El Valencia sale vivo

Al Valencia se le sigue atragantando el Racing y Santander, aunque el empate de ayer le sabe a victoria y le deja la eliminatoria de cara. Que no sentenciada. Emery puso a ocho suplentes y, claro, su adversario pas¨® por encima de ¨¦l. Sin muchos lujos, pero con numerosas ocasiones de gol, el equipo de Mu?iz mereci¨® ganar ya que desperdici¨® hasta un penalti; el quinto que falla Garay con la camiseta verdiblanca y el tercero de tres en lo que va de temporada.

De primeras, el once de Mu?iz no gust¨® demasiado porque toda la retaguardia era casi suplente y el discutido Juanjo, el ¨²nico ariete puro disponible, se qued¨® en el banquillo. Pero ser¨ªa inexacto decir que no fue a por la Copa desde el inicio. La jugada le sali¨® bien y de centro campo hacia arriba puso a lo mejor, as¨ª que es justo reconocer su acierto y la entrega de los meritorios. Basta con ver un resumen del partido. El ritmo y la posesi¨®n fueron locales. La ambici¨®n y los m¨¦ritos tambi¨¦n. Sin embargo, el Valencia se adelant¨® sin tirar a puerta. Mezcla de calidad y la suerte del campe¨®n.

Fue en un c¨®rner botado por Fernandes desde la izquierda que Colsa empuj¨® a su propia red por estar mal colocado y no abrazarse al poste. Y, adem¨¢s, por falta de visi¨®n. El Racing dud¨® desde ese mazazo. Fernandes y Edu se sacudieron el dominio aunque no consiguieron conectar con un Angulo ap¨¢tico y un Morientes atropellado que demuestran que Villa y Mata son el m¨¢stil y la bandera de este equipo. Fue en la reanudaci¨®n cuando el Racing volvi¨® a empujar gracias a su solidez defensiva y al generoso trabajo de sus bandas (Munitis y Serrano), pero el penalti marrado en el 48' trunc¨® de nuevo las esperanzas. El empate era lo m¨¢s justo, al menos, en ese instante aunque ¨¦ste se hizo esperar hasta que Lacen bot¨® de forma magistral una falta lanzada con efecto desde la frontal.

Ida y vuelta.

Quedaba media hora y el partido se rompi¨®. Pablo tuvo la sentencia en una el¨¦ctrica galopada. Y Toni Moral y Pereira respondieron con un doble remate a bocajarro. S¨®lo la falta de fortuna del primero y la precipitaci¨®n del segundo evitaron el gol. Eso s¨ª, tambi¨¦n Renan hizo lo suyo y salv¨® los muebles con una gran estirada, parecida a la que se encontr¨® m¨¢s tarde Serrano.

Vicente estrell¨® al final un bal¨®n en el palo casi sin querer. La inercia de ser tan bueno. Entonces nos dimos cuenta que apareci¨® la magia de la Copa: m¨¦ritos aparte, cualquiera podr¨ªa ganar. Ese v¨¦rtigo confundi¨® a m¨¢s de uno. Se desataron las trifulcas, los malos modos y la antideportividad. Vicente y Miguel vieron la roja. Un desenlace que nos deja una doble lectura: que tanto reservar para la Liga no elude los disgustos y que el combate decisivo de la semana que viene promete. Y mucho.