Liga BBVA | Atl¨¦tico 1 - Getafe 1
Alb¨ªn amarga el regreso de Abel
Nuevo tropiezo en casa de un Atl¨¦tico que hizo m¨¦ritos para llevarse la victoria pero volvi¨® a exhibir un juego lejos del nivel esperado. Forl¨¢n adelant¨® a los rojiblancos. Alb¨ªn, que fall¨® un penalti a diez del final, igual¨® en el 88.
Tras el pitido final, la mirada de Abel, triste, al suelo, melanc¨®lica, lo dec¨ªa todo. Estaba el t¨¦cnico como qui¨¦n acaba de descubrir una realidad m¨¢s dura de lo que imaginaba. Y es que el Atl¨¦tico volvi¨® a dejar escapar en el Calder¨®n dos nuevos puntos en el ¨²ltimo suspiro de un encuentro que pudo ganar mucho antes, si no por juego, al menos s¨ª por oportunidades. Se escap¨® otra oportunidad de entrar en puestos de Champions en una jornada que fue propicia como pocas, y cada vez quedan menos.
El Getafe llegaba dispuesto a amargar el regreso de Abel a la que siempre fue su casa. V¨ªctor no quer¨ªa que la din¨¢mica positiva en que anda inmerso su equipo terminara con la visita al Calder¨®n, y por ello aline¨® un ofensivo 4-4-2 con Uche y Alb¨ªn escudados por Casquero, Granero y Gavil¨¢n. Mucha calidad. Tanta que no se comprende la situaci¨®n clasificatoria de este equipo. Abel por su parte no dio ninguna sorpresa. Simao y Maxi regresaron y recuperaron su hueco en el once, y s¨®lo la presencia de Seitaridis supon¨ªa un cambio inesperado con respecto al once de Huelva.
El lateral griego se ganaba una oportunidad en detrimento de Perea, y devolvi¨® la confianza que Abel puso en ¨¦l con una buena primera parte en defensa a la que puso la guinda de la asistencia del primer gol. Es pronto para saber si el heleno est¨¢ recuperado para la causa, pero no se puede negar que todo parece diferente con el t¨¦cnico toledano en el banquillo colchonero. Desde la actitud hasta el juego, que sin ser radiante ha experimentado al menos una sensible mejor¨ªa. Seitaridis, dec¨ªamos, puso en el minuto 32 un centro perfecto para que Forl¨¢n adelantara al Atl¨¦tico. El pase, medido, fue directamente a donde hace m¨¢s da?o. Entre la l¨ªnea defensiva y el portero. Los unos no despejaron, el otro no sali¨®. Y Forl¨¢n no perdon¨®.
El uruguayo fue de los mejores, si no el mejor, de su equipo en la primera parte. Suyas fueron las mejores ocasiones del Atl¨¦tico, casi todas en los primeros veinte minutos, los mejores del encuentro. Por las botas del ex del Villarreal pasaba todo el caudal ofensivo rojiblanco. Ca¨ªa a las bandas, esperaba a sus compa?eros, oxigenaba y asist¨ªa, y buscaba el gol cuando era la ¨²nica opci¨®n posible. No tan acertado estuvo el 'Kun', menos participativo, m¨¢s vigilado y carente de chispa.
Pero el choque no era ni mucho menos un mon¨®logo de los locales. El Getafe practic¨® un juego acorde a los efectivos que ten¨ªa sobre el c¨¦sped. La posesi¨®n del bal¨®n no ten¨ªa un due?o definido, iba de aqu¨ª para all¨¢ con la libertad que ambos equipos le permit¨ªan. La mejor ocasi¨®n hasta el gol fue de hecho para los 'azulones', en un c¨®rner que remat¨® de cabeza Alb¨ªn al larguero. Las acometidas constantes siguieron sobre el marco de Leo Franco, que fue fundamental al salvar un mano a mano a Uche. Cort¨¦s, espl¨¦ndido e infatigable dej¨® con sus verg¨¹enzas al aire a Pern¨ªa, el mayor pero atl¨¦tico.
Pero despu¨¦s de esos primeros 20 minutos el 'Geta' bajo el ritmo. Retras¨® sus l¨ªneas, dej¨® de presionar tan arriba y facilit¨® la salida local. Lleg¨® el gol y el equipo se descompuso de ah¨ª al descanso, como si no supiera como reaccionar ante la adversidad.
