liga bbva | osasuna 0 - atl¨¦tico de madrid 0
Atl¨¦tico y Osasuna airean sus miserias
Empate a nada en el Reyno de Navarra. El Atl¨¦tico sigue sin entrar en una buena din¨¢mica en Liga y no ofreci¨® ninguna se?al positiva ante un Osasuna muy limitado que, con muy poco, mereci¨® mejor suerte. Portillo fall¨® un penalti y demostr¨® que el equipo de Camacho tiene un problema dram¨¢tico a la hora de ver puerta. El empate final no sirve a nadie: el Atl¨¦tico ve un poco m¨¢s lejos al grupo de cabeza y Osasuna sigue en puesto de descenso y con el casillero de triunfos sin estrenar.
Es dif¨ªcil encontrar un partido con m¨¢s importancia para los dos equipos en la jornada diez de la Liga. Pero es todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil que esos dos contendientes, Osasuna y Atl¨¦tico, ofrezcan una imagen m¨¢s descorazonadora. Los de Camacho, desde el farolillo rojo, no pudieron romper su divorcio con los triunfos y con el gol y ni siquiera acertaron desde el punto de penalti para castigar a un Atl¨¦tico p¨¦simo, que regal¨® el bal¨®n y el partido y renunci¨® a jugar al f¨²tbol. Quiz¨¢ porque se f¨ªa demasiado de la p¨®lvora de sus hombres de ataque. Quiz¨¢ porque, fuera de los focos y el glamour de la Champions, este es todo el f¨²tbol (nada, en realidad) que puede esgrimir para sacar puntos de esos que sirven para agarrarse a la escapada buena de la Liga. As¨ª las cosas, los colchoneros apenas pueden hacer la goma para buscar el vag¨®n de cola de las plazas que dan acceso a la Champions.
Portillo indulta a un p¨¦simo Atl¨¦tico
Javier Aguirre amenazaba con, por fin, poner en liza a todo su imponente arsenal ofensivo. Sin embargo opt¨® finalmente por lastrar su delantera y dejar s¨®lo al Kun con la te¨®rica intenci¨®n de reforzar el centro del campo con Ra¨²l Garc¨ªa, que formaba junto a Assun?ao, Maniche, Simao y Maxi en una medular m¨¢s poblada de lo habitual. A la hora de la verdad el dato fue irrelevante porque el Atl¨¦tico fue una lastimosa caricatura durante la primera parte. El Reyno de Navarra no tiene m¨²sica de Champions pero es uno de esos campos donde este Atl¨¦tico tiene que definir qui¨¦n es en esta Liga. A juzgar por su puesta en escena, no pasa de modesto aspirante al cuarto puesto. Y eso con fe ciega, a la vista de la disposici¨®n del resto de aspirantes a esa posici¨®n.
Sin juego, sin velocidad, sin criterio, sin precisi¨®n, el Atl¨¦tico no dio tres pases seguidos y result¨® insufrible. Ujfalusi y Heitinga sobaban el bal¨®n para terminar rif¨¢ndolo. Maniche se desentend¨ªa de la creaci¨®n y Assun?ao no aportaba m¨¢s que toque espeso. As¨ª las cosas, a Osasuna le bast¨® un poco de empuje para tomar el mando del partido. Conscientes de las luces y las sombras de su rival, los rojillos se dedicaron a romper a base de faltas cada intento de Simao, que entr¨® m¨¢s en contacto con el c¨¦sped que con el bal¨®n. Con la pelota, Osasuna no mostr¨® determinaci¨®n sino una fe casi suplicante y timorata que pudo crecer en el minuto 20 cuando Pern¨ªa, todav¨ªa con la jugada de Liverpool sobre las espaldas, actu¨® con torpeza ante Juanfran, al que derrib¨® sin querer dentro del ¨¢rea. Portillo lanz¨® la pena m¨¢xima de forma p¨¦sima y convirti¨® a Coupet, que pasaba por all¨ª, en el h¨¦roe rojiblanco de la primera parte. Al franc¨¦s le bast¨® con acertar en esa jugada y mantenerse m¨¢s o menos sobrio ante el bombardeo de balones a¨¦reos que merodeaban su ¨¢rea. Una virtud que no tuvo su defensa, que amenazaba con romperse ante cada peque?a r¨¢faga de viento, con la suerte de que Osasuna apenas es capaz de levantar una peque?a brisa, nada que recuerde a los torbellinos que anta?o sufr¨ªan los equipos grandes en Pamplona.
Hasta el descanso, los navarros lo intentaron con lo poco que tienen, lo mejor la insistencia en bandas de Juanfran y sobre todo Plasil. Pero Portillo no funciona como referente en el ¨¢rea y Ezquerro no se ve favorecido por ese estilo directo y de poca combinaci¨®n. El Atl¨¦tico, mientras, dejaba pasar los minutos con una indolencia molesta y corvent¨ªa cada circulaci¨®n, vertical u horizontal, en un galimat¨ªas.
Forl¨¢n da aire al Atl¨¦tico
La segunda parte comenz¨® sin cambios. Sorprendente sobre todo en el caso de un Javier Aguirre con m¨¢s alternativas en el banquillo y m¨¢s motivos para haber repartido unos cuantos gritos en el vestuario. Sin embargo, el Atl¨¦tico pareci¨® algo m¨¢s involucrado en el partido y con el m¨ªnimo inter¨¦s exigible (por pura profesionalidad) en buscar la porter¨ªa rival. Hasta Heitinga, lateral derecho tras la lesi¨®n de Perea, que dej¨® su sitio a Pablo tras sufrir un traumatismo craneoencef¨¢lico, se anim¨® a probar a Roberto, ese extra?o que hab¨ªa pasado silbando la primera parte. El amago de cambio pareci¨® reafirmarse con la entrada de Forl¨¢n, que sustituy¨® en el minuto 52 a un Assun?ao al que nadie, una vez m¨¢s, ech¨® de menos cuando se fue del campo.
Con el uruguayo en el campo, el partido vivi¨® sus minutos de mayor intensidad, con los dos equipos algo m¨¢s enchufados. Por momentos el Atl¨¦tico rond¨® un gol que hubiera sido un premio excesivo, pero que sin duda estuvo m¨¢s cerca gracias a Forl¨¢n, m¨¢s bullicioso que un Ag¨¹ero que estuvo torpe, plomizo, sin ¨¢ngel.
El ligero repunte del Atl¨¦tico no deriv¨® en un excesivo sufrimiento para Osasuna, que salv¨® los minutos finales sin problemas y que volvi¨® a rondar el gol, siempre de forma difusa, con balas que eran de fogueo incluso con Pandiani en el campo. Aguirre apenas dio tres minutos a Banega, y Simao desaprovech¨® una buena ocasi¨®n de falta directa en la ¨²ltima jugada del partido. Despu¨¦s pit¨® P¨¦rez Burrull y nadie termin¨® con buena cara. Los locales porque no parecen mejores que ninguno de sus rivales para evitar el descenso. Los visitantes porque se van dejando a medida que pasan las jornadas jirones de prestigio y, sobre todo, puntos que puede que empiecen a echar de menos cuando sea demasiado tarde.