Primera | Mallorca 3 - Racing 1
El Racing resbala pero a¨²n sonr¨ªe
Sigue en UEFA a pesar de caer justamente Colsa err¨® en el gol de Jon¨¢s y G¨¹iza sentenci¨® Duscher puso emoci¨®n de penalti Smolarek, desaparecido

Estar ¨²ltimamente acostumbrados al desconocido sabor del triunfo hace que a menudo un bache se convierta en un trauma, que un contratiempo pase de importante a vital o que una derrota escueza como una herida. El tropiezo del Racing ayer es as¨ª: hace un a?o ser¨ªa normal; pero ahora parece imperdonable para muchos. El motivo de este cambio de exigencias es que nos cuesta modificar los h¨¢bitos, sobre todo si son buenos, pero el equipo de Marcelino no es culpable de que depositemos nuestras esperanzas en ¨¦l. Por ello, del varapalo en el Ono Estadi hay que sacar una conclusi¨®n, que ni el equipo antes era inmortal ni en estos momentos es una banda. Las aspiraciones europeas siguen intactas gracias a los tropiezos de sus adversarios. Qued¨¦monos con esa sinopsis ya que la pel¨ªcula entera de ayer tarde fue de terror. Se la cuento.
El Racing demostr¨® en Mallorca de qu¨¦ pasta est¨¢ hecho y que aunque se codea con los grandes todav¨ªa no lo es. Le falta calidad en la definici¨®n. Ahora, hay mil maneras de caer y la de esta vez no fue la m¨¢s rom¨¢ntica. Es opuesta a la del d¨ªa del Madrid. El conjunto de Manzano tuvo mucha culpa de ello porque tiene a un perro de presa como Nunes, a una joya en Valero y a un depredador como G¨¹iza, pero concesiones como las del segundo gol son imperdonables. Aunque sea el bueno de Colsa quien falle.
Igualdad inicial.
Cierto es que durante la primera mitad, el Racing dio una sensaci¨®n de equipo que muy pocos saben imitar. C¨¦sar Navas ganaba una y otra vez la partida a Web¨®, G¨¹iza estaba bien sujeto, mientras que Pablo ?lvarez se mostraba activo en ambas bandas. Como tambi¨¦n lo hac¨ªan Valero y Arango. Pero fallaba lo primordial en los verdiblancos: tener una referencia clara arriba. Y de eso s¨®lo tuvieron culpa dos: Smolarek, por su apat¨ªa, y Marcelino por alinearle. S¨¦ que a toro pasado es muy f¨¢cil hacer este an¨¢lisis pero, si a m¨ª me dieran una oportunidad como la que el t¨¦cnico asturiano le ofreci¨® al polaco, cuanto menos morder¨ªa. Y ¨¦l no lo hizo. Por eso, ahora m¨¢s que nunca, creo que Tchit¨¦ es insustituible. S¨ª, falla, y mucho; pero no hay nadie mejor que ¨¦l en ataque en la actual plantilla.
El burund¨¦s se qued¨® en el banquillo. Dicen que por una gripe pasajera pero su falta de acierto ante el Madrid tambi¨¦n tendr¨ªa algo que ver. Su ausencia no evit¨® la falta de acierto en los metros finales. Jorge L¨®pez primero, y Munitis y Pablo ?lvarez despu¨¦s, saben lo que digo. Ellos tuvieron varias ocasiones pero, unas veces por falta de convicci¨®n y otras por precipitaci¨®n, las mandaron al limbo. Por su parte, el Mallorca se sinti¨® aliviado desde que supo que Tchit¨¦ descansar¨ªa. Nunes, se creci¨® sin tener que defenderle y se comi¨® a todo aquel que pasaba por su lado. Tanto fue su superioridad que hasta decidi¨® atacar. As¨ª, al reiniciarse la segunda parte, abri¨® la senda de la victoria con un cabezazo de academia. Valero fue su asistente.
Desenlace.
Se esperaba una reacci¨®n c¨¢ntabra, pero falt¨® ambici¨®n o f¨ªsico. Qu¨¦ se yo. Lo cierto es que pocas veces dio sensaci¨®n de peligro. Mientras, el Mallorca se estiraba hasta merodear la porter¨ªa de To?o con frecuencia. Tanta insistencia deriv¨® en dos internadas de Varela. Aunque no acert¨®. Munitis intentaba tirar de casta para contrarrestar ese ardor e hizo dos jugadas de gran m¨¦rito pero, con Smolarek a su lado, s¨®lo tuvo tiempo para maldecir, a?orar a Zigic y hasta a Tchit¨¦.
Como ya sucediera ante el Madrid, tras el cr¨®nico error visitante lleg¨® la sentencia local. Colsa, un ex del Mallorca, se atasc¨® en sus dudas y cedi¨® mal a To?o. El Zamora intent¨® enmendar el error pero la pierna de Trejo se cruz¨® en su objetivo. Gol. El segundo. S¨®lo restaban ocho minutos. Tiempo suficiente para que Tchit¨¦ se reivindicara. Sombrero a Navarro y penalti. Duscher, lo marc¨® y puso emoci¨®n. Hasta que G¨¹iza, antes desaparecido, dio la puntilla con una definici¨®n de maestro. Ah¨ª, en la calidad y efectividad individual se decidi¨® el duelo. Pero con ella a¨²n no ha muerto el sue?o del EuroRacing.
Se luch¨® contra la malaria
Mallorca y Racing saltaron al c¨¦sped del Ono Estadi luciendo unas camisetas blancas de manga corta para unirse as¨ª a la lucha contra la malaria. En ellas se pod¨ªa leer un lema reivindicativo. Esta iniciativa fue propuesta por la directiva del club bermell¨®n para concienciar contra este problema. Se repartieron 10.000 camisetas m¨¢s entre los aficionados que acudieron al estadio.