Champions | Atl¨¦tico 1 - Liverpool 1
Con el Kun lleg¨® la alegr¨ªa
El Atl¨¦tico no existi¨® en la primera mitad, pero pudo machacar en la segunda. El colegiado dio validez al gol del Liverpool, en fuera de juego, y anul¨® otro a Maniche en posici¨®n legal. La entrada de Ag¨¹ero dio un cambi¨® radical a la imagen de los de Aguirre.
Pas¨® el partido m¨¢s esperado, el que esperaba el Calder¨®n antes incluso de que se celebrara el sorteo de grupos, el que todos quer¨ªan cuando se confirm¨® el pase en la previa. Y no fue el partido perfecto, no estuvo el Ni?o, no se dio la imagen de las dos jornadas anteriores, pero el Atl¨¦tico mereci¨® m¨¢s. A¨²nque s¨®lo fuera por su segunda parte, aunque s¨®lo fuera por los errores arbitrales. (Santa) Claus, debi¨® ir vestido de rojo. A¨²n as¨ª nadie se fue disgustado del Calder¨®n. El regreso de un grande de Europa al estadio del Manzanares no fue perfecto, no, pero se acerc¨® bastante.
Aguirre apenas dio sorpresa alguna en su once. Despu¨¦s de una semana entera dejando las cartas boca arriba, el mejicano cumpli¨® con su palabra y descans¨® el Kun, al que exprimi¨® hasta que ya no pudo m¨¢s (con la ayuda de Basile). Alguien tendr¨ªa que decirle al t¨¦cnico colchonero que en v¨ªsperas de un encuentro como este hay que guardarse algo para uno mismo. En fin, como se suele decir, de bueno es... ingenuo. Ben¨ªtez, al que no escuch¨¦ decir quien iba a jugar o no en toda la semana, plant¨® un conjunto equilibrado, fiel a su estilo, con el f¨ªsico de Mascherano junto a la creatividad de Xabi en el centro, el vers¨¢til Benayoun en la derecha, Riera en la izquierda y Robbie Keane como ¨²nico punta. Y por supuesto Gerrard, el gran Gerrard. Su s¨®la presencia era consuelo suficiente para la afici¨®n del Atl¨¦tico tras la baja de Torres.
Adem¨¢s de por las bajas, el Atl¨¦tico llegaba en un momento complicado por cuestiones que todos sabemos, y quien m¨¢s quien menos se tem¨ªa que esta noche no fuera como las del PSV o el Marsella. Pronto los acontecimientos se encargaron de dar la raz¨®n a los malos augurios. Los locales estuvieron toda la primera mitad a merced de los ingleses, que sin ser claramente superiores no encontraron grandes trabas para irse con ventaja al descanso.
Al cuarto de hora, con la misma pegada que le hizo campe¨®n hace tres a?os, los 'reds' se adelantaron en el marcador tras una genialidad de Steve Gerrard. El '8' encontr¨® a un Keane que parec¨ªa invisible a los ojos de todos, la zaga atl¨¦tico y el colegiado Claus Larsen, que pas¨® por alto su posici¨®n de fuera de juego. Robbie encar¨® a Leo Franco y defini¨® con toda la calidad que atesora. Corr¨ªa el minuto 13. La cosa pudo ser peor. Poco despu¨¦s de su tanto, Keane busc¨® el no va m¨¢s y trat¨® de rematar de espuela un centro desde la derecha de Benayoun. El delantero irland¨¦s, por fin rinde en un club que est¨¢ a su altura tras su fracaso en el Inter, aunque ah¨ª perdon¨® el segundo. Los primeros silbidos se escuchaban desde la grada.
El Atl¨¦tico casi no hab¨ªa entrado en juego, y los cambios introducidos por Aguirre apenas ofrecieron un rendimiento superior. El ¨²nico hombre que daba la sensaci¨®n de poder hacer algo diferente, de romper la sobria defensa brit¨¢nica, era Simao. El portugu¨¦s, en un gran momento de forma lo intentaba una y otra vez por la izquierda, donde tuvo un bonito duelo con Arbeloa, y casi todo el peligro llegaba en las jugadas a bal¨®n parado que botaba el luso. En un par de estas, Diego Camacho volvi¨® a dar muestras de su capacidad en esas jugadas, pero s¨®lo fueron t¨ªmidos avisos. Forl¨¢n, que s¨®lo nos dej¨® un lanzamiento lejano con la zurda que se march¨® rozando el poste, sigue muy lejos de su mejor forma, y el Atl¨¦tico lo nota en demas¨ªa. Aquel delantero letal, que hac¨ªa un gol de lo imposible, ser¨ªa suficiente para que este equipo no echara tanto de menos al 'Kun'.
