El reportaje | Fotos con leyenda
"Gonz¨¢lez no nos quit¨® esa Liga, la perdimos nosotros"
El 14 de mayo de 1994 el Superdepor roz¨® la que hubiera sido su primera Liga. Digno de un gui¨®n de cine, un penalti en el ¨²ltimo suspiro iba a decidir el campe¨®n. Miroslav Djukic lo lanz¨® y el meta Gonz¨¢lez le rob¨® el papel de h¨¦roe para asignarle el de villano.
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Casi 20 a?os de carrera deportiva y una elegancia jugando que marc¨® ¨¦poca quedaron sepultados por el recuerdo que siempre acompa?ar¨¢ a Miroslav Djukic: el penalti que err¨® el 14 de mayo de 1994 y priv¨® al Deportivo, entonces Superdepor de Arsenio Iglesias, de su primer t¨ªtulo. Naci¨® en Yugoslavia, emigr¨® a Galicia, volvi¨® y era Serbia y se consagr¨® en Valencia antes de retirarse en Tenerife. Este ciudadano del mundo, ciudadano del f¨²tbol, repasa una trayectoria impresionante con una noche y una hora se?aladas:
"Siempre se dijo que Bebeto ten¨ªa que lanzarlo y se escondi¨®, pero no es cierto. Me tocaba tirarlo a m¨ª porque era el segundo lanzador asignado y el primero, que era Donato, no estaba en el campo. Bebeto los tiraba, pero semanas antes fall¨® uno y el m¨ªster decidi¨® que no los lanzara. Me tocaba a m¨ª y lo fall¨¦. No fue m¨¦rito del portero, fue fallo m¨ªo porque dud¨¦ en el momento de golpear y eso es lo peor. Sol¨ªa tirarlos aguantando al m¨¢ximo hasta que se mov¨ªa el portero, pero en ese momento pens¨¦ si era mejor tirar a romper... cuando dudas terminas no haciendo ni una cosa ni otra y me sali¨® un desastre, flojo y sin colocar". A Djukic a¨²n le cuesta relatar aquella acci¨®n, borra por un rato su permanente sonrisa cuando habla del penalti, pero se recompone pronto y analiza: "Gonz¨¢lez no nos quit¨® esa Liga, la perdimos nosotros antes. Ten¨ªamos el t¨ªtulo en la mano, pero de los seis ¨²ltimos partidos no ganamos ni uno, perdimos la Liga mucho antes. Cuando nos dimos cuenta de que pod¨ªamos ser campeones la presi¨®n nos pudo, nos atenaz¨® la situaci¨®n y no ¨¦ramos capaces de ganar. Y cada semana era peor porque el Bar?a nos recortaba puntos y la presi¨®n era mayor. Y llegamos al partido contra el Valencia. Nunca olvidar¨¦ el ambiente, la llegada al campo a¨²n me pone los pelos de punta".
Al deportivismo no le sent¨® nada bien el gesto de Gonz¨¢lez celebrando su parada (el Valencia no se jugaba nada, s¨®lo una prima del Bar?a que a?os despu¨¦s reconocieron sus integrantes):
"A m¨ª no me molest¨® porque desde el lanzamiento en adelante no recuerdo nada, mi siguiente imagen es la gente anim¨¢ndome, llev¨¢ndome a los vestuarios. Nunca me volv¨ª a encontrar con Gonz¨¢lez, no s¨¦ si ten¨ªan prima, pero el Valencia ten¨ªa la obligaci¨®n de salir a ganar, no se les puede recriminar nada. Jugaba Mijatovic, pero a m¨ª jam¨¢s se me hubiera ocurrido decirle que no fuera al m¨¢ximo. En la vida me rebajar¨ªa a pedirle eso a nadie para ganar un partido".
La tristeza absoluta del vestuario tras el error a¨²n le escuece a Djukic y los acontecimientos posteriores fueron una mezcla de apoyo y desolaci¨®n:
"Nos invitaban a un viaje a las Seychelles, ya estaba organizado, pero muchos compa?eros decidimos no ir. En lo positivo recuerdo a la gente apoy¨¢ndome siempre, pusieron una pancarta delante de mi casa, pegaron carteles en mi patio anim¨¢ndome... la afici¨®n se port¨® fenomenal, pero nadie me pod¨ªa consolar".
