra remontada imposible.

En el descanso se retir¨® Van der Vaart y le sustituy¨® Robben, que no aguant¨® ni 20 minutos sobre el campo. Una nueva lesi¨®n muscular y otra oportunidad para Drenthe, tan atolondrado y acelerado como siempre. Antes Javi Garc¨ªa hab¨ªa reemplazado a Cannavaro y Gago pas¨® a jugar de central. Si alguien encuentra una raz¨®n que me la explique.

El partido hab¨ªa enloquecido. Soldado malgast¨® una ocasi¨®n inmejorable, Higua¨ªn respondio fallando en un mano a mano a los 80 minutos, vio la quinta amarilla que le impedir¨¢ jugar contra el Sevilla y Belenguer salv¨® bajo palos un remate de Ramos. El madridismo se desesperaba porque se le escapaba la Liga y el Getafe porque parec¨ªa inexplicable que no ganara. Y ah¨ª apareci¨® Alb¨ªn para marcar el segundo de los azules, despu¨¦s de una gran combinaci¨®n de Uche y Gavil¨¢n.

Se acababa la Liga y el Getafe disfrutaba, pero el Madrid nunca se resigna y apareci¨® por primera vez en toda la noche Guti para convertir un golazo de falta y empatar. Lleg¨® despu¨¦s el penalti de Pepe, sus patadas a Casquero, su expulsi¨®n y la parada de Casillas.

El Bernab¨¦u ya cre¨ªa en la remontada, barruntaba un nuevo milagro y ¨¦ste lleg¨® en el tiempo a?adido, con ese golazo por la escuadra de Higua¨ªn. Otra noche ¨¦pica en el Santiago Bernab¨¦u.