Entra el 'Kun', es otro Atleti
El pitido del colegiado enviando a los protagonistas a vestuarios era lo mejor que pod¨ªa ocurrirle al Atl¨¦tico. Sobre todo porque en el regreso entre los jugadores del rojiblancos estaba el 'Kun'. El Calder¨®n ve¨ªa ya con otros ojos el futuro m¨¢s inmediato de su equipo. Y con raz¨®n. Fue entrar el argentino y el Atl¨¦tico fue otro, como si una parte de su talento y su ambici¨®n se contagiaran al resto del equipo.
El bal¨®n perteneci¨® ya a los de Aguirre, claro que esto era de esperar conociendo los gustos de Ben¨ªtez de proteger los resultados a favor. La posesi¨®n era ¨¢gil, valiente y veloz. Y no es que siempre la tocara Ag¨¹ero, sus compa?eros tambi¨¦n jugaban, s¨ª, pero es que eran otros. Un caso digno de estudio. Las oportunidades no tardaron en llegar y tampoco los goles, aunque en este caso no subieron al marcador. O mejor dicho no subi¨®, ya que una vez m¨¢s, el colegiado se cruzaba en el camino atl¨¦tico anulando incomprensiblemente un gol legal de Maniche. El portugu¨¦s hab¨ªa recibido el bal¨®n de Forl¨¢n un metro m¨¢s retrasado que el ¨²ltimo defensa (Carragher). Seg¨²n el l¨ªnea, fuera de juego. Poco despu¨¦s, Simao recib¨ªa de Maniche, que en la primera parte estuvo desaparecido, y estrella el bal¨®n contra el poste.
En apenas diez minutos los espa?oles hab¨ªan estado a punto de poner las tablas en el marcador, y s¨®lo la miop¨ªa de un torpe dan¨¦s y el infortunio lo impidieron, y lo peor de todo es que este era uno de esos partidos que se deciden por pocos goles, en que si perdonas estas perdido. M¨¢s a¨²n si te obligan a perdonar.
El Liverpool para ese momento tambi¨¦n era otro completamente diferente al de la primera mitad, pero esto no era un problema para Ben¨ªtez. Todo formaba parte del plan. Marcar y ceder la iniciativa. El t¨¦cnico espa?ol, pensando en el important¨ªsimo encuentro del domingo ante el Chelsea, dio descanso a Gerrard. En su lugar coloc¨® a Babel, menos cerebro pero m¨¢s velocidad para las contras. M¨¢s tarde sali¨® a relucir todo su esp¨ªritu 'amarrategui' cambiando a Xabi Alonso por Lucas Leiva. La pareja de presas en el centro ten¨ªa que llevar al Liverpool hacia un final de partido m¨¢s o menos tranquilo.
El plan parec¨ªa salirle bien al conjunto ingl¨¦s. Pasaban los minutos y no llegaban las ocasiones para el Atl¨¦tico. El Calder¨®n ya no ten¨ªa grandes esperanzas, el ambiente nada ten¨ªa que ver con el del Marsella o el Schalke. El Liverpool apenas hab¨ªa dado facilidades atr¨¢s, y no era previsible que esto ocurriera. Hasta que sucedi¨® el milagro. Carragher, el hombre que personifica la mayor virtud de este Liverpool, su fortaleza defensiva, tuvo un error garrafal al medir mal un pelotazo de Pablo, Forl¨¢n aprovecha para hacerse con el bal¨®n y ceder a Simao, ante una defensa totalmente desprevenida. El portugu¨¦s esta vez no falla y el Calder¨®n volvi¨® a ser una fiesta.
Quedaban diez minutos para tratar de conseguir el triunfo a base de ¨¦pica, la especialidad de la casa. El gol fue como una inyecci¨®n de adrenalina para el Atl¨¦tico, la presi¨®n se convirti¨® en fren¨¦tica, el gol, lo ¨²nico que rondaba la mente de sus jugadores. A punto estuvo Miguel de desatar la locura en el 85, pero Reina envi¨® a c¨®rner su disparo de volea. El encuentro estaba roto, precioso. Ambos equipos convert¨ªan cada jugada en una llegada. Acto seguido Babel acaricia el tanto al rematar de cabeza un gran centro de Kuyt desde la derecha. Incomprensiblemente el holand¨¦s no encuentra porter¨ªa. Vaya susto.
Finalmente el marcador no se movi¨®. El empuje local continu¨® hasta el ¨²ltimo segundo. Era el partido m¨¢s esperado y quer¨ªan brindar la victoria a una sufrida afici¨®n, pero no pudo ser. El Atleti, mereci¨® ganar, de no ser por el colegiado lo hubiera hecho, pero hay que ver el lado bueno. El Atleti sigue col¨ªder con el PSV a cuatro puntos. Un tropiezo en Anfield, con el Ni?o esperemos, no ser¨ªa ning¨²n desastre. La misi¨®n est¨¢ de sobras cumplida. Aguirre gana cr¨¦dito y el Atl¨¦tico recuperar¨¢ al menos durante unos d¨ªas una relativa calma que tanta falta le hace.