No, De la Pe?a no est¨¢ loco

Dijo la semana pasada que el Espanyol se va a salvar. Como le miraron raro, apostill¨®: "Y no estoy loco". Si ¨¦l es capaz de seguir jugando como ayer y el equipo tambi¨¦n, nada tienen perdido. El partido del s¨ª o s¨ª cay¨® de su lado. Con justicia. Porque fue mejor que un Depor que toc¨® bien, pero sin mordiente. Visto lo de ayer, el Espanyol no es un colista muerto y a los de Lotina les toca espabilar si quieren meterse en la UEFA. La blandicie de esta ocasi¨®n no les lleva a ninguna parte.

El Espanyol jug¨® un buen partido. Tuvo el acierto de adelantarse en el marcador, lo que le permiti¨® soltar lastre nervioso. El primer gol fue pol¨¦mico: atac¨® el Depor y un pase interior de Lafita pareci¨® cortarlo Jarque con la mano muy cerca del ¨¢rea. Medina dijo que no, se mont¨® el contraataque y marc¨® el Espanyol. De la Pe?a le meti¨® un bal¨®n de oro a Iv¨¢n Alonso, Aranzubia se durmi¨® y el uruguayo aprovech¨® en segunda instancia que al meta vasco se le ocurri¨® despejar (fatal) y no coger la pelota con las manos, que parec¨ªa lo m¨¢s f¨¢cil.

Hubo un estallido tremendo en el estadio, mientras los deportivistas juraban en arameo. Pero el partido era local. El pueblo se desga?itaba apoyando todo lo que hiciera su equipo, igual les daba un saque de banda que uno de puerta. Una pancarta enorme dec¨ªa que jam¨¢s se rendir¨¢n. Ellos, los hinchas, segur¨ªsimo. Su fe dio lugar a un hecho realmente gal¨¢ctico: ?otro gol espa?olista! Por primera vez en la temporada se puso ganando en casa por dos goles. La ¨²ltima vez que vivi¨® esa sensaci¨®n fue en el Camp Nou, y acab¨® imponi¨¦ndose por 1-2. No s¨¦ si viene muy a cuento, pero seguro que al perico lector le gustar¨¢ que se lo recuerde. Marc¨® Iv¨¢n, lo que le sit¨²a como m¨¢ximo goleador espa?olista: m¨¢s galaxia. De no meter un gol en cuatro a?os a meterlos a pares... ?en el Camp Nou hizo los dos primeros desde 2005! Tambi¨¦n gusta recordarlo, a ¨¦l sobre todo. Lleva cuatro.

Pero no. Tanta felicidad era imposible. Hab¨ªa llegado el 2-0 en el minuto 40 y el Depor tuvo tiempo de acortar distancias y darle al respetable su inevitable raci¨®n de sufrimiento. Fue Lassad, que se estren¨® en Primera. 2-1 y al vestuario. A repasar los deberes. El Espanyol, poca cosa; el Depor, m¨¢s. No funcion¨® el buen eje que forman Lafita, Verd¨² y Guardado. Se movieron a impulsos personales, jam¨¢s en conjunto, tejiendo aqu¨ª, destejiendo all¨¢. Echaron en falta a Sergio y a Juan Rodr¨ªguez, seguramente. De Guzm¨¢n y Z¨¦ Castro pelearon en el centro del centro, pero no tuvieron f¨²tbol, un verdadero peso en el partido.

Fue por eso que al cuarto de hora Lotina puso a Valer¨®n y Montju?c cruz¨® los dedos, que el canario es buen¨ªsimo. Esta vez se le vio poco. El Espanyol tuvo varias ocasiones de poner tierra de por medio con un tercer gol. Estuvo bien Callej¨®n, pese a jugar en un lugar que no es el suyo. Es punta-punta y sali¨® por la derecha, en plan Ra¨²l, corriendo y corriendo lejos del ¨¢rea, que es lo suyo.

Al no moverse el marcador, el partido entr¨® en una fase hist¨¦rica, en la que colabor¨® la goleada de Osasuna en Madrid. El Depor se estiraba y porfiaba con la entrada de Riki. Sustos gordos no daba, pero hab¨ªa demostrado que es capaz de hacer un gol en dos toques, que as¨ª hizo el suyo.

El final.

Y como las ¨²ltimas experiencias, Pamplona sin ir m¨¢s lejos, hablaban de fatalidad perica en los ¨²ltimos minutos, el pueblo liber¨® adrenalina gritando y aplaudiendo sin parar desde el minuto 80: una cosa de locos en su estado m¨¢s puro. Iv¨¢n a?adi¨® excitaci¨®n levantando una y otra vez los brazos, buscando m¨¢s complicidad de la grada.

Cada vez que el Depor robaba se paraban miles de corazones, y s¨®lo fue en el pen¨²ltimo minuto del alargue cuando Montju?c respir¨®. Nen¨¦ lanz¨® a Rufete, que recort¨® y tir¨® sobre la salida del portero. La pelota iba fuera, pero se cruz¨® Lopo y la empuj¨® dentro. Fue ¨¦l. Fue cosa de su infancia. No quiso, pero lo hizo. Al punto acab¨® todo. Gan¨® el Espanyol y sigue vivo. De la Pe?a nunca lo dud¨®.

La afici¨®n fue el n¨²mero 12

Al Espanyol no le fall¨® su gente: como siempre. La cosa empez¨® con los quince mensajes de ¨¢nimo que la Curva colg¨® en el vestuario del equipo, con el permiso de Pochettino, y continu¨® despu¨¦s durante el partido, especialmente en su tramo final, cuando un gol del Depor hubiese sido fatal para las aspiraciones de permanencia espa?olistas.