Pero por muy mal que lo pasara, m¨¢s tarde lleg¨® el momento de rehacerse:
"Despu¨¦s de perder la Liga me fui a mi pueblo a aislarme de todo, recuerdo que nada m¨¢s llegar mi hermano me pregunt¨® que cu¨¢nto me hab¨ªa pagado el Bar?a por fallar el penalti, no se pod¨ªa creer que lo errara sin querer. Estaba hundido, pero llega un momento en el que te dices que tienes que levantarte, sacar fuerzas y volver a ser t¨² asumiendo lo que ha pasado. Y as¨ª lo hice empezando una nueva temporada, en la que tuvimos la recompensa de ganar la Copa del Rey".
Y se la ganaron, precisamente al Valencia, en una de esas carambolas que el destino te pone en el camino: "Contra el Valencia perdimos una Liga, luego le ganamos una Copa y, al final, termin¨¦ ganando una Liga jugando yo en el Valencia y viviendo aqu¨ª", recuerda Miroslav, que sabe que su vida deportiva est¨¢ marcada por los penaltis: "No gan¨¦ una Liga por uno y tambi¨¦n perd¨ª una Champions en los penaltis. Aquella final en Mil¨¢n pensaba que me iba a tocar tirar, porque ¨ªbamos ya por el s¨¦ptimo lanzador... lo hubiera lanzado sin problemas".
El Depor. El aterrizaje en Riazor fue una odisea como su marcha siete a?os despu¨¦s:
"De Carlos Ballesta era el segundo de Arsenio y fue a Belgrado a ver a Najdoski, que jugaba en el Estrella Roja, pero como jugaban el domingo, el s¨¢bado fue a ver nuestro partido. Yo estaba en el RAD de Belgrado y encima ese d¨ªa jugaba de mediocentro. Pero a los diez minutos cambiaron a uno de nuestros centrales que estaba siendo un desastre y a Carlos le gust¨¦. Vino a verme m¨¢s veces y decidieron firmarme a m¨ª. Entonces, el Depor estaba en Segunda, peleando por subir y se pod¨ªa firmar hasta cinco partidos antes de que terminase la competici¨®n. Justo en mi ¨²ltimo partido en el RAD me hice una fisura en el tobillo, no hubiera pasado el reconocimiento m¨¦dico, pero llegu¨¦ a A Coru?a un viernes y ni me hice reconocimiento m¨¦dico, me firmaron ese mismo d¨ªa porque si no jugaba el domingo ya no cumpl¨ªamos el plazo de los cinco partidos. Me vend¨¦ el tobillo como nunca, parec¨ªa que llevaba una escayola, no s¨¦ ni c¨®mo jugu¨¦, pero lo hice. El lunes, cuando me hicieron la revisi¨®n... ya era tarde. Al final ascendimos con el Albacete de Floro, en aquel equipo estaban Fran, Jos¨¦ Ram¨®n, Alb¨ªstegui, Uralde, Stojadinovic, que marc¨® el gol del ascenso... Al a?o siguiente jugamos una promoci¨®n con el Betis para mantenernos. En la ida yo no estaba por tarjetas, ganamos 2-1 y la vuelta en Sevilla fue de m¨¢xima tensi¨®n, empatamos a cero y nos salvamos. Ese verano cambiaron las cosas porque, a partir de ah¨ª, el Depor pas¨® a ser el Superdepor y pas¨® de pelear la permanencia a luchar la Liga".
