Luis Fabiano, rey del gol

Arranc¨® el partido con los dos equipos muy activos en la medular, moviendo y tocando el bal¨®n, aunque mucho mejor el Sevilla que ya a los cinco minutos se pod¨ªa haber adelantado, pero el m¨¢ximo artillero de la Liga, Luis Fabiano, decidi¨® ser ego¨ªsta y no ser generoso con el desmarque de Kanout¨¦.

Poco le import¨® al brasile?o, porque en el minuto diez, sac¨® petr¨®leo de un planchazo de Marchena a Kanout¨¦ y marc¨® un golazo de falta directa. Su vig¨¦simo primer tanto en esta Liga. Cuando un jugador est¨¢ en racha, cualquier bal¨®n que toca puede hacerlo gol.

Al filo de la media hora, con un Sevilla automatizado, dominador y que utilizaba sus bandas, lleg¨® el segundo gol. Tras una jugada de Jes¨²s Navas en la banda, centra a Keita y el disparo de este, rebot¨® en Luis Fabiano batiendo a un sorprendido Hildebrand. Su segundo tanto lo hab¨ªa conseguido con el muslo.

El Valencia entr¨® en una apat¨ªa a la que ya nos tiene acostumbrados, pero hay que recordar que hace tiempo que el conjunto ch¨¦ no tiene una semana tranquila. A¨²n as¨ª viv¨ªa de las individualidades de sus hombres franquicia, Silva y Villa. A veces se un¨ªan al club Mata y Baraja ayudados por la defensa sevillana, que demostraba un partido m¨¢s, que era la l¨ªnea m¨¢s d¨¦bil del equipo.

Desesperaci¨®n

Con el equipo roto, Koeman se desesperaba en el banquillo, porque ve¨ªa que los de Nervi¨®n se iban a por el tercero y jugaban a sus anchas. Era algo inevitable por lo visto en Mestalla. Los locales han entrado en una din¨¢mica negativa, juegan sin frescura y con un f¨²tbol muy previsible.

El descanso no fue ning¨²n alivio para ninguno de los dos equipos, porque el Valencia quer¨ªa que el partido terminara ya y el Sevilla, aunque quer¨ªa m¨¢s, pod¨ªa haber dado por cerrado el encuentro. La segunda parte se espeso en juego y esp¨ªritu. Con el paso de los minutos el Valencia se hundi¨® en sus miserias.

El Sevilla quit¨® el pie del acelerador y a¨²n as¨ª dominaba el encuentro a sus anchas. El p¨²blico de Mestalla no sab¨ªa si irse, quedarse, enfadarse o llorar de pura impotencia. Es algo comprensible, han visto pocas victorias en los ¨²ltimos cuatro meses. En la previa dijo Koeman que ¨¦l hab¨ªa ganado m¨¢s que nadie de sus jugadores, pero como entrenador ch¨¦ no podr¨¢ sacar mucho pecho con tres victorias en 16 partidos.

Tirar de casta

A¨²n as¨ª, el Valencia es un club con pedigr¨ª y cre¨® alguna ocasi¨®n de peligro. Cierto es que se mereci¨® el gol del honor porque el Sevilla se encerr¨® en su campo y se ech¨® a dormir. Pero sab¨ªan los andaluces que el partido estaba en su mano aunque los cambios del Valencia le dieron otro aire en la segunda mitad. Joaqu¨ªn llegar¨¢ tarde a las charlas, pero un extremo como ¨¦l juega como vive, con cierta libertad, sin cadenas.

El h¨¦roe de la noche, Luis Fabiano, se fue a desganas del campo porque quer¨ªa llevarse el 'hattrick' a casa pero cierto es que lo tuvo gracias un preciso pase de Diego Capel, pero Hildebrand salvo 'in extremis'. Una pena porque era uno de los escasos puntos de atenci¨®n del encuentro.

En el minuto noventa Albiol recort¨® distancias en un c¨®rner donde Adriano no sali¨® con el resto de la defensa y dej¨® al valencianista s¨®lo. Algo es algo, porque los ¨²ltimos veinte minutos fueron muy descafeinados. L¨¢stima que la mayor parte del p¨²blico se hubiera ido ya.

A estas alturas de temporada gracias al defenestrado Quique el Valencia puede so?ar a¨²n con jugar la UEFA porque si Koeman hubiera dirigido el equipo toda la temporada posiblemente estar¨ªan luchando por el descenso. Las estad¨ªsticas no enga?an y el juego tampoco; oscuro, como su futuro. Mientras el Sevilla se contento por los tres puntos, por tener al m¨¢ximo goleador de la LIga y por saber que ya est¨¢ en los puestos de la Liga de Campeones.