Ayala provoca el ¨¦xtasis en La Romareda

Vaya partido el de esta noche. Puede que al final no sirva para que el Zaragoza se salve, pero los ma?os llevaron a cabo un acto de fe tras 90 minutos de asedio al Deportivo que bien vale otro a?o en Primera. Los aficionados ya lloraban la injusticia y pensaban en un regreso a casa con la cabeza gacha cuando apareci¨® Ayala de la nada para llevar el ¨¦xtasis, el delirio, el j¨²bilo infinito a las gradas del estadio. Pero empecemos por el principio.

La Romareda recibi¨® a su equipo de la mejor manera posible: llenazo hasta el gallinero y mosaico blanquiazul que cubr¨ªa toda la grada. M¨¢s que un partido por la salvaci¨®n parec¨ªa que ven¨ªa el Manchester a jugarse la Champions, pero el Depor se encarg¨® muy pronto de ense?ar sus cartas y demostrar que su pelea por Europa no es un espejismo.

Los de Lotina agarraron el bal¨®n desde el principio y no especularon con los contraataques, sino que buscaron las bandas, con Wilhelmsson y Filipe como encargados de abrir la defensa local. El 5-4-1 de Lotina solo es as¨ª cuando su equipo defiende, porque con la posesi¨®n del bal¨®n el interior izquierdo (hoy Riki) se suma al ataque y deja la banda libre para las subidas de Filipe, con lo que el esquema pasa a 4-4-2.

El Zaragoza toma el mando

Los locales se dieron cuenta de que necesitaban algo m¨¢s que la voluntad de su p¨²blico para superar al Depor, porque los de Coru?a llegaban con relativa facilidad aunque nunca tuvieron ocasiones verdaderamente claras. El empate no le val¨ªa a los locales, y a base de empuje empezaron a encerrar al Deportivo. Desde entonces el partido fue blanquillo, y a los gallegos solo se les vio porque iban vestidos de rojo.

Aimar volvi¨® a tener momentos de protagonismo, pero ni una sola intervenci¨®n que marcara la diferencia. Oliveira tuvo alguna que otra oportunidad y, sobre todo, un mano a mano con Aouate que no lleg¨® a concretarse porque el linier pit¨® un fuera de juego que no exist¨ªa. La otra ocasi¨®n clara que disfrut¨® el Zaragoza en la primera mitad fue un cabezazo del propio Oliveira que se estrell¨® en el palo tras un buen centro de Zapater.

En el inicio de la segunda parte Sergio Garc¨ªa deslumbr¨® a La Romareda con un jugad¨®n que no termin¨® en gol gracias a una intervenci¨®n providencial de Coloccini, pero es que antes del disparo el ariete catal¨¢n hab¨ªa regateado a cuatro rivales. El Deportivo hab¨ªa desaparecido del campo, y es que el descenso a Segunda quema m¨¢s que una posibilidad incierta de jugar en Europa.

No hay gol

Lotina quiso reaccionar con los cambios: Riki y Xisco por Cristian y Rub¨¦n. En teor¨ªa se trataba de dar aire a una delantera que llevaba muchos minutos sin entrar en juego, pero el partido sigui¨® con el mismo gui¨®n. El Zaragoza era due?o y ejecutor absoluto de lo que pasaba sobre el c¨¦sped. Aunque lo de ejecutor es relativo, porque no hubo gol. Una vez era un mal control, la siguiente un disparo defectuoso, la de m¨¢s all¨¢ una buena intervenci¨®n de la defensa, pero por unas cosas o por otras el bal¨®n no quer¨ªa entrar.

La ocasi¨®n que desesper¨® por completo a la afici¨®n fue una parada inveros¨ªmil de Aouate tras una gran jugada y un disparo venenoso de Sergio Garc¨ªa. Tras esta ocasi¨®n pr¨¢cticamente se acab¨® el partido, porque el Zaragoza se desfond¨® de repente, agotado como estaba tras un partido disputado pr¨¢cticamente en el campo de su rival.

Pero todav¨ªa faltaba lo mejor. Corr¨ªa el minuto 94 y algunas l¨¢grimas en las gradas, cuando el ¨²ltimo ataque, el de la desesperada, llev¨® el ¨¦xtasis a La Romareda. Una falta frontal, sin mayor peligro, encontr¨® la ayuda de Aouate, que 'cant¨®' por buler¨ªas, y cuando parec¨ªa que el bal¨®n se iba a perder por la l¨ªnea de fondo apareci¨® Sergio Garc¨ªa, el mejor del partido, que salv¨® la pelota y cedi¨® atr¨¢s para que Ayala, en una de sus peores temporadas en Espa?a, apareciera para empujar el bal¨®n y sacar al Zaragoza del descenso. La salvaci¨®n, m¨¢s cerca, y tres jornadas m¨¢s de sufrimiento...