Sublime Geta, cruel final

El Getafe fue el 2 de mayo, el alcalde de M¨®stoles, Daoiz, Velarde y Ruiz, Agustina de Arag¨®n, la furia espa?ola, el gol de Marcelino, la casta rumana, la dinamita danesa, el tiqui-taca... Ya tocaba la gloria en un partido inmenso, memorable, a punto de sellar la que habr¨ªa sido posiblemente la haza?a m¨¢s grande en la historia del f¨²tbol espa?ol, pero acab¨® ba?ado en l¨¢grimas en el minuto final del suspiro final de una pr¨®rroga que empez¨® celestial y acab¨® en drama. Todo lo tuvo en contra el equipo de Getafe, el equipo de M¨®stoles (ah¨ª estaba Iker), el de la zona Sur de Madrid y doy por seguro que de Legan¨¦s y que ah¨ª tambi¨¦n se llor¨® de pena como debi¨® hacerlo en la grada Ra¨²l (el chico que creci¨® en la colonia Marconi de Villaverde), el equipo de todos los espa?oles. Pero el Geta comenz¨® perdiendo en el minuto seis a un impreciso De la Red por expulsi¨®n quiz¨¢ ajustada a derecho reglamento en mano tras su entrada por detr¨¢s a Klose siendo el ¨²ltimo azul¨®n, pero pel¨ªn excesiva si abrimos debate; se agrup¨® con orden y se puso por delante con un golazo del rumano don Cosmin Marius Contra; resisti¨® al mando del mediocampista m¨¢s completo de Espa?a que se llama don Francisco Javier Casquero Paredes, natural de Talavera; le llovi¨® una bola de fuego con el gol de Ribery a dos minutos del final que dio paso a una pr¨®rroga terrible; puso Espa?a en pie con los golazos de Casquero y Braulio y... ah¨ª cant¨® el Pato ante Toni, qu¨¦ cantada Dios m¨ªo, qu¨¦ pena.

Porque era el 3-2 y era el Bayern, los tipos con m¨¢s culo del mundo mundial, que vieron cerveza alemana en el estanque de Abbondanzieri y ayudados por el ¨¢rbitro suizo, que no vio una falta en la frontal de Kahn cuando subi¨® a por la ¨¦pica, nos la volvieron a clavar. El pu?al se lo clav¨® Toni al Pato y a toda Espa?a. Un respiro y p¨¢rrafo para el ¨¢rbitro suizo, que s¨ª, que anul¨® un par de goles al Bayern tambi¨¦n ajustados al reglamento aunque admitamos el mismo debate que la roja a Rub¨¦n, pero al final Bussaca fue la garrapata que se col¨® en lo que ten¨ªa que haber sido la fiesta de Getafe, de M¨®stoles, de Legan¨¦s, de Madrid, del Rey, del Pr¨ªncipe, de toda Espa?a.

Partido grande, partido digno de un Rey dec¨ªa ayer la portada de AS y eso sali¨®, un duelo enorme que midi¨® el orgullo de un equipo campe¨®n enfrentado a la desbordante ilusi¨®n del modesto que sabe que est¨¢ empezando a escribir con letras de oro sus primeros renglones en la historia. La historia alentaba al m¨ªtico Bayern, pero la historia tendr¨¢ que acordarse siempre de estos muchachos de Getafe que se dejaron el alma, la piel, que murieron en pie con sangre, sudor y l¨¢grimas de la forma m¨¢s cruel posible. Llevo 31 a?os en esta profesi¨®n y por vez primera escribo con los ojos humedecidos, no me lo creo, no puede ser, que repitan el partido, que la UEFA haga algo, que pasen los dos, que inventen otro reglamento.

Al fondo de tantos sentimientos en los 120 minutos m¨¢s grandiosos y emotivos que uno recuerda, queda margen para hablar tambi¨¦n de f¨²tbol, de la pelota, de la vieja del gran Alfredo di St¨¦fano que seguro debi¨® pegar un golpe al suelo de rabia con ese bast¨®n de mando que ahora ayuda a caminar al genio. Porque no hay palabras para hablar de Casquero (bueno con el bal¨®n, bueno en el corte, duro en las entradas, listo en lo t¨¢ctico, completo en el otro f¨²tbol, Luis), de Contra, del trabajo del inmenso Celestini, de Cortesenbauer (ah¨ª tienes tu '2' para la Eurocopa, Sabio), del paliz¨®n que se dieron Manu y Gavil¨¢n, de ese Tena que siempre es el primer bombero que acude con la manguera a apagar incendios, del extraordinario Licht, de Braulio y Cotelo que dieron ox¨ªgeno en el segundo tiempo, llegada y hasta un gol del canario y otro que pudo hacer si no se resbala. Por Dios, que no se me olvide ponerme en pie ante nadie vestido de azul.

Dos veces Schwarzenbeck. Pero enfrente estaba el Bayern, un equipo experto y con historia y que oli¨® nervios en De la Red, medio centro de lujo y central readaptado por necesidades del gui¨®n que siempre hab¨ªa cumplido, pero que perdi¨® un bal¨®n f¨¢cil que acab¨® en gol anulado a Toni y que despu¨¦s vio la roja por entrarle a Klose. Quedaban 84 minutos, una monta?a para un equipo cosido con esparadrapos en su batalla ?51! Se reorden¨® Laudrup bajando a Contra y trasladando a Cort¨¦s al centro de la defensa, pero no iban 20 minutos y la segunda en la frente, la lesi¨®n muscular de Uche. Y vuelta a empezar con el capit¨¢n Belenguer y sus molestias en el peron¨¦ que van y vienen al campo. Fabuloso otra vez el gol del rumano y un segundo tiempo por delante que acab¨® a dos minutos del final, como siempre acaban estos t¨ªos del Bayern, con el tanto de Schwarzenbeck (no, aquello fue al Atl¨¦tico, este zapatazo miserable lo hizo un franc¨¦s). El final est¨¢ contado porque este drama hab¨ªa que empezarlo por el ep¨ªlogo. El Geta se gan¨® el coraz¨®n de Espa?a, pero yo acabo y sigo llorando ante el ordenador.