Sesma ahonda en la herida ch¨¦

El Valencia sigue desangr¨¢ndose por una herida que, lejos de suturarse, se agranda. Defensivamente los ch¨¦s son una bicoca y el Valladolid no fue menos que todo hijo de vecino que pasa por Mestalla y logr¨® dos goles que pudieron ser m¨¢s. Al descanso, el 0-2 dejaba claro que los blanquinegros no hab¨ªan existido y eso justo el d¨ªa que se esperaba una reacci¨®n, un arranque de amor propio, una respuesta al llamamiento de Emery que no se produjo. Ni f¨²tbol, ni alma en los locales, todo eso lo puso un muy buen Valladolid al que s¨®lo le inquietaron al final y m¨¢s por la her¨®ica que por f¨²tbol.

Emery sigue sin encontrar la f¨®rmula para que los suyos jueguen juntitos o, en general, que jueguen a algo porque la falta de ideas en la medular es alarmante. Desde el principio estuvieron agarrotados y los pucelanos entraban con una facilidad pasmosa gracias a Pedro Le¨®n y Sesma. Este ¨²ltimo abri¨® la lata a los seis minutos, y eso que hab¨ªa conjura ch¨¦ para mantener la porter¨ªa a cero. No fue el caso. El 0-1 agrav¨® el tembleque local y Albiol se marc¨® el segundo tras la en¨¦sima cabalgada de Sesma, que encontr¨® un fil¨®n a la espalda de Maduro. Lo normal en un grupo que ha borrado de su disco duro los conceptos defensivos m¨ªnimos. Ayer fue el canario el que destroz¨® al Valencia, el jueves Kravets, antes Eliseu, Negredo... distinto verdugo para la misma sentencia: el Valencia est¨¢ en crisis.

Y Mendil¨ªbar lo sab¨ªa bien. El gui¨®n en Mestalla se ha repetido tantas veces que los t¨¦cnicos rivales saben de memoria la p¨®cima para puntuar. Encima, la ausencia de Villa multiplicaba las opciones de los violetas, que lejos de atrincherarse fueron a por m¨¢s, valientes y alentados por las facilidades que les daban. El veterano Marcos se uni¨® a la fiesta, dejando m¨¢s en evidencia el trabajo de Moretti, nulo arriba y blandito abajo, donde en teor¨ªa se debe agrandar. Sesma le remat¨® gan¨¢ndole en el choque, como Piscu a Fernandes hace una semana, como Pu?al a Miguel... la actitud defensiva est¨¢ lejos de ser la que corresponde no ya a un equipo que aspira a Champions, sino a un conjunto profesional, plagado de internacionales a los que les pesa la situaci¨®n un quintal.

En contrapunto con eso estaba Pedro Le¨®n, que flotaba ligero entre l¨ªneas y que rond¨® el gol con disparos envenenados. De la magia local no hab¨ªa se?ales y s¨®lo un chispazo de Silva pudo cambiar el rumbo, pero Morientes no acert¨®. Fernando fue v¨ªctima de la ansiedad, pues tuvo tres que en condiciones normales no falla, pero en este Valencia nada es normal y, encima, se encontr¨® con un muy buen Justo Villar y, cuando pudo con el meta, uno de los zagueros pucelanos le salv¨® una diana sobre la l¨ªnea. Del resto de jugones, nada de nada, Mata, Baraja y Joaqu¨ªn estaban espesos, bien sujetos por el s¨®lido entramado visitante donde, ah¨ª s¨ª, todos sab¨ªan qu¨¦ hacer.

La her¨®ica. En vista de que la primera hora de partido se la apunt¨® Mendil¨ªbar, Unai le dio una patada al tablero e intent¨® cambiar las normas con un triple cambio. Revoluci¨®n o muerte. Fue muerte, pero a ratos parec¨ªa que llegar¨ªan las tablas, sobre todo con las llegadas de Vicente. Los ch¨¦s encimaban y al Valladolid le quedaban ya pocas fuerzas para salir a la contra. Economizaban esfuerzos y empleaban todos sus recursos en defender su renta, m¨¢xime cuando se quedaron con diez. Mestalla se anim¨® con el 1-2, fruto otra vez de la estrategia, como los dos goles ante el D¨ªnamo, una buena se?al en el negro panorama local, pues es s¨ªntoma de que el equipo tiene muchas horas de trabajo detr¨¢s, como las tiene el Valladolid donde todo tiene sentido. En esa paridad, la diferencia estuvo en el acierto, pues el reparto de llegadas fue similar, aunque unas, las visitantes, fruto de las ideas, y otras, las locales, nacidas de la necesidad y elaboradas con agobio.

Para certificar que nada acompa?a a los ch¨¦s, Fern¨¢ndez Borbal¨¢n se comi¨® un claro penalti de I?aki Bea a Mata e, incluso, pudo haber alguno m¨¢s, pero no sirve de coartada: el Valladolid tuvo un plan y lo ejecut¨®, mientras el Valencia busca entre sus papeles una hora de ruta, pero sigue a la deriva.

El detalle: falleci¨® el socio n¨²mero 1

Ayer se guard¨® un minuto de silencio tras el fallecimiento del socio n¨²mero uno del Valencia, Pelayo Llompart. Tambi¨¦n se honr¨® la memoria de la socia n¨²mero uno, Nelida Cebri¨¢n. El minuto de silencio correspondi¨® tambi¨¦n al fallecimiento del alev¨ªn del Atl¨¦tico, Diego Alcala y al jugador del Utiel Carlos Hern¨¢ndez.