Liga BBVA | Atl¨¦tico 2 - Betis 0
Maxi y Kun no tuvieron piedad
El Atleti gan¨® al Betis el intercambio de golpes. Los rojiblancos superan al Madrid y ya son quintos a tres puntos del segundo. Sergio Garc¨ªa perdon¨® mucho
Hace cinco jornadas el Atl¨¦tico ve¨ªa su futuro negro, muy negro. La Champions se alejaba a nueve puntos, los mismos que le llevaba el Madrid, ese vecino que vive en el ¨¢tico y luce deportivo y rubia despampanante mientras tu pones el candado a la bici BH. Aguirre estaba en la cuerda floja, Forl¨¢n no arrancaba y hasta Ag¨¹ero parec¨ªa deprimido. Hoy, los rojiblancos se despiertan quintos con el segundo puesto a tiro (Sevilla y Valencia le llevan tres puntos y el Villarreal, dos) y por delante del Madrid, lo que parece un detalle menor, mas no lo es. Por un lado, su afici¨®n merec¨ªa un lunes as por otro, si ahora se conforma con este caramelito, los ¨¢rboles seguir¨¢n sin dejarle ver el bosque. Su reacci¨®n medir¨¢ su grandeza.
Tras tantas semanas haciendo la goma, el Atleti logr¨® meterse definitivamente en el grupo de cabeza ganando al Betis en un partido tan complicado como se intu¨ªa, pero sin el petardazo habitual. Esta vez, los rojiblancos estaban obligados a ganar y lo hicieron. A su estilo ca¨®tico y siempre al filo del desastre, pero lo hicieron. Este Atleti tiene car¨¢cter y nadie lo representa mejor que Maxi Rodr¨ªguez.
Maxi es un futbolista con el que es complicado ser siempre justo porque, a diferencia de sus tres compa?eros de ataque, ¨¦l no es un artista, es un ejecutor y su estilo no admite t¨¦rmino medio: o pasa inadvertido o es decisivo a base de goles. Pero al final de la temporada, cuando haces balance, te das cuenta de que compensa tenerle en tu bando. No da portadas, da puntos. Como ayer, cuando acribill¨® a disparos a Casto hasta que uno entr¨® por agotamiento. Evit¨® por un suspir¨® el fuera de juego, control¨® con el pecho y remat¨® seco y abajo. Sin perd¨®n.
Pero quedaba mucho por hacer, porque el Betis, que es el Atleti con distinto acento, no decepcion¨® en lo futbol¨ªstico ni en lo folcl¨®rico, aspecto en el que regal¨® unos primeros instantes antol¨®gicos. Casto retras¨® cuatro minutos el inicio del partido porque ten¨ªa un taco a la virul¨¦ (?qu¨¦ diablos hacen los futbolistas la hora previa al partido?), Juanito y Arzu compitieron a despejes made in Pern¨ªa y Nelson luci¨® uno de los aspectos m¨¢s antol¨®gicos de la historia al mezclar pelo afro y leotardos como si nada. Puro espect¨¢culo.
Pero tras la fachada desenfadada se esconde un notable equipo de f¨²tbol, comandado por un Mehmet Aurelio magn¨ªfico. Hasta el descanso, el Betis aguant¨® el chaparr¨®n del Atl¨¦tico, que atacaba por todos lados aunque sin la precisi¨®n de citas anteriores. Pero poco a poco, el turco fue descubriendo que cuando los rojiblancos corren no siempre se fijan en d¨®nde est¨¢ la pelota. As¨ª que se la quit¨® y, cuando los de Aguirre quisieron darse cuenta, el partido hab¨ªa cambiado de sentido.
Sin punter¨ªa. La segunda parte fue un intercambio de golpes en el que el Betis controlaba el ritmo, pero el Atleti siempre parec¨ªa a punto de soltar el pu?etazo decisivo. Eman¨¢ casi no apareci¨® y Sergio Garc¨ªa, que s¨ª lo hizo, jug¨® ayer con los ojos vendados. Lo intent¨®, pero hay d¨ªas que uno no est¨¢ para nada. Ni siquiera para marcar con el bal¨®n botando, por delante del punto de penalti y con todo el tiempo del mundo. Esa situaci¨®n so?ada se dio en el minuto 66 y el internacional se estrell¨® en Leo Franco. El Betis atac¨® mucho, pero s¨®lo en esa con p¨®lvora real. Perdon¨®.
Ag¨¹ero no. Kun recibi¨® un buen pase de Forl¨¢n y se plant¨® ante Casto para marcar con tanta calma que pareci¨® lo m¨¢s f¨¢cil del mundo y no lo era. Dicen que Mozart compon¨ªa ¨®peras sin tener a¨²n todos los dientes y Van Gogh pintaba sus girasoles con el mismo desinter¨¦s con que el resto dibujamos esas t¨ªpicas margaritas amorfas de bloc de notas. Cosas de genios.
Y as¨ª, agarrado a sus estupendos atacantes, el Atleti contin¨²a su escalada. Hace diez a?os que no estaba por encima del Madrid a estas alturas de Liga, pero hace bastantes m¨¢s que no ten¨ªa una delantera de semejante nivel. Esperemos que no confunda lo anecd¨®tico con lo fundamental, porque lo que le puede llevar a cualquier sitio es lo segundo. A cualquiera.