Liga de Campeones | Chelsea 4 - Liverpool 4
El Liverpool se despide en un partido ¨¦pico
Partido de infarto en Stamford Bridge. El Liverpool se adelant¨® con un 0-2 con goles de Fabio Aurelio y Xabi Alonso de penalti. El Chelsea dio la vuelta al encuentro con tres goles casi seguidos de Reina, en propia meta, Alex y Lampard. Lucas y Kuyt devolvieron la esperanza a los de Ben¨ªtez, pero Lampard sentenci¨® en el 89'. Los londinenses se enfrentar¨¢n al Barcelona en semifinales.
Habemus rival. Toda vez que el pase del Bar?a era un hecho conocido hac¨ªa ya una semana, la mayor¨ªa de las miradas se centraban esta noche en el duelo ingl¨¦s que decidir¨ªa su rival en las semifinales de la Champions. Finalmente ser¨¢ el Chelsea. Y aunque a priori los 'cul¨¦s' son favoritos, conviene no confiarse. El conjunto de hiddink mantiene una excelente pegada, pero esta noche, un Liverpool mermado ha logrado hacerle nada menos que cuatro goles a un equipo que flojea en lo que otrora fue su mayor virtud, la fortaleza defensiva. Lo dicho, como para confiarse.
Las malas noticias para el Liverpool comenzaron al anunciarse las alineaciones iniciales. Ben¨ªtez no podr¨ªa contar para su equipo con Gerrard, aquejado de dolencias en los abductores durante toda la semana. El esp¨ªritu del capit¨¢n tendr¨ªa que quedarse en la grada. Benayoun ocup¨® su lugar sobre el c¨¦sped. Junto a ¨¦l, Torres y Kuyt, con trivote en el centro. En realidad todo esto poco importaba. Hab¨ªa que ir a por todas, estuviese quien estuviese, y hasta Leiva y Mascherano tendr¨ªan que pensar m¨¢s en da?ar a Cech, que en proteger a Reina.
Con un f¨²tbol tosco, primitivo, el Liverpool encerr¨® al Chelsea en su ¨¢rea desde el pitido inicial. Bueno, m¨¢s bien fue el Chelsea el que renunci¨® a cualquier cosa que se acercara de lejos a jugar al f¨²tbol, extremadamente confiado en el resultado de la ida, y en su capacidad defensiva. Y es que el Liverpool no asustaba a nadie. Acostumbrado a no tener que llevar la iniciativa para disponer de espacios a la contra, los 'reds' no terminaban de encontrarse c¨®modos.
Casi sin juego por los lados, m¨¢s que nada porque ni Kuyt ni Benayoun son jugadores de banda, la creaci¨®n se limitaba la mayor¨ªa de las veces al pelotazo en largo de alguno de los dos centrales, casi siempre Skrtel, menos malo en esta funci¨®n que Carragher. Xabi, el ¨²nico cerebro pensante de la media de Ben¨ªtez era el ¨²nico que recib¨ªa una gran presi¨®n cuando ten¨ªa el bal¨®n, y s¨®lo cuando Benayoun se iba hacia el centro para asociarse con Torres llegaba el aut¨¦ntico peligro. As¨ª lleg¨® la primera gran ocasi¨®n para los visitantes, casi la ¨²nica que no fue a bal¨®n parado, tras una gran taconazo del israel¨ª que Torres envi¨® muy alto tras rematar desde la frontal con la zurda.
Corr¨ªa el minuto 12, y como al final ocurri¨®, ya se empezaba a intuir que las opciones del Liverpool pasaban por aprovechar alguna falta o un c¨®rner. Lo que ninguno pensaba es que el Chelsea dar¨ªa tantas facilidades como las que Cech concedi¨® en el primer tanto del Liverpool. Una falta lejana, ligeramente escorada, sin aparente peligro directo, termina en el fondo de las mallas tras una serie de errores de la zaga 'blue'. Una barrera de un solo hombre, mal colocada, un portero m¨¢s pendiente de lo que pasa en su ¨¢rea que del bal¨®n, y un buen lanzador, Fabio Aurelio, hicieron el resto.
El Chelsea se encontraba con un gol en contra antes de 20 minutos y un rival que se crec¨ªa tras comprobar lo endeble de la defensa local. Hiddink, con los pelos de punta, daba entrada a Anelka por Kalou. Los nervios crecieron m¨¢s a¨²n nueve minutos despu¨¦s, cuando un clamoroso agarr¨®n de Ivanovic sobre Xabi Alonso fue sancionado con penalti por Medina Cantalejo. El centrocampista de Tolosa convirti¨® la pena m¨¢xima con una determinaci¨®n de hierro. Y lo m¨¢s dif¨ªcil ya estaba hecho. El Liverpool ten¨ªa al Chelsea donde cualquiera lo hubiera firmado antes del encuentro. 29 minutos y s¨®lo un gol para lograr el pase. Pudo llegar incluso antes del descanso, en un final digno de olvidar en que la defensa de los de Hiddink sigui¨® haciendo aguas en balones colgados.
