La cantera pide paso

Muchas veces se reivindica por decreto que los entrenadores deben contar con los jugadores de la cantera. Para abaratar costes y como est¨ªmulo para los aficionados de la tierra. Pero en demasiadas ocasiones se fuerza la situaci¨®n. Por eso, estas perlas en formaci¨®n se dejan ver con normalidad en el periodo de la pretemporada y luego se diluyen hasta volver a los campos de tierra. Pero esta vez me parece que la cosa va a cambiar en el Racing de Santander. Canales, Edu Bedia y Juanjo van en serio. No ser¨¢n relleno, sino actores principales. Ya lo demostraron ante el equipo griego del Olympiacos y ayer volvieron a exhibirse en una gran primera mitad. Festival al que tambi¨¦n se unieron Marcano (ya consolidado) y Dani, un organizador m¨¢s que interesante. Todos ellos fueron el motor del equipo santanderino: pusieron el juego, las ganas y el gol. Mu?iz opt¨® por probar un 4-1-4-1 y el invento le sali¨® bien. Morat¨®n hizo de lateral, Dani de pivote y Juanjo de ¨²nico punta. El de Ontaneda explot¨® sus cualidades. Apoy¨® continuamente a los medios, se dej¨® caer, toc¨® de cara y abri¨® a las bandas en cuanto pudo. Para rematar la faena conect¨® con Jorge L¨®pez en la jugada de mayor peligro racinguista. Tras recibir y controlar, caracole¨® dentro del ¨¢rea hasta burlar a dos marcadores y asisti¨® a Canales que, tras leer y seguir perfectamente la jugada, empuj¨® el bal¨®n a la red. Hasta ese momento, el Racing no hab¨ªa creado excesivo peligro. Al menos, hab¨ªa tocado con sentido y presionado con inteligencia ante un rival que sigue el hist¨®rico estilo 'made in Ipur¨²a': bal¨®n largo y a buscar la segunda jugada. Luego Bedia pudo sentenciar de semi chilena, pero err¨®. Su asistente fue Canales, que parec¨ªa Guti vestido a rayas verdiblancas. Tac¨®n por aqu¨ª, diagonal por all¨¢, pase entre l¨ªneas por acull¨¢...

Reanudaci¨®n.

El carrusel de cambios rompi¨® el ritmo, haciendo de ¨¦l un correcalles por momentos. S¨®lo la cordura de Colsa y el rigor t¨¢ctico de Lacen lo pausaron. ?smodes volvi¨® a intentarlo con el mismo acierto de siempre porque sus ganas de agradar le traban, mientras que Tchit¨¦ pele¨® e hizo varias carreras de m¨¦rito, aunque no encontr¨® puerta. Lo peor en este segundo asalto fue que el equipo no supo conservar el marcador, aunque no rif¨® el bal¨®n ni sufri¨® agobios defensivos. Tir¨® a la basura en el descuento en una jugara embarullada una victoria que, como dec¨ªamos en la previa del choque, era el mejor ant¨ªdoto para espantar los fantasmas que crean los resultados adversos. Pero no se alarmen: hay buen bloque, debe haber alg¨²n retoque y, sobre todo, la cantera no debe ser una urgencia, sino la p¨®cima secreta.