Sobis y Marcelo salvan a Brasil en la pr¨®rroga

Pese a jugar ante un equipo en inferioridad pr¨¢cticamente toda la segunda parte, a Brasil, tremendamente gris en la tarde de hoy, le cost¨® sangre y sudor doblegar a unos "leones" que volvieron a demostrar de d¨®nde procede el calificativo de "indomables".

Brasil consigui¨® as¨ª ahuyentar definitivamente el fantasma de Sidney 2000, donde una Camer¨²n con nueve y tambi¨¦n en los cuartos de final elimin¨® a la "canarinha" en la pr¨®rroga, cuyo recuerdo y el miedo a que se repitiera plane¨® hoy por el Estadio Ol¨ªmpico de Shenyang.

Dunga apost¨® por su ya cl¨¢sico esquema 4-5-1 que tornaba a 4-3-2-1 merced a las incorporaciones de Ronaldinho y Diego. Sin embargo, introdujo dos modificaciones en el once que nadie esperaba: Breno por Thiago Silva en el eje de la defensa y, sobre todo, Rafael Sobis, que termin¨® d¨¢ndole la raz¨®n, por Alexandre Pato en punta.

Brasil comprob¨® desde el saque de centro que Camer¨²n iba ser un duro hueso de roer. Los africanos, con un 4-4-2 con su jugador m¨¢s destacado, Song, ejerciendo la labor de director de orquesta bien desde el medio centro, al principio, bien desde el centro de la defensa tras la temprana lesi¨®n de Mbia, interrumpieron una y otra vez, en ocasiones sin contemplaci¨®n alguna, las posesiones de la "canarinha", dificultando sobremanera su construcci¨®n del juego.

Adem¨¢s de m¨²sculo, los africanos hicieron gala tambi¨¦n de buenas dosis de velocidad y demostraron que estaban capacitados para salir con rapidez y plantarse en dos pasos en las cercan¨ªas del ¨¢rea de Renan apenas recuperaban el bal¨®n, factor que expandi¨® cautela entre los brasile?os y que impidi¨® que la "verdeamarella" optase, temerosa de verse sorprendida a la contra, por buscar con alegr¨ªa la porter¨ªa de Tignyemb, cuya defensa apenas dejaba espacios.

Camer¨²n ten¨ªa el partido anudado de tal manera que el tanto brasile?o s¨®lo pod¨ªa llegar mediante alguna acci¨®n individual, fallo de los africanos o jugada a bal¨®n parado.

No aconteci¨® ninguno de los tres supuestos y los dos equipos enfilaron el t¨²nel de vestuarios tras firmar una primera parte aburrida, en la que el dominio correspondi¨® a la "verdeamarella", que no pudo, no obstante, fabricar ocasiones de gol rese?ables, salvo una falta botada por Ronaldinho en el minuto 3 que despej¨® Tignyemb.

Camer¨²n trat¨® de estirarse algo en la reanudaci¨®n, pero vio entorpecidos sus intentos con la expulsi¨®n de Baning en el minuto 51, que ya debi¨® abandonar el partido en la primera parte (tambi¨¦n Diego pudo hacerlo en los primeros compases de la segunda mitad), pese a lo cual no se arrug¨® y, por momentos, pareci¨® que eran los africanos los que jugaban con once ante un Brasil nervioso y sin ideas.

El duelo volvi¨® a ce?irse as¨ª al gui¨®n que sigui¨® en la primera, con una "canarinha" incapaz de transformar en oportunidades su superioridad num¨¦rica y su control del bal¨®n, ni siquiera con la entrada de Thiago Neves, el mejor ante China, y una Camer¨²n agazapada confiando en poder imponer su fortaleza f¨ªsica con el paso de los minutos y asestar el mazazo a los de Dunga.

El encuentro parec¨ªa abocado a la pr¨®rroga y a ella lleg¨® porque ninguna de las estrellas brasile?as hizo acto de aparici¨®n tal y como el partido requer¨ªa. Camer¨²n ten¨ªa el duelo donde siempre lo quiso tener desde el principio.

Y entonces, en el minuto diez de la primera parte de la pr¨®rroga, cuando quien m¨¢s quien menos ya comenzaba a pensar en los penaltis y se preguntaba por qu¨¦ Dunga no buscaba f¨®rmulas que revolucionasen el choque, como sustituir a un in¨¦dito Rafael Sobis por Alexandre Pato, surgi¨® el delantero del Betis para abrir el cerrojo africano y sacar a Brasil del tremendo aprieto en el que viv¨ªa.

El de Erechim aprovech¨® un pase en profundidad de Diego tras un robo de bal¨®n en el ¨¢rea brasile?a y super¨® a Tingnyemb en su salida, un gol que, adem¨¢s, alumbr¨® a Brasil, que entendi¨® que encerrarse y defender el 1-0 hubiese sido jugar con fuego.

As¨ª, la "canarinha" sigui¨® intent¨¢ndolo y Marcelo, con la derecha y tras una bonita y precisa pared con Thiago Neves cuatro minutos despu¨¦s, permiti¨® respirar definitivamente a Brasil y cerrar el partido.