Copa de la UEFA | Twente 1 - Racing 0
Misma imagen; nuevo sonrojo
Mu?iz desespera con su estilo. Denneboom marc車 el gol del Twente en el 5'. El Racing tir車 media hora
Mu?iz quer赤a centrarse en la Liga a toda costa y, tras lo de anoche, no s車lo lo har sino que su vida depender芍 de ella a corto plazo. S車lo la directiva y 谷l mismo parecen creer que 谷ste es el camino m芍s corto hacia el 谷xito. Porque la afici車n ya est芍 harta. Ha perdido la paciencia. Y su descontento no se basa en que la clasificaci車n dom谷stica se est谷 empinando. La r芍cana imagen del equipo es lo que realmente preocupa y desespera. Lo que empa?a, deval迆a un escudo modesto pero hist車rico y hace que m芍s de uno guardara su bufanda ayer al salir del bar o del estadio. El orgullo hab赤a sido suplantado por la verg邦enza.
Y todo porque el Racing ten赤a ante el Twente una magn赤fica oportunidad de encontrar su identidad y lavar la mala imagen que le acompa pero la desech車. Lo hizo desde el mismo momento que sali車 de Parayas dej芍ndose atr芍s a sus pilares. Y uniendo a la sentada a cinco titulares m芍s. Una revoluci車n poco compartida de la que se benefici車 el conjunto holand谷s sin mostrar una gran superioridad. A los de Steve McClaren les bast車 con un arre車n inicial y la biso?ez c芍ntabra para ver ahora a sus adversarios desde lo alto de la tabla.
La primera ocasi車n suya no tard車 en llegar. Munitis se durmi車 al reclamar una falta en el v谷rtice del 芍rea y, mientras rellenaba los papeles de la denuncia, Elia dispar車 duro, seco y abajo. Donde duele. Menos mal que Coltorti se estir車. Justo lo que no hizo un minuto m芍s tarde. En el gol. La jugada naci車 en un c車rner que Kenneth P谷rez, el antiguo cerebro del Ajax y PSV, sac車 en corto para que le devolvieran y as赤 poder abrir el 芍ngulo de operaci車n. El dan谷s acarici車 la pelota y la envi車 al coraz車n del 芍rea donde esperaban Colsa y Dennenboom. El primero no salt車 y el segundo machac車. El ramate pas車 cerca de Cortorti y, aun as赤, 谷ste no reaccion車 ni se tir車. Por lo que le pagan.
Acobardado.
El Racing regal車 esa primera media hora. En parte porque el escenario y la competici車n atenaz車 a m芍s de uno hasta el punto de noquearle. Como haciendo creer que habr赤a partido de vuelta y el resultado no era malo para remontarlo. El equipo estaba demasiado metido atr芍s. As赤, cuando Munitis, Tchit谷 y Gon?alves bajaban a por el bal車n se encontraban con la mitad del campo para triangular y por recorrer. Quer赤an copiar al modelo del Twente y lo hac赤an de manera equivocada. Los tres atacantes locales s赤 intercambiaban sus posiciones, hac赤an diagonales con y sin bal車n y buscaban el espacio, pero s車lo a partir de tres cuartos de campo. Donde un sprint es similar a una bala y el contacto con el cuero es una sentencia.
Sin quererlo y por inercia, el Racing fue sacudi谷ndose el miedo. Hab赤a orgullo. Comenz車 a adelantar sus l赤neas. Una actitud que antes o despu谷s tiene premio. As赤, Munitis, Luccin y Bedia cocinaron la mejor y 迆nica jugada ofensiva del equipo que finaliz車 con un centro del canterano y un remate a contrapie de Tchit谷, que la mano de Boschaker desvi車. La acci車n la se?alamos como un punto de inflexi車n. Error. El orden t芍ctico sigui車 pesando m芍s que la ambici車n.
Entonces, Mu?iz ech車 mano en el descanso de aquellos que jugar芍n de inicio en Soria. Serrano y Valera dieron otro ritmo y dibujo al equipo, aunque lo que se necesitaba era otra mentalidad. Por momentos hicieron retroceder al rival y pudimos descapuchar el boli para apuntar un cabezazo de Juanjo y un disparo de ?scar. Se exig赤an balones a la olla, garra, h谷roes. Pero vimos imprecisiones, el pasotismo de Gon?alves y para rematar una rueda de prensa del t谷cnico incoherente. M芍s vale que en Soria las bufandas vuelvan al viento.