Primera | Atl¨¦tico de Madrid
Maxi ejerci¨® de cicerone para Cerezo en Rosario
Juntos pusieron en marcha un proyecto de la Fundaci¨®n
Enrique Cerezo tuvo un cicerone de lujo en su segundo d¨ªa en Argentina: Maxi Rodr¨ªguez. El presidente rojiblanco estuvo en Rosario, la ciudad natal del volante, que estuvo en todo momento a su lado. Y es que Maxi es todo un ¨ªdolo en Rosario, ya por su presente como capit¨¢n rojiblanco o ya por su pasado en Newell's Old Boys o por aquel gol que le marc¨® a M¨¦xico en el ¨²ltimo Mundial, grabado a fuego en los argentinos.
"Gracias por venir a mi pa¨ªs y a mi ciudad. Gracias por venir hasta aqu¨ª porque s¨¦ que el presidente est¨¢ siempre muy ocupado, pero ha buscado unos d¨ªas para poder cumplir mi deseo", agradeci¨® Maxi a Cerezo cuando fue a buscarlo al Hotel Presidente de Rosario para una comida con el gobierno local de la ciudad y representantes de la Fundaci¨®n Ernesto S¨¢bato, el director de proyectos de la Oficina de Cooperaci¨®n en Argentina y el director de desarrollo de la Fundaci¨®n rojiblanca.
Deseo de Maxi.
El deseo del capit¨¢n ya es realidad gracias a la Fundaci¨®n que, junto a la Comunidad de Madrid y la Agencia Internacional de Cooperaci¨®n y Desarrollo, mejorar¨¢ las instalaciones del centro de acogida que regenta Raquel Buttazzoni, una mujer volcada con los dem¨¢s cuya historia resumi¨® Cerezo: "Acoge a las madres primerizas, atiende el parto, les alimenta d¨ªa y noche, gestiona un jard¨ªn de infancia, les busca asesoramiento jur¨ªdico, tiene una escuela primara nocturna y ayuda a la gente a buscar trabajo".
En el centro de Raquel, precisamente, vivieron el presidente y el capit¨¢n los momentos m¨¢s emotivos del d¨ªa cuando fueron a visitarlo y merendaron con los internos de ¨¦ste. Antes, hab¨ªan visitado un centro de tecnificaci¨®n de f¨²tbol en Rosario, donde los chicos se entusiasmaron con la sorpresa de poder tener a su ¨ªdolo, Maxi, tan cerca.
Y es que el capit¨¢n se volc¨®. Maxi explic¨® que ¨¦l se puso en contacto con la Fundaci¨®n para que ¨¦sta contactara con Raquel. "La gente se cree que los futbolistas somos de otro planeta, pero somos normales. Muchos somos cercanos y uno siempre tiene presentes las cosas que puede hacer para su gente". Raquel no dud¨® en confirmar, casi entre l¨¢grimas, el cari?o mutuo: "Le he querido tanto... ?Le he visto crecer! Muchas veces he tocado a los timbres de los dem¨¢s por muchas cosas, no pensaba que esta vez ser¨ªa ¨¦l quien tocara el m¨ªo para ayudarme".