Iv¨¢n Alonso permite al Espanyol seguir so?ando con la permanencia

Era una inc¨®gnita saber c¨®mo arrancar¨ªa el Espanyol, que iniciaba la jornada con optimismo tras los resultados de sus rivales directos. A los blanquiazules les costaba ¨²ltimamente entrar en los partidos, pero en esta ocasi¨®n s¨ª que trat¨® de acaparar toda la atenci¨®n y dejar al Racing en un segundo plano. La presencia de Luis Garc¨ªa en el once titular, despu¨¦s de ser suplente en los dos ¨²ltimos partidos, dot¨® al conjunto blanquiazul de m¨¢s mordiente ofensiva. El asturiano fue el mejor de los locales en los primeros minutos y de sus botas nacieron las mejores oportunidades para el Espanyol.

El equipo de Mauricio Pochettino, a diferencia de anteriores encuentros en casa, sali¨® con intensidad y ganas y eso le permiti¨® ser el gran protagonista de la contienda. El Racing, en cambio, se conform¨® con balones en largo para Zigic y alg¨²n destello del incombustible Munitis y de Pereira. El Espanyol se tom¨® un respiro y cedi¨® moment¨¢neamente el testigo a la escuadra c¨¢ntabra, que hasta entonces se sinti¨® bastante inc¨®modo sobre el terreno de juego. El partido se nivel¨®, el Racing estir¨® un poco m¨¢s las l¨ªneas y se sacudi¨® el dominio inicial de los barceloneses.

Sin embargo, los locales tomaron un poco de ox¨ªgeno y volvieron a enchufarse. Jarque, tras una buena jugada del omnipresente Sergio S¨¢nchez, puso a prueba los reflejos de Coltorti con un disparo desde la frontal, que el suizo despej¨® como si un portero de balonmano se tratara. La buena predisposici¨®n y el inter¨¦s del Espanyol no se vio premiado porque, una jornada m¨¢s, los delanteros catalanes anduvieron negados de cara a puerta. Tamudo, que lleva desde noviembre sin marcar en Liga, fue el claro ejemplo al malograr un mano a mano con Coltorti.

El partido no fue tan vibrante en la segunda mitad. Al Espanyol se le vio m¨¢s atenazado, pero el Racing, incomprensiblemente, no supo jugar con esa ansiedad de los locales. El miedo se fue apoderando de los hombres de Pochettino, conscientes de que los tres puntos eran obligatorios. Hubo m¨¢s desacierto que tino por partes de ambos contendientes. Al Espanyol se le iba apagando la luz hasta que apareci¨® la cabeza de Iv¨¢n Alonso. Los de Pochettino, despu¨¦s de mucho tiempo, volvieron a hacer buen uso de la estrategia.

Tamudo, que acab¨® sustituido a quince minutos para el final, pudo sentenciar el encuentro en la siguiente acci¨®n, pero el de Santa Coloma volvi¨® a evidenciar que no atraviesa su mejor momento de juego. Los entrenadores decidieron refrescar a sus respectivos equipos con ideas muy diferentes Mu?iz dio entrada a Tchit¨¦ por un desapercibido ?scar Serrano para intentar tener m¨¢s protagonismo en ataque, mientras que Pochettino, algo m¨¢s conservador, puso a Lola Smiljanic para fortalecer el centro del campo.

El Racing agradeci¨® el retoque t¨¢ctico y comenz¨® a tener m¨¢s presencia. El Espanyol pareci¨® dar por buena la ventaja m¨ªnima en el marcador y apur¨® los minutos finales. Los de Mu?iz comenzaron a colgar balones al ¨¢rea de forma desesperada. Cada centro encog¨ªa el coraz¨®n de los aficionados locales y hac¨ªa palpables los nervios de la zaga blanquiazul. Los minutos finales se hicieron interminables no tanto por el peligro originado por el Racing sino por los miedos del Espanyol.

Con mucho sufrimiento, el Espanyol se hizo con los tres puntos. Un triunfo vital para los espa?olistas que abandonan el ¨²ltimo puesto de la clasificaci¨®n y siguen dando pasos importantes para lograr la permanencia.