Alb¨ªn, de la desesperaci¨®n a la euforia
Recuperaron la entereza en el arranque de la segunda mitad los hombres de V¨ªctor Mu?oz. Salieron de nuevo decididos a buscar el gol, a lograr el empate y que los nervios se apoderaran del Atl¨¦tico. Si eso pasaba la presi¨®n esc¨¦nica se volver¨ªa dr¨¢sticamente contra el conjunto local y las consecuencias pod¨ªan ser desastrosas.
Pero el dominio territorial apenas se traduc¨ªa en ocasiones claras para los getafenses, faltos de profundidad. El Atl¨¦tico fue despertando poco a poco. A la contra, el estilo cl¨¢sico de este club, pudo sentenciar en un par de minutos, primero con un remate de Pablo en un c¨®rner, y luego con otro cabezazo de Ag¨¹ero tras un gran pase de Seitaridis (s¨ª, otro). En ambas ocasiones Jacobo salv¨® a su equipo.
La posesi¨®n se igual¨® ligeramente. El Atl¨¦tico basaba casi todo su juego por la banda izquierda, la de Simao. Maxi sigue sin atravesar su mejor momento, casi sin presencia en el juego, sin participar en la elaboraci¨®n, aunque mantiene sus peligrosas y espor¨¢dicas apariciones en el ¨¢rea rival. El argentino tuvo en sus botas una nueva oportunidad de aumentar la diferencia en el marcador, pero se estrell¨® contra el cuerpo de Jacobo cuando en la grada ya se cantaba el gol.
No estaban ya sobre el campo Ra¨²l Garc¨ªa, que hab¨ªa dejado su lugar a Maniche, ni Ag¨¹ero, que hab¨ªa hecho lo propio con Sinama. Las ocasiones parecieron de nuevo minar la moral de los visitantes. Las llegadas al ¨¢rea getafense comenzaron a sucederse, propiciadas casi siempre por las continuas p¨¦rdidas de bal¨®n. A¨²n as¨ª no se cansaba de intentarlo el Getafe, y la amenaza, que siempre estuvo all¨ª, termin¨® por convertirse en un absurdo penalti de Pablo a Casquero.
A base de empuje, el Getafe ten¨ªa la oportunidad de igualar un marcador que por ocasiones deb¨ªas ser m¨¢s abultado. La responsabilidad, en las botas de Alb¨ªn, fue demasiado grande, tanto que aplast¨® la confianza del uruguayo, que termin¨® mandando el bal¨®n a las nubes. Un mazazo mayor, si cabe, al gol encajado. Y la cosa pudo ser peor, ya que minutos despu¨¦s, Maniche pudo sentenciar en una contra rapid¨ªsima a la que Forl¨¢n dio criterio. El portugu¨¦s encar¨® a Jacobo, le regate¨® por la derecha, pero su disparo forzado se march¨® muy desviado.
El Getafe sigui¨® intent¨¢ndolo hasta el final en un ejercicio de fe inconmensurable, con un gran Guerr¨®n en la derecha, que comenz¨® a redimirse despu¨¦s de una temporada que estaba siendo m¨¢s que aciaga para ¨¦l. El Atl¨¦tico aguantaba m¨¢s o menos bien. Todo lo que puede una defensa como la colchonera, que por mucho cambio de entrenador que haya no va a ser fiable de un d¨ªa para otro. Finalmente la fe del Getafe tuvo recompensa. A dos minutos del final, un centro de Contra desde la derecha fue rematado con una acrob¨¢tica chilena por Uche. El nigeriano no acert¨® con la porter¨ªa, pero el bal¨®n, en paralelo a la l¨ªnea de gol, encontr¨® la cabeza de Alb¨ªn, que se tir¨® en plancha para que la oportunidad no se le escapara otra vez.
De ah¨ª al final el encuentro fue un correcalles. El Atl¨¦tico por urgencias evidentes se lanz¨® a la desesperada, y el Getafe, crecido por el gol, no se conformaba ya con un solo punto y quer¨ªa aprovechar el desconcierto local. Comenzaron a o¨ªrse los primeros pitos, leves, pero ah¨ª estaban.