Primera | Zaragoza-Almer¨ªa
Matuzalem y Corona, dos estilistas en un d¨ªa tenso
La pizarra del Almer¨ªa preocupa a un Zaragoza en la cuerda floja
A La Romareda siempre le encant¨® el estilo aligerado de Corona; y el Zaragoza lleg¨® a discutirse con el Real Madrid por el fichaje de aquel medio tan promisorio. Pero fue un amor imposible, por m¨¢s que todo el mundo quiso sacarlo adelante. Nunca se sabr¨¢ por qu¨¦. La explosi¨®n de un estilista como Corona en Almer¨ªa demuestra que el f¨²tbol, como la vida, consiste en el dif¨ªcil arte de encontrar el lugar adecuado. Ahora en el Zaragoza juega Francelino Matuzalem, otro fantasista liviano del que se agarra el Zaragoza en su cuerda floja. Dos medios sin territorio fijo, adscritos a la ¨²nica patria del bal¨®n, en medio de un partido cruzado por la inevitable tensi¨®n que gravita sobre La Romareda.
Corona, tenido a su paso por el Zaragoza por un ¨¢ngel de f¨²tbol adolescente, regresa esta tarde convertido en todo lo contrario: un demonio de gesto siempre amable, pero con un influjo tremendo en el juego del Almer¨ªa: el ex zaragocista ejerce de inspirador del f¨²tbol y de gatillo estrat¨¦gico para el conjunto que dirige Unai Emery, un equipo que practica una lograda simbiosis entre la pizarra y el c¨¦sped, la geometr¨ªa y el estilo.
El Almer¨ªa ha marcado once goles de estrategia y hasta quince a bal¨®n parado. Pero no se detiene en los asuntos complementarios del juego. Est¨¢ bien armado y mueve la pelota con algo m¨¢s que con criterio. Por si esa aportaci¨®n no fuera suficiente en una Liga de desarrollos colectivos mediocres, el Almer¨ªa nos ha descubierto, por medio de Diego Alves, que tambi¨¦n puede haber grandes porteros brasile?os. Alves supone la definitiva refutaci¨®n del prejuicio Valdir Peres, desafecto muy espa?ol debido a aquel meta pelado del Brasil del 82, que marc¨® a un par de generaciones. Su desigual figura constitu¨ªa una mancha imperdonable en aquel conjunto tan exquisito. Hasta Diego Alves no hab¨ªamos vuelto a creer en el portero brasile?o, por m¨¢s que se empe?ase Dida.
Sin nostalgias.
Con Corona vuelve Fernando Soriano, uno de los nuestros por m¨¢s que su lugar siempre fuera el f¨²tbol donde el f¨²tbol lo quisiera a ¨¦l. Por cierto, un favorito de Villanova en sus d¨ªas en el filial. Soriano siempre ha tenido un papel notable en equipos con un perfil cartesiano -sobre todo aquel Recreativo de Lucas Alcaraz-, porque su interpretaci¨®n del juego posee un barniz muy t¨¢ctico. Ahora no es titular. Pero su regreso, as¨ª y todo, conforma una de las historias laterales del partido.
Empatado a puntos con el descenso, el Zaragoza no est¨¢ para concesiones nost¨¢lgicas. Es evidente la necesidad y es evidente el peligro del rival. Libra por libra, y en la teor¨ªa, el Zaragoza se puede cotejar con cualquier contrario y tambi¨¦n con el Almer¨ªa. Jugando al f¨²tbol todo es posible, y m¨¢s en casa. Lo que Manolo Villanova teme, con toda la raz¨®n, es el lado t¨¢ctico del Almer¨ªa. Esa habilidad mezcla muy mal con las dificultades defensivas que el equipo aragon¨¦s ha manifestado todo el a un problema transversal que no han solventado ni entre cuatro entrenadores. Las bajas hacen el resto. Hoy vuelve Juanfran al lateral izquierdo y sigue la pareja Ayala-Paredes. La laboriosa contundencia de Negredo, m¨¢s la velocidad de Crusat y Juanma Ortiz, probar¨¢n su resistencia en casa, donde el Zaragoza se siente m¨¢s o menos seguro.
Puede que el Almer¨ªa no se haya decidido interiormente entre su objetivo inicial (la salvaci¨®n) y el que le ha sobrevenido (Europa), pero contra el Barcelona demostr¨® que puede tambi¨¦n con las empresas mayores. El Zaragoza, para su desgracia, tiene mucho m¨¢s claro su destino. La urgente necesidad de puntos le anticipa un partido nervioso. Su mayor aval se llama Diego Milito, recuperado y con el subrayado de talism¨¢n: el argentino se mantiene como el delantero que m¨¢s puntos le proporciona a su equipo en toda la Liga; y de los 46 partidos en los que ha marcado el Pr¨ªncipe, el Zaragoza s¨®lo ha perdido seis.
Villanova, en los dos precedentes en Primera
El Zaragoza y el Almer¨ªa s¨®lo se han enfrentado dos veces en La Romareda en Primera, en las temporadas 1979-80 (0-0) y 1980-81 (1-0). Y en rigor no era el mismo club: se llamaba Agrupaci¨®n Deportiva Almer¨ªa y, ahora, Uni¨®n Deportiva Almer¨ªa. Pero el que s¨ª repite es Manolo Villanova, que en esos a?os ya dirig¨ªa al Zaragoza.