Un final de locura
Termin¨® el Chelsea pr¨¢cticamente colgado de su travesa?o, deseando el pitido del ¨¢rbitro para evitar males mayores, y con el miedo en el cuerpo. Y, cosas del f¨²tbol, 12 minutos despu¨¦s de la reanudaci¨®n, la calma hab¨ªa vuelto a Stanford Bridge de la misma forma que se vio inundado por el p¨¢nico. En dos jugadas aisladas, con errores defensivos, los hombres de Hiddink volvieron a dejar la eliminatoria pr¨¢cticamente sin hisrtoria.
El primer tanto de los locales lleg¨®, tras una cabalgada de Anelka por la banda, en una cantada de Reina al m¨¢s puro estilo Zubizarreta. La imagen del guardameta espa?ol, con el gesto descompuesto viendo como el bal¨®n se introduc¨ªa en su porter¨ªa, record¨® a m¨¢s de uno la fat¨ªdica jugada ante Nigeria en el Mundial de Francia. Cierto es que el bal¨®n fue tocado levemente por Drogba, pero pudo y debi¨® hacer mucho m¨¢s el bueno de Pepe. Como tambi¨¦n pudo hacer m¨¢s tres minutos despu¨¦s, en una falta sacada por el central Alex, muy potente pero muy centrada.
Ni el empate ni la forma de producirse mermaron los ¨¢nimos de los visitantes. Se necesitaban ahora dos goles s¨ª o s¨ª. Y visto lo visto no era imposible, pero casi. Doce minutos despu¨¦s del empate, Ben¨ªtez se decidi¨® a cambiar su esquema hacia un estilo m¨¢s ofensivo. Mascherano fue el damnificado a favor de Riera. El Chelsea hab¨ªa cambiado de gui¨®n y ahora ya no se limitaba a esperar al rival en su mitad de campo, y la contra pod¨ªa volver a ser el mejor arma de los de Liverpool.
Pero a pesar de todo esto, los hombres de Ben¨ªtez continuaban sin inquietar apenas a Cech, y sin llegada, el pase no era ni mucho menos factible. Para colmo, lleg¨® el tercero del Chelsea, mucho m¨¢s c¨®modo sobre el c¨¦sped despu¨¦s de haber estado al borde del abismo. En otra desafortunada acci¨®n de la zaga 'red', un defensa queda retrasado habilitando la posici¨®n de Drogba, que se interna en el ¨¢rea y pone un bal¨®n que acaba rematando a gol Lampard.
Ahora s¨ª que parec¨ªa que estaba todo decidido. Ya no hab¨ªa pr¨¢cticamente tiempo para nada m¨¢s, y la moral de los visitantes deb¨ªa estar por los suelos despu¨¦s de que les levantaran un partido como este. De nuevo nos equivocamos. El f¨²tbol se ha hecho grande a base de encuentros como este, y los ¨²ltimos 15 minutos fueron ¨¦picos. El Liverpool se volc¨® definitivamente sobre el marco rival, y en un intervalo de 2 minutos volvi¨® a situarse a un tanto de lograr el pase. Primero en un disparo de Lucas Leiva que se cuela entre varias piernas, y luego en un remate de cabeza de Kuyt a pase de Riera, los de Merseyside volv¨ªan a creer en que el milagro era posible.
Pasara lo que pasara, este encuentro iba ya a ser recordado por muchos a?os. Pocas veces se puede encontrar una muestra de fe y un ejercicio de f¨²tbol en estado puro, sin especulaciones, sin medias tintas, como el que se pudo ver esta noche en Stanford Bridge. En estas ocasiones es duro que s¨®lo pueda haber un ganador, pero esas son las normas, y esta vez le toc¨® al Chelsea. Lampard, de nuevo, puso el fin de fiesta en el 89, con un disparo milim¨¦tricamente dirigido, que tras dar en ambos postes se fue directo a la red.
El Liverpool termin¨® el encuentro volcado, pero, ahora s¨ª que s¨ª, no hab¨ªa tiempo para m¨¢s. El Barcelona tendr¨¢ finalmente que viajar a Londres el 6 de mayo, esperemos que con la eliminatoria encarrilada. Ya sabe que desde luego, el paso por Stanford Bridge ser¨¢ movido.