Liga BBVA | Racing 1 - Barcelona 2
La dictadura de Messi
Sali車 en el 58' y remont車 el gol de penalti de Zigic

El Racing estuvo a punto de volver a arra?arle un punto al Bar?a como ya hizo en la primera vuelta. Se puso por delante con el cuarto gol de Zigic y tuvo maniatado a su rival durante sesenta minutos. Entonces todos nos ilusionamos con la idea de que a迆n hab赤a Liga. Pero en esos compases, obviamos que enfrente no jugaba Messi. Guardiola lo dej車 en el banquillo por la dichosa moda de las rotaciones (ante la impotencia del que pag車 120 euros por verle), y cuando se vio obligado a contar con 谷l, porque el resto no daba la talla, todo cambi車. Radicalmente. Su entrada modific車 la mordiente cul谷 e hizo recular al valiente y correoso equipo de Mu?iz. Leo volvi車 a demostrar por qu谷 es el mejor: todo lo que hace posee sentido y peligro. Tiene la patente del desequilibrio y la eficacia. Y ayer nos lo record車 una vez m芍s.
El Bar?a, como siempre, llev車 el peso del partido pero, hasta la entrada de su estandarte, manose車 demasiado el bal車n y, por fin, mostr車 algunos defectos. Todos ellos derivados de la ausencia de su alma: Puyol. En ese intervalo, el l赤der abus車 del juego horizontal y no dispar車 ni una vez. El Racing, merced a un estupendo posicionamiento, se impuso y volvi車 a demostrar que cuando no ha de llevar el peso del partido se siente c車modo. Por eso logr車 atacar con dinamita entre sus pies.
Pereira tuvo las dos mejores y 迆nicas ocasiones del primer tiempo. En una se top車 con el palo al saber leer un gran pase en profundidad y en la segunda le falt車 mordiente: dispar車 a las manos de Vald谷s. Entre medias, Busquets hizo penalti a Zigic por un agarr車n, pero sucedi車 en un c車rner. La excusa perfecta para mirar hacia otro lado.
El desenlace. La reanudaci車n acentu車 m芍s el enredo blaugrana. S車lo Xavi cumpl赤a su deber. Entonces, Toni Moral lanz車 desde tres cuartos de campo un exquisito pase al hueco buscando al el谷ctrico Pereira. El gallego desnud車 a M芍rquez y le oblig車 a hacerle penalti. Zigic no perdon車.
Todo era felicidad en el grader赤o hasta que de pronto enmudeci車. Messi saltaba del banquillo. Seis minutos m芍s tarde, el argentino empat車 al empalmar un rechace que repeli車 el larguero tras cabezazo de Xavi. El Bar?a recuper車 su identidad mientras el Racing confirmaba sus temores y, a la vez, ve赤a como la entrada de Tchit谷 fue m芍s nociva que regeneradora.
As赤, Messi entendi車 que a迆n pod赤a mejorar su obra. Porque tambi谷n le sobra ambici車n. Aprovech車 la indecisi車n local para despejar en el 芍rea y empalm車 con la derecha una volea espectacular. La impotencia invadi車 al racinguismo. El empate era lo m芍s justo, s赤, pero Messi no tiene pierna mala y se ha empe?ado en que ni una galerna impida cumplir el objetivo de este Bar?a: aburrir a sus perseguidores.