Los ca?oneros hunden el submarino

Panorama muy negro el que ten¨ªa el Villarreal en su visita al Emirates Stadium para disputar el partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Arsenal. Los de Pellegrini ten¨ªan todo en contra: resultado desfavorable, las bajas sensibles de Cazorla y Senna y la condici¨®n de favorito de su rival, adem¨¢s de su mayor fortaleza f¨ªsica. A favor, pocas cosas, la debilidad defensiva del conjunto ingl¨¦s, el precedente de haber conseguido el pase en la ronda anterior con id¨¦ntico resultado en la ida, el apoyo de 1.200 seguidores desplazados a Londres para empujar a los suyos hacia las semifinales y la esperanza de contar con la mejor versi¨®n del italiano Rossi. Bruno, Pires y Mat¨ªas Fern¨¢ndez eran las tres novedades en la alineaci¨®n inicial del submarino respecto a la presentada en El Madrigal en la ida.

La salida en tromba del Arsenal sorprendi¨® a un Villarreal despitado y mal colocado sobre el terreno de juego. Sin apenas tiempo para sentarse en sus asientos, los aficionados de los "gunners" vieron como dos ocasiones consecutivas de Van Persie estuvieron cerca de inaugurar el marcador. El estilo de los de Pellegrini no se correspond¨ªa con lo que se pod¨ªa ver sobre el c¨¦sped. El equipo espa?ol no dispon¨ªa del bal¨®n, a pesar de contar con cinco centrocampistas colocados por su t¨¦cnico, precisamente, con esa intenci¨®n. Tras el miedo que imprim¨ªa el conjunto ingl¨¦s cada vez que se acercaba a las inmediaciones del ¨¢rea de Diego L¨®pez, el Villarreal comenz¨® a adelantar sus l¨ªneas, pero el remedio fue peor que la enfermedad. Un destello de calidad de Cesc en forma de taconazo burl¨® al centro del campo y la zaga castellonense para que Walcott abriera la lata con una espl¨¦ndida vaselina sobre Diego L¨®pez.

Dos ocasi¨®nes de God¨ªn, una parada por Fabianski y otra que se perdi¨® por encima del larguero, fue el ¨²nico bagaje en ataque de los visitantes en la primera mitad del encuentro. Mientras tanto, Adebayor y compa?¨ªa segu¨ªan merodeando por el ¨¢rea rival con cierto peligro cada vez que decid¨ªan probar suerte. Poco a poco el Villarreal se fue metiendo en el partido y logr¨® advertir a su rival que, adem¨¢s de atacar, tambi¨¦n ten¨ªan que defender. Los de Pellegrini comenzaron a tener la pelota y a acercarse al marco contrario, aunque sin ocasiones rese?ables de peligro. Eso era tarea de los de Wenger, que pudieron ampliar su ventaja tras un remate de Adebayor que sac¨® Gonzalo en la misma l¨ªnea de gol.

El Villarreal no supo aprovechar el desorden defensivo del Arsenal, que se limitaba a acumular hombres en la frontal del ¨¢rea en cada ataque espa?ol. Tampoco fue capaz de hacerse con la llave maestra de la eliminatoria, que no era otra que el control del esf¨¦rico, sin el que el Arsenal quedaba reducido a un equipo lento y timorato ante las intenciones de su contrario, lo que intentaba y lograba compensar con pura fuerza f¨ªsica. En los ¨²ltimos minutos del primer asalto la balanza se equilibr¨® y el gol pod¨ªa caer para cualquiera de los dos equipos. Las imprecisiones en la medular y en el ataque y la falta de posesi¨®n condenaron al submarino a jug¨¢rselo todo en los ¨²ltimos cuarenta y cinco minutos de la eliminatoria, y eso ante un conjunto como el Arsenal es un cara o cruz.

Cuesti¨®n de velocidad

Tras la reanudaci¨®n, la t¨®nica sigui¨® siendo la misma. Ambos equipos quer¨ªan el bal¨®n para seguir siendo fieles a su estilo de juego, el f¨²tbol de toque. La diferencia entre uno y otro radicaba en la rapidez a la hora de hacer circular el bal¨®n. El Villarreal tocaba mucho cuando ten¨ªa el bal¨®n en sus pies, pero con una lentitud asombrosa, mientras que el Arsenal tan s¨®lo necesitaba cuatro toques para desplazarse de un ¨¢rea a otra, lo que les otorgaba m¨¢s llegadas a la porter¨ªa rival y, por tanto, m¨¢s ocasiones y posibilidades de hacer el segundo y sentenciar el pase a semifinales. La presi¨®n que ejerc¨ªan los jugadores del conjunto ingl¨¦s sobre todas las l¨ªneas del submarino agrababa a¨²n m¨¢s la lentitud en el juego del conjunto de El Madrigal.

El comienzo del fin para el Villarreal fue, precisamente, en una jugada de las mencionadas anteriormente. Al cuarto de hora del segundo acto los "gunners" dibujaron una jugada perfecta con cinco toques de bal¨®n que acab¨® en los pies de Adebayor y que, ayudado por un excelente control orientado y el despiste descomunal de Gonzalo, signific¨® el segundo tanto de los de Wenger y la sentencia de la eliminatoria. Adebayor, que vivi¨® casi todo el encuentro en permanente estado de fuera de juego, aparec¨ªa por primera vez y marcaba. Los acontecimientos se precipitaban y Pellegrini comenz¨® a mover fichas. Ibagaza y Nihat entraron en lugar de Mat¨ªas Fern¨¢ndez y Bruno, respectivamente.

Pero lo peor estaba por llegar. A falta de veinte minutos para la conclusi¨®n, el sue?o europeo del conjunto espa?ol salt¨® en mil pedazos tras un dudoso penalti se?alado por uno de los asistentes de Wolfgang Stark y que signific¨® el tercero de los locales, con la firma de Van Persie. Eguren perdi¨® los nervios al protestar la acci¨®n del penalti de God¨ªn sobre Walcott y se march¨® a los vestuarios antes de tiempo por doble amarilla. Panorama desolador para el Villarreal: el 3-0 le obligaba a marcar tres goles en los ¨²ltimos veinte minutos con el h¨¢ndicap de la inferioridad num¨¦rica. La conclusi¨®n era clara, el Villarreal se desped¨ªa de la Champions en cuartos de final ante un equipo que fue superior en el global de la eliminatoria, y no s¨®lo en el resultado.

Los ¨²ltimos minutos se consumieron con un desangelado Villarreal que ansiaba el pitido final ante un Arsenal que, l¨®gicamente, baj¨® el ritmo de juego, pero no renunci¨® en ning¨²n momento a lograr el cuarto para aumentar la fiesta que se hab¨ªa instalado en las abarrotadas gradas del Emirates Stadium.

El Villarreal qued¨® eliminado de la Liga de Campeones y debe centrar todos sus esfuerzos en la Liga para lograr el cuarto puesto y volver a la m¨¢xima competici¨®n continental el pr¨®ximo a?o. El Manchester United, que venci¨® 0-1 al Oporto, ser¨¢ el rival del Arsenal en unas semifinales en las que, por segundo a?o consecutivo, vuelve a tener tres participantes brit¨¢nicos.