Schweinsteiger y Ballack lideran el resurgir de Alemania

Alemania es la primera semifinalista de la Eurocopa. Suena a vieja cantinela, a lo de siempre, y hoy m¨¢s que nunca lo es. El famoso 'rodillo alem¨¢n' resurgi¨® hoy, en el momento requerido, cuando la mayor¨ªa de la Europa futbol¨ªstica les daba por muertos ante un rival claramente superior t¨¦cnicamente. No lo hicieron bonito, incluso muchos dir¨¢n que no lo merec¨ªan, pero el resultado es el que es, y Alemania pasa autom¨¢ticamente a ser una de las claras favoritas al t¨ªtulo, m¨¢s teniendo en cuenta que tendr¨¢ que enfrentarse en semifinales a un rival lejos del cach¨¦ de los portugueses. Cuesti¨®n aparte es el parecido de esta eliminatoria a la que la Selecci¨®n espa?ola disputar¨¢ el domingo. Esperemos que el desenlace sea otro.

Alemania demostr¨® desde el primer minuto toda la experiencia ganada tras a?os y a?os de alta competici¨®n. Aparentemente saltaron al terreno de juego como una fiera herida, a las que todos dan por muerta en cuanto se encuentre a otra m¨¢s joven, pero las apariencias enga?an. Los de Low dejaron a Portugal el tim¨®n del encuentro en los primeros minutos, que soltaran la adrenalina acumulada.

Los de Scolari no lo dudaron y se marcharon a por la porter¨ªa de Lehmann. Sabedores del momento que atraviesa uno y otro equipo, el descaro de los portugueses era lo esperado, pero a¨²n as¨ª resultaba chocante, casi insultante. Cristiano comenz¨® a intentarlo por su banda, ya no volvi¨® a aparecer en el encuentro hasta pasada la media hora de juego. Simao, muy activo por su banda y Deco, como siempre, eran los mejores del conjunto luso. Antes del minuto 20 tuvo Moutinho la mejor ocasi¨®n hasta el momento, pero evidenciando que no es un delantero, termin¨® rematando con la rodilla ante la indecisi¨®n de su cabeza de ir a por el bal¨®n. Tras esta ocasi¨®n el choque cambi¨®.

Como si estuviera planeado, como si se hubieran hartado de tanto dominio del 'modesto', los alemanes dieron dos zarpazos de maestro. El ritmo descendi¨® y los portugueses parecieron adormitarse por momentos. Con el paso de los minutos, Ballack fue haci¨¦ndose due?o del choque y los germanos comenzaron a llevar el partido a su terreno. Schweinsteiger comenz¨® a recordarnos a ese jugador que irrumpi¨® en el panorama internacional en 2004 haciendo una gran Eurocopa. Con un par de jugadas por la derecha meti¨® el miedo en el cuerpo a la zaga rival. En el minuto 21 el jugador del Bayern se adelanta a su par y remata placenteramente un centro de Podolski, otro reconvertido en esta Eurocopa.

Sin tiempo a reaccionar, el jugador de nombre impronunciable volvi¨® a entrar en acci¨®n. Bot¨® una falta medida para la cabeza de Klose, que se aprovech¨® de un desbarajuste defensivo de Pepe y compa?¨ªa. La bestia hab¨ªa despertado y de una forma devastadora. Siendo sinceros, y a pesar de que Alemania siempre es Alemania, la mayor¨ªa est¨¢bamos con la boca abierta. Nadie esperaba un partido f¨¢cil para Portugal, pero mucho menos un marcador tan adverso a los 22 minutos.

Tras el segundo tanto, Portugal no ten¨ªa m¨¢s remedio que intentar levantarse. A estas alturas no tienes tiempo ni de pensar, hay que actuar. Y en estos momentos es cuando tienen que aparecer los mejores para tirar del carro. El hombre en el que estaban fijadas todas las miradas no defraud¨®. Partiendo desde la banda izquierda, Cristiano comenz¨® a buscar el centro y su movilidad le permiti¨® entrar m¨¢s en juego. Tras varias acciones en las que pec¨® de ansiedad, le lleg¨® el momento. Simao sube por la derecha y ve a Ronaldo al otro lado del campo. Friedrich, insensato, deja m¨¢s metros de los recomendables al crack y se come el pase. Finalmente el remate del '7' portugu¨¦s se estrella en Lehmann, pero el rechace lo convierte Nuno Gomes en gol.

Ballack sentencia

El comienzo de la segunda parte fue calcado al de la primera mitad. Portugal llevaba el peso del partido. Ten¨ªa el bal¨®n, lo mov¨ªa incansablemente, siempre en campo contrario, pero las ocasiones no llegaban. Alemania estaba como en el sof¨¢ de su casa, c¨®modamente, esperando que llegue la publicidad para levantarse a por una cerveza. Demostraron ser unos maestros en todas las circunstancias. Lahm y Friedrich se cargaron con sendas amarillas por faltas estrat¨¦gicas. No hab¨ªa problema. Los portugueses ca¨ªan una y otra vez en su propia trampa, ataques por el centro y queriendo rizar el rizo, meterse dentro del marco de Lehmann, que no hab¨ªa tenido que realizar ninguna intervenci¨®n de m¨¦rito.

A los 15 minutos lleg¨® la pausa esperada. Hasta ese momento, Alemania en ataque hab¨ªa sido Ballack, en una versi¨®n ansiosa y desesperada por encontrar el gol. Finalmente, y de nuevo en una acci¨®n a bal¨®n parado, el gran capit¨¢n de los teutones se impuso a Carvalho y remat¨® al fondo de la porter¨ªa de Ricardo un centro del hombre del partido, Bastian Schweinsteiger.

Desde ah¨ª hasta el final Alemania fue un front¨®n. Low se frotaba las manos en el palco viendo como Portugal se estrellaba una y otra vez. Pasaban los minutos y la ansiedad se apoderaba de los portugueses, empe?ados en buscar el gol mediante disparos lejanos que la mayor¨ªa de las veces se iban desviados.

Alemania confi¨® en su fortaleza defensiva y dej¨® el dominio total al contrincante. Arriesgado, s¨ª, pero siendo realistas, lo mejor que pod¨ªan hacer. Despu¨¦s de casi treinta minutos de resistencia, cuando el final del partido se acercaba y los corazones de los fans germanos comenzaban a apaciguarse, lleg¨® el segundo gol portugu¨¦s. H¨¦lder Postiga remataba un buen centro de Nani desde la izquierda. Los dos tantos lusos llegaron de la misma forma, por las bandas. Los ¨²ltimos minutos fueron card¨ªacos. Portugal puso cerco al marco de Lehmann, pero ya no hubo m¨¢s ocasiones. Portugal queda fuera de esta Eurocopa antes de lo previsto, entre otras cosas, por dejarse atemorizar por la historia de las camisetas que ten¨ªan enfrente. Algo que debe servir como lecci¨®n, entre otras, a Espa?a.