Liga BBVA | Racing 2 - Betis 3
La zaga c¨¢ntabra se al¨ªa con Nogu¨¦s
Eman¨¢ sonroja a la defensa del Racing con dos goles. Los tantos de Luccin y Zigic, en sendos c¨®rners, no bastaron. To?o vio la roja con 2-2.

Josep Mar¨ªa Nogu¨¦s debut¨® en Primera de la misma manera que lo hizo Paco Chaparro hace dos temporadas: en Santander, ganando en una situaci¨®n dram¨¢tica y con Edu como abrelatas. Aunque en la excelente puesta en escena del t¨¦cnico b¨¦tico contribuy¨® de manera formidable la defensa del Racing que, si durante toda la temporada se hab¨ªa mostrado m¨¢s o menos fiable y compacta, ayer hizo un homenaje al d¨ªa de la madre. Mark Gonz¨¢lez volvi¨® loco a Pinillos, Edu siempre fue m¨¢s listo que Garay y Morat¨®n, sobre todo en el empate a uno, y Oriol demostr¨® una vez m¨¢s que su ¨ªmpetu no es suficiente si ¨¦ste no va rociado de m¨¢s materia gris. ?l propici¨® la expulsi¨®n de To?o como colof¨®n a varios errores m¨¢s, siendo su gazapo decisivamente doloroso. De todo ello se benefici¨® Eman¨¢, que hizo dos tantos (el primero de ellos maradoniano) y sali¨® merecidamente ovacionado de El Sardinero. Sabia su afici¨®n.
Sin embargo, antes del caos c¨¢ntabro pudo llegar la fiesta. Porque el inicio pint¨® bien. Como tantas otras veces. Recuerden los partidos en casa ante el Bar?a, Recre o Villarreal. El Racing sali¨® presionante, decidido y ambicioso. De ah¨ª que arrinconara al Betis en los primeros 15 minutos. En mitad de tanta insistencia, Luccin adelant¨® al conjunto verdiblanco con un zapatazo desde la frontal a la salida de un c¨®rner, siendo la primera vez que alguien hac¨ªa da?o as¨ª al Betis en toda la Liga. Una de esas jugadas que justifican las insoportables sesiones de v¨ªdeo y estrategia con las que someten los t¨¦cnicos a sus jugadores.
Entonces fue cuando el Racing tuvo la primera oportunidad de dar una merecida alegr¨ªa a su hinchada. Pero le sobrevino el en¨¦simo ataque de narcolepsia. Un trance ya habitual en cada partido, que quiz¨¢s se origine en la falta de pausa cuando se pone por delante. As¨ª, y aunque parezca contradictorio, el Betis comenz¨® a crecerse en la adversidad. Tirado por la sapiencia del emperador Aurelio y la calidad de Edu. ?ste, como ya hiciera en el 2007, sac¨® a su equipo de la depresi¨®n en los Campos de Sport con un tanto de pillo. El centro medido del Mark Gonz¨¢lez desde la banda izquierda y el resbal¨®n de los centrales le ayudaron.
Remontada.
Nogu¨¦s, joven pero raudo, sab¨ªa que era su momento. Supo leer que en la espalda de Pinillos hab¨ªa petr¨®leo. Y que Mark era su mejor perforador. All¨ª volc¨® el Betis su juego y el Racing sus defectos. Pero para tapar un santo, el conjunto c¨¢ntabro desvisti¨® otro. Y tanta basculaci¨®n de medios y centrales a esa zona empantanada descamis¨® a los de Mu?iz. De ah¨ª que Lacen y Luccin estuvieran peor escalonados que nunca. La aparici¨®n de Eman¨¢ en el 1-2 lo resume. Con su eslalon, adem¨¢s de surcar el centro, sonroj¨® a Pinillos y a Garay para burlar de inmediato la salida de To?o, que cumpli¨® la centena de partidos oficiales con el Racing sin olerla.
Menos mal que Zigic y Marcano no entienden de p¨¢jaras y siempre est¨¢n al quite. Para mejorar lo bueno o para maquillar lo malo. Como ayer. El serbio empat¨® el encuentro con un cabezazo de lujo en un nuevo c¨®rner botado por Munitis. Se palpaba que el empate era justo. Aunque tambi¨¦n que no ser¨ªa definitivo. Los ataques eran brillantes y las defensas caritativas. Morat¨®n, sustituido en el descanso, carg¨® con todas las culpas, las propias y las ajenas; cuando Garay, Pini, Arzu o Melli hab¨ªan hecho m¨¢s m¨¦ritos para pedir un relevo.
Pero con la sustituci¨®n de Mora no se acabaron los desprop¨®sitos. Nada m¨¢s empezar el segundo tiempo lleg¨® la expulsi¨®n de To?o, dura pero justa, y minutos despu¨¦s la puntilla de Eman¨¢ Pel¨¦ tras un nuevo error en la retaguardia. Con el 2-3 el Racing dio muestras de asfixia y el Betis de madurez. El empate local o la goleada visitante estaban a la misma distancia, pero nada lleg¨®. No hab¨ªa m¨¢s fuerzas. Con diez, a los de Mu?iz s¨®lo le sobraban calambres y dudas, mientras que al Betis ¨²nicamente le faltaba otra contra letal o un nuevo regalo. Porque la defensa c¨¢ntabra fue su mejor ataque.