Antes, sus inicios tampoco fueron sencillos:
"Con 21 a?os yo era palista, trabajaba gracias a que el club me hab¨ªa buscado un empleo. Estaba en Segunda cuando me llamaron del Macva Sabac y fui a probar. Entonces me tiraron del trabajo porque me dijeron que si me iba del equipo me quedaba sin ¨¦l, pero arriesgu¨¦ aunque mi padre me quer¨ªa matar porque ¨¦ramos una familia humilde y no entend¨ªa que renunciase a un trabajo por el f¨²tbol. Las cosas funcionaron bien luego en el RAD, el Deportivo y el Valencia. Me retir¨¦ tras un a?o en el Tenerife y, con la selecci¨®n, jugu¨¦ con Yugoslavia un partido, luego ya con Serbia. Con la Sub-21 de Yugoslavia fui campe¨®n de Europa, estaban Savicevic, Prosinecki, Mihailovic, Boban, Jarni, Suker... no ten¨ªamos mal equipo".
Tras siete campa?as en el Depor, el momento del adi¨®s:
"Se form¨® un gran grupo, llegaron futbolistas que no hab¨ªan ganado nada, con hambre y funcion¨®. Arsenio fue la clave, era muy competitivo y siempre jugaban los mismos consiguiendo automatismos en el equipo que nos hac¨ªan mejores. Era de la vieja escuela, iba por la mesa poni¨¦ndonos el vino y se llevaba la botella para que nadie se echara de m¨¢s. Logramos ser el segundo equipo de todos los espa?oles porque ¨¦ramos humildes. En mi pen¨²ltima temporada llegamos a un acuerdo para ampliar, pero no lo firmamos y Lendoiro empez¨® el a?o siguiente pag¨¢ndome con el contrato antiguo. Se dieron cuenta de que quedaba libre, empezaron a salir clubes, Bar?a, Betis... y el presi me llam¨® para firmar. Le dije que ya no era el momento y me fui al Valencia. Con 31 a?os firm¨¦ por tres y luego ampli¨¦ cuatro veces a?o a a?o".
El gran Valencia. En Mestalla vivi¨® los mejores a?os del club ch¨¦:
"Todo empez¨® con Ranieri, sigui¨® con C¨²per y acab¨® con Ben¨ªtez". Y tambi¨¦n como ch¨¦ vivi¨® su agria pol¨¦mica con Ca?izares: "Fue a ra¨ªz de un gol de Ra¨²l en el Bernab¨¦u. Los dos quer¨ªamos tener raz¨®n, nadie ced¨ªa porque somos hombres de car¨¢cter fuerte, pero profesionales, por eso en el campo nos habl¨¢bamos, pero fuera no. Estuvimos as¨ª hasta mi cena de despedida. Fui uno a uno brindando con todos los compa?eros y cuando llegu¨¦ a Santi se levant¨® y brindamos y todos empezaron a cantar 'que se besen, que se besen' y ah¨ª lo arreglamos todo". Antes, una Liga ganada y dos finales de Champions perdidas: "En la final de Par¨ªs cometimos el grave error de ir de favoritos. Contra el Madrid nunca puedes ir de favorito. En Mil¨¢n, marcamos pronto y el haber perdido un a?o antes nos hizo irnos demasiado atr¨¢s y eso ante un grande como el Bayern es un suicidio".
Entrenador. Como futbolista, Djukic ten¨ªa claro que su futuro estaba en los banquillos:
"Cuando jugaba analizaba mis partidos en v¨ªdeo, ve¨ªa los fallos, cortaba im¨¢genes... empec¨¦ en la Sub-21 de Serbia y fuimos subcampeones de Europa y eso que en la repesca perdimos 0-3 con Suecia. Ese d¨ªa me hice entrenador porque me dijeron de todo, pero luego fuimos all¨ª y ganamos 0-5. Me firm¨® el Partiz¨¢n y en enero, siendo l¨ªderes, me fui a la absoluta, tras Clemente, hasta los Juegos Ol¨ªmpicos. Ahora, espero entrenar en Espa?a, me veo capacitado".
En Miroslav se cuece un entrenador de nivel, le apasiona. Y el que lo firme se encontrar¨¢ una persona excepcional:
"Cuando jugaba, los rivales me recordaban el penalti, el peor fue Esn¨¢ider, se pas¨®... justo ¨¦l, que luego fall¨® el penalti contra el Ajax que elimin¨® al Atl¨¦tico de la Champions, pero nunca le dije nada: no vivo del mal de los dem¨¢s, s¨¦ lo mal que se pasa y es algo que no se lo deseo